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jueves, 25 de octubre de 2012

Washington Irving: Historiador Romántico (1783-1859) - René León


  Washington Irving, primer escritor estadounidense que alcanzó renombre internacional. Nació el 30 de abril de 1783 en Nueva York. Sus padres le pusieron el nombre de Washington  en honor del que iba a ser el primer presidente de los Estados Unidos. Sus padres William Irving, descendiente de escoceses y comerciante acomodado. La madre Sarah Saunders, de origen inglés. Irving contó siempre con el cariño de su familia. Era el menor de once hermanos.

  Se formó en un hogar de costumbres escocesas e inglesas. En su niñez recibe una educación fragmentaria en diferentes escuelas privadas, donde aprende geografía, historia, latín y francés. No era muy aplicado en sus estudios, pero si era un gran lector y observador del mundo que lo rodeaba. Las charlas literarias de sus hermanos William y Peter, influyeron en su vida cultural, así como la vida cultural de Nueva York.

  A la edad de once años escribe versos, y a los trece escribe una obra de teatro. Se escapaba de su casa para  ir a las funciones del teatro en la calle John. Deja la escuela y empieza a estudiar los cursos de derecho. Sus hermanos mayores lo alientan en sus incursiones literarias que despuntan desde su mocedad.

  Gustaba vagabundear por los alrededores de Manhattan, y en 1800 hace un viaje por el “glorioso río Hudson”, título éste que él le daba, para visitar a familiares y a sus hermanas. En 1802, a la edad de diecinueve años su hermano Peter le da la oportunidad de escribir como colaborador en The Morning Chronicle, del que era editor una serie de ensayos, “Las cartas del caballero Jonathan Oldstyle (The Letters of Jonathan Oldstyle, Gent., (1802), pseudónimo que usa Irving. Estos ensayos eran de un fondo satírico, pero interesante sobre la vida de Nueva York de esa época. Salieron publicados del 15 de noviembre de 1802 al 23 de abril de 1803. Que fueron acogidos por los lectores, por el ingenio y la descripción de personajes. Con estos ensayos da comienzo su carrera de escritor. Irving tenía la costumbre  de anotar cuanto dato importante podía encontrar sobre los personajes, que más tarde aparecían en sus ensayos. Conversar con ellos, sus historias, bocetos, comentarios, escenas de cuadros de costumbre del acontecer de la ciudad, que en ese momento contaba ya con 60,000 habitantes.

  En su juventud en sus ratos libres se ponía a leer los libros de moda de la época: Robinson Crusoe, Las Mil y una Noche, La Historia de las Guerras Civiles en Granada, siempre sintió interés por las historias de España, y su libro preferido El Quijote de la Mancha, el caballero de la triste figura y de su fiel escudero Sancho. Así va adquiriendo conocimientos de la cultura europea.

  En 1798, empieza a trabajar en el bufete de Henry Masterton en la ciudad de Nueva York. Pero no tenía amor por dicha carrera, ni le interesaba Su verdadero interés era  andar siempre por la ciudad o sus alrededores buscando historias interesantes para sus futuros ensayos.

  Francis Donahue, dice sobre Irving: “Quizá sea la palabra ‘afable’ la que mejor describa a Irving como hombre y como escritor. En su obra Irving se refleja como hombre afectuoso, amigable y simpático. Atraía a toda clase de personas y de todas las edades porque era, principalmente, una persona sociable, de intereses gregarios que a menudo le motivaban abandonar la pluma y emprender largos viajes en compañía de amigos” (1)  

 El mismo autor nos dice su manera de escribir, y de tomar notas de lo que rodeaba en su Libro de Esbozos (Sketch Book) : “Siempre gusté de visitar nuevos lugares y de observar la gente y las costumbres que fueran desconocidas para mí. Cuando era aún muy pequeño comencé mis recorridos, y a veces hacía excursiones para investigar aquellos lugares  extraños y desconocidos dentro de mi propia ciudad natal, cosa que alarmaba frecuentemente a mi familia…Al crecer extendí el radio de mis observaciones…Los  días de fiesta pasaba las tardes recorriendo los campos aledaños a la ciudad. Llegué a conocer todos los lugares famosos de que se habla en la historia y en las leyendas… Visitaba los pueblos cercanos y aumenté considerablemente mis conocimientos observando cuidadosamente los hábitos y las costumbres de los distintos lugares conversando con los filósofos y hombres grandes de cada pueblo.”

  “Esta inclinación andariega fortaleciese con los años. Me absorbía en la lectura de viajes y, por devorarla, abandonaba las tareas de la escuela. Cuando hacía buen tiempo, ¡con qué ansias vagaba por los muelles mirando los barcos que se alejaban rumbo a otros climas! ¡Con qué anhelo miraban mis ojos desaparecer sus velas mientras mi imaginación volaba hasta los lugares más recónditos de la tierra!”(2)

  Sus hermanos preocupados por su salud  deciden enviarlo a Europa en un viaje de reposo y cura. El 19 de mayo de 1804 partió en un velero desde el puerto de Nueva York para Burdeos, donde se encuentra por primera vez con la cultura Europea. Nuevas costumbres y cultura. Se traslada a París, y después de pasear, divertirse y conocer nuevas amistades, marcha para Marsella y llega a Génova. Su vida ha dado un gran cambio, asiste a las obras de teatro, queda encantado por la belleza de las mujeres genovesas. Visita las bibliotecas en todas estas ciudades. Marcha de Génova a Sicilia, y es capturado por un barco pirata, y al pasar los días lo ponen en libertad. Regresa a París y asiste a conferencias de botánica, y sus noches la pasa visitando lugares interesantes de la ciudad. Las autoridades francesas lo prenden pensando que es un espía inglés,  a los pocos días es puesto en libertad. Visita Holanda, y en ella se encuentra los mismos tipos de holandeses que se encontraban en Nueva York y sus mismas costumbres y hábitos. Las jóvenes mujeres holandesas hermosas y joviales.

 John Francis McDermontt, dice sobre Irving: “ Hombre moderado y tolerante, que no tenía de la humanidad una opinión demasiado elevada, aunque tampoco demasiado baja, su propia índole lo inclinó al testimonio gráfico de lo extravagante, lo humorístico, lo grotesco, lo absurdo y, sobre todo, a la descripción realista de la vida…(3)

  A su regreso de Europa en enero de 1806, no ha decidido si seguir con la carrera de Jurisprudencia, pero se sentía satisfecho de su viaje, pues contaba con suficientes notas sobre la vida en los países visitados, que le servirían para sus futuros ensayos.

  En 1807 empieza a escribir en la revista Salmagundi Papers, en colaboración con sus hermanos William y Peter, y varios amigos. De 1807 al 1808, se publican sólo veinte números, el objeto de la revista “instruir al joven, reformar al adulto, purificar las costumbres de la ciudad y censurar la época”. Joven de gran talento como era Irving, se le encarga hacer una crítica sobre la obra “Otelo” y, escribe: “En los momentos que estaba este artículo en prensa, me han informado que no llegó a representarse la obra; bueno ¿y qué? No soy el primero en hacer la crítica de una obra sin haberla visto en escena”.

  Irving va adquiriendo fama de escritor,  y hombre de gran talento. Empieza a preparar otro libro  que le va a dar renombre internacional. Se puede decir que fue el creador del estilo coloquial que después fue utilizado por otros escritores estadounidenses con tanto éxito. El libro es sobre la historia y costumbres de la ciudad  de Nueva York. Donde introduce a Diedrich Knickerbocker, Historia de Nueva York “desde el principio del mundo hasta fines de la dinastía holandesa”, Con una campaña publicitaria, el personaje adquiere vida propia: “El 26 de octubre de 1809 apareció en el Evening Post una noticia dando cuenta de la desaparición de un caballero bajo, anciano, vestido con un abrigo negro y raído, sombrero de tres picos, y que respondía al nombre  de Knickerbocker. Tenía su vivienda habitual en el Hotel Columbia. En el anuncio se pedía a los lectores su colaboración e información sobre el paradero de este personaje. Noticia que iba apareciendo semana tras semana con los resultados de la búsqueda…Tan diestramente fue manejada la información que se cuenta que uno de los oficiales del ayuntamiento estaba dispuesto a ofrecer una recompensa por el hallazgo del perdido Diedrich”(4)

  El personaje cómico creado por Irving, adquiere vida en el libro. La historia pretende ser durante de la ocupación de los holandeses en Nueva York, pero como puede ver el lector es una sátira sobre la época. Francis Donahue, dice: “Con originalidad dio Irving a conocer su  Historia mediante una serie de anuncios insertados en la prensa atribuidos al dueño del Columbian Hotel en la calle Mulberry en Nueva York. Decíase que un misterioso huésped, un tal Diedrich Knickerbocker según el registro del hotel, que allí vivió unos días, vestido de negro, con tricornio y una manta raída, había dejado al partir un voluminoso manuscrito, fruto de su erudición. En esta forma le atribuyó Irving a Knickerbocker la paternidad de su obra, iniciando así la tradición que hoy simboliza en Papá Knickerbocker a la ciudad de Nueva York”.(5) El éxito fue enorme, la primera edición se agotó con rapidez. Blasina Cantizano Márquez, dice sobre el uso de Irving de un supuesto narrador: “... La efectividad del uso no ya de un pseudónimo literario sino más bien de todo un personaje se ve acrecentada con las intervenciones del autor sobre la historia y peculiaridades del narrador (“Rip Van Winkle”) (6)

  Un suceso importante sucede mientra escribía la Historia. Recibe la noticia de la muerte de su prometida en París (26 de abril de 1809), Matilda Hoffman. La había conocido cuando su viaje a Europa. Su muerte le afectó profundamente, como él confesaría años más tarde. Habían pasado catorce años de su muerte, cuando Irving escribió: “Murió en la flor de nuestra juventud pero para mí siempre ha vivido y la he tenido presente en toda mujer. La veo a ella en los ojos de todas las mujeres, y es el recuerdo de ella lo que ha despertado en mí un sentimiento de ternura hacia todo lo que se llame mujer”.(7)

  Cada día su técnica de descripción, y uso de las costumbres, se van superando. Ya no es sólo un novelista, es también un historiador, que mezcla costumbres e historia a la vez. En 1813 se compromete con Moses Thomas de Filadelfia, en preparar una antología sobre las rutas europeas, para ser publicadas en Anacletic Magazine (1813-1814).

  En 1815 tiene que viajar a Liverpool para tratar de salvar de la quiebra el negocio de ferretería de la familia. En sus ratos libres, se dedica a viajar por la campiña inglesa y por Gales. En sus libros de notas escribe las costumbres del pueblo, historias, visita los castillos ingleses llenos de historia románticas. En 1817 muere su madre. Visita a Sir Walter Scott, notable novelista inglés en su casa de Abbotsford, Escocia. En esos momentos Scott escribía su novela Rob Roy. Estaba encantado con el joven Irving, y más al saber que estaba familiarizado con las tradiciones escocesas. Hablaban de las costumbres del país, y se hicieron buenos amigos. Scott le recomienda a Irving sobre el abundante material de la literatura alemana. Irving empieza a estudiar el alemán.

  En 1818 la casa comercial de Liverpool es declarada en quiebra. Se va a Londres y empieza a escribir una colección de historias y cuentos del mundo anglosajón. En 1819-20 publica  Libro de esbozos, primer libro de un escritor estadounidense que llama la atención en Europa. En el libro aparecen historias de la vida rural inglesa y sus costumbres, él añade dos relatos que según él se le habían olvidado…”encontrados entre los papeles del difunto Diedrich Knickerbocker. “Rip Van Winkle” y “La Leyenda de Sleepy Hollow”. John Francis McDermott, dice: “…fijó un molde admirablemente adecuado a su talento y a su temperamento. Es una miscelánea de las descripciones, los ensayos, los cuentos humorísticos y de fantasmas que lo habían hecho famoso. Junto con paisajes y escenas de costumbres de la vida rural inglesa…(8)  Francis Donahue, cuenta. “Años más tarde cuando un niño le preguntó al Irving si “Rip Van Winkle” era un cuento verdadero, el autor vaciló en contestarle. Sincero en demasía pero incapaz de romper la ilusión infantil, le contestó, recalcando las palabras, “Es un verdadero cuento”.(9)

  Francis Donahue, dice: “El Libro de esbozos contiene 34 esbozos, cuentos, ensayos y descripciones en los cuales se mezclan trozos de la vida real…La unidad del libro no consiste en un objetivo central sino en la unidad de tono; conlleva un ambiente de tierna amistad que le da un encanto universal y duradero”.(9) El libro se vende por entregas en Nueva York. Llega a un acuerdo con el editor inglés John Murray, para ser vendido en Europa, y la de sus futuros libros. Es elogiado por los escritores más famosos de Inglaterra, Sir Walter Scott, Lord Byron, y Thomas Moore. Acostumbrado en todos sus ensayos y libros a usar un pseudónimo, utiliza el de Geoffrey Crayon, como anteriormente lo hizo con el de Diedrich Knickerbocker. Sobre esto dice J. Villoria: “…la reputación de que Irving gozó durante toda su vida descansaba en las dos voces que manejaba con maestría: la de Diedrich Knickerbrocker, el nativo de las laderas del Hudson, de áspero vigor y un tanto mal educado, y la de Geoffrey Crayon, con un registro elegante y pulido” (10). “Rip Van Winkle” y “Sleepy Hollow”, con un ambiente de los días de Nueva York de Irving, se han convertido en clásicos de la Literatura estadounidense.

  En 1821 se va a París, deseaba descansar de la vida agitada que había llevado. Colabora en obras teatrales con el estadounidense John Howard Payne. Comienza a preparar otro libro, con los apuntes que no había utilizado en el Libro de esbozos, su título  La casa de Bracebridge en 1822, con el mismo estilo del anterior, donde incluye historias sobre casas embrujadas, muy de moda en esa época, y utiliza el pseudónimo de Geofrey Crayon.

  Decide viajar por Europa. Sus conocimientos se van ampliando, va concibiendo nuevas ideas y planes para futuras publicaciones. Historiador perpicaz que no olvida los más insignificantes detalles. Visita Alemania, de la que queda muy impresionado. Va reuniendo sus informaciones tomadas en sus viajes, para utilizarlas en un nuevo libro. Regresa a Londres y le entrega el manuscrito a John Murray, su título Relatos de un viajero (1824). Por primera vez sus relatos no gustan a los lectores. El libro es objeto de una crítica mordaz. Murray lo convence que se tome un buen descanso, por creer que Irving se va alejando de los lectores o empieza a decaer como escritor.

  Washington Irving da comienzo un nuevo proyecto, y son los escritores españoles del Siglo de Oro, y en especial Calderón de la Barca. Lleva cierto tiempo aprendiendo español, para que le sea más facíl sus investigaciones. Al mismo tiempo su familia le urge que vuelva a Nueva York. En el transcurso de estos estudios el embajador de los Estados Unidos en Madrid, Alexander H. Everett, que era un hispanófilo, tiene la idea de traducir al inglés la obra del marino e historiador español don Martín Fernández Navarrete, Colección de los Viajes y Descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde el siglo XV. Irving recibe una carta del embajador el 30 de enero de 1826, donde lo nombraba miembro del personal de la Legación de los Estados Unidos en Madrid. Acepta el trabajo y parte para Madrid, cruzando la frontera por Irún. Queda encantado del viaje, y diría: “Los españoles parecen sobrepasar aún a los italianos en colorido; hasta el más insignificante es tema para el artista”. Stanley T. Williams, biógrafo de Irving, dice: “No ha habido norteamericano alguno, ni Ticknor ni John Hay, ni aún el dilecto Lowell, ni ningún otro de cualquier carrera, que haya sido tan bien recibido en España como Irving, ni que se haya compenetrado tan íntimamente con el pensamiento español…”(11)

 Al llegar le es presentado el bibliófilo norteamericano Obadiah Rich, que poseía una de las más grandes colecciones de obras acerca de la América hispana de la época. Se hospeda en la casa de Rich, mientras se encuentra en Madrid. Llega hacerse muy buen amigo de Navarrete. Durante el tiempo que se encuentra en Madrid, se relaciona con escritores, pintores e historiadores.

  Al empezar a traducir Irving el libro de Fernández Navarrete, decide que es mejor para él, con sus conocimientos de historiador, el escribir un libro sobre Cristóbal Colón y sus viajes, sin ofender a Navarrete. Le informa  la idea al embajador Everett. Muchos fueron los días que pasó en los archivos del Colegio de San Isidro, escudriñando. Aparecen muchas informaciones, que le hace imposible dar fin a su libro. Le manda una carta al editor en Londres, donde le decía: “Continuamente surgen nuevos puntos que concretar, lo que me origina nuevas dilaciones’, escribe a mediados de enero de 1827 “…He descubierto –le escribe a su editor-que el dar fin aun trabajo de esta naturaleza tan distinto en muchos aspectos a lo que solía hacer, requiere un cuidado y dedicación particulares”.(12) …”Jamás tuve idea -le escribe Irving al editor- del lío en que me metí cuando empecé este libro”. El editor tiene que esperar a fines de julio para recibir la obra. Irving le pide adelantado a Murray 3.000 guineas, cantidad fabulosa para esos años. El título fue Vida y viajes de Cristóbal Colón. Manuel Romera Navarro  en su libro El Hispanismo en Norte América, Madrid (1917), dice sobre Irving: “Podrá tener mucho o poco que enseñarnos pero lo que dice no podría haberse dicho mejor”.(13). Antonio Garnica, dice:”…la figura de Irving es trascendental tanto para la historia de su país como para la de España porque popularizó en todo el mundo la leyenda de la Alhambra y la importancia de La Rábida en el Descubrimiento de América, abriendo la vera a otros historiadores sobre el personaje de Cristóbal Colón”.(14)

  Al terminar el libro sobre Colón, Irving decide dar un viaje por España, compenetrarse con ella, y seguir con la idea de escribir sobre la Conquista de Granada. Consigo lleva mucho material acumulado de sus investigaciones en Madrid. Su idea era presentar la obra como si fuera tomada “de un manuscrito de Fray Antonio Agapita” otro pseudónimo que iba a utilizar; monje piadoso pero hablador y agregarle sus propios comentarios.

  En 1828 parte de Madrid, con rumbo a Córdoba, Granada y a las montañas de Málaga, como diría en su diario “plagada de bandidos”. Viaja acompañado de su amigo el pintor escocés David Wilkie. Viajan en diligencias y postas; es un nuevo mundo el que se le va presentando a Irving. En su libro sobre La Alhambra, en el capítulo del “Viaje”, dice sobre España: “Muchos hay propensos a figurarse a España como un apacible región meridional engalanada con los lozanos encantos de la voluptuosa Italia. Antes al contrario; si se exceptúan algunas de las provincias marítimas, es, en su mayor parte, un áspero y melancólico país, de montes escabrosos y amplias llanuras, desprovistas de árboles; y un silencio y soledad indescriptibles”. (15) El paisaje lo deleita, caminos imposibles de pasar; el peligro de los bandidos, la vida en las posadas. Todo lo iba anotando en su diario, y más tarde lo lleva a su libro. Ricardo Villa-Real, dice sobre las descripciones de Irving: “Sobresale el autor en las bellas páginas descriptivas, de pintoresco sabor local, y en aquellas otras en que da rienda suelta a su fogoso temperamento romántico de la mejor ley”.(16)

  Irving se encuentra admirado de aquel paisaje que se le presenta. La simpleza y naturalidad del pueblo, sus costumbres enraizadas en las tradiciones de generación en generación, muy diferentes a las vistas en otros países. Leyendas que va recogiendo contadas por el pueblo, unas creadas por ellos, otras tomadas de la realidad. En una de las páginas del libro sobre La Alhambra, dice: “Hay algo también en los sencillos austeros rasgos del paisaje español, que imprime en el alma un sentimiento de sublimidad. Las inmensas llanuras de las dos Castillas y de la Mancha, que se extienden hasta donde alcanza la vista”. (17)

Tomado de: La Murga de Nito
  Llega a Sevilla en abril de 1828 y busca alojamiento en el corazón de la ciudad del barrio castizo de Santa Cruz, en la “Fonda del Sol”. Su fama de escritor es conocida en la ciudad, es invitado a casas particulares y reuniones. Se cambia de pensión y con su amigo David Wilkie van a residir a la “Casa Cera”, y junto a John Nader Hall, se van adaptando a la vida de la ciudad. Irving vivía cerca de la Giralda y del Archivo de Indias. Iba a visitar las iglesias, conventos y bibliotecas. Gustaba de caminar por los puentes viejos de madera y  oir las campanas de la Giralda.

  En Sevilla había conocido Irving a la conocida escritora Cecilia Bohl de Faber (1796-1877) conocida literariamente como Fernán Caballero. El padre de ella el erudito Johann Nikolaus Bohl von Faber. Llegando Cecilia y Irving  a tener una amistad no sólo personal, sino también literaria. En julio de 1828, es invitado Irving  a vivir en la casa de Puerto de Santa María, dando comienzo  una sincera amistad  basada en las preferencias literarias de ambos. Que Irving nunca olvidaría a través de los años. Sus conversaciones y consejos que recibe de la folklorista española que le serviría en su libro sobre La Alhambra. Sobre Fernán Caballero, diría Irving: “…tuvo la bondad de darme por escrito algunas de las anécdotas de los aldeanos españoles que me había contado, retratando hasta la manera de pensar y modo de vivir de aquellos”. (18) Irving la había conocido a ella en las navidades de 1828, en la representación de la ópera Crociato, siendo invitado luego a la finca familiar en Sevilla. Blasina Cantizano, dice: “…ambos parecen congeniar de inmediato puesto que tanto el estilo como la temática de su producción literaria son similares. Sin duda, ambos sienten predilección por el folklore, las leyendas y tradiciones que subyacen en la cultura popular”. (18)

 Irving regresa a Sevilla con su amigo John Nader, que muere a los pocos meses. Al enterarse Irving de que en Estados Unidos van a publicar una edición pirata de su libro sobre Colón, entabla una demanda contra los editores. Sale de Sevilla hacia Granada (1829), poco después de su llegada acepta la invitación del gobernador general español, O’Lawler, de instalarse en la Alhambra. Que acepta fascinado de estar allí, compenetrado con sus personajes y su ambiente misterioso romántico. El crítico literario estadounidense Van Wyck Brooks  relata una anécdota sobre él: “Cuando volvía sus ojos hacia esta temporada de ensueño sentíase como si hubiera sido transportado a un cuento de Las mil y una noches; era tal el perfume de las flores, el murmullo de las fuentes, la suavidad del aire, la tranquilidad y el silencio que al principio apenas si podía trabajar entre las ruinas del antiguo palacio…Había una viejecita que vivía en un zaquizamí bajo la escalera y que se sentaba al fresco, en el pasillo, dándole a la aguja y cantando desde la mañana hasta la noche. Podía contar tantos cuentos  como Scheherezada y, para ella, cada salón, torre o cúpula tenía una historia maravillosa que contar…” (19)

  Blasina Cantizano, dice: “Cecilia Bohl de Faber, a quien Irving conoció y trato en Sevilla y más tarde en casa de su padre donde mantuvieron largas conversaciones, fue otra de las personas que posiblemente auspiciaran los contenidos del   El Alhambra. Para algunos críticos, la influencia de Cecilia está presente en el tono de los relatos, en ese poetizar la realidad sin alterarla”. (20)

  En la primera leyenda de Irving, dice: “La Alhambra es la fortaleza de la cristiandad –donde se duerme. Pudiera haber añadido: y donde más se sueña. Porque los habitantes del recinto, los “hijos de la Alhambra”, pobres huéspedes de salones suntuosos, no contentos con lo que ven y poseen todos los días, amontonan los tesoros de su imaginación”.(21)

  Irving vive allí desde mayo a julio de 1829. Se siente embrujado por el viejo alcázar. Los reyes nazaritas Ismael, Yusuf I y Mohamed V, en el siglo XIV; Mohamed VII en el XV, hicieron construir los pabellones más elegantes y suntuosos, en la parte occidental del mismo. En una de sus puertas reza la divisa de los nazaritas “No hay vencedor, sino Allah”.

  Andrés Soria, dice: “La Alhambra es un reducto oriental entre edificios góticos: escenario romántico, capaz de producir el más pintoresco de los ambientes. Ha sido construida por un pueblo que recorrió la historia con deslumbrante rapidez. El historiador Washington Irving hace su pequeña filosofía: la milagrosa habitación donde vive y se pasea es monumento de unos hombres que pasaron fugazmente, que fueron y que, sin embargo, supieron dejar como rastro este “recuerdo elegante”. (22)

  En la dedicatoria del autor a su amigo, David Wilkie, pintor inglés, aparecida en la primera edición inglesa con el título The Alhambra or the New Sketch Book, Colburn and Bentley, 1832.

“Mi querido amigo:

Recordará usted que, en las andanzas que realizamos juntos una vez por algunas de las viejas ciudades de España –singularmente Toledo y Sevilla-, advertimos una fuerte mezcla de lo sarraceno con lo gótico, reliquias conservadas desde el tiempo de los moros; y que fuimos sorprendidos con frecuencia por escenas e incidentes callejeros que nos recordaban pasajes de Las mil y una noches. Entonces me estimuló usted a que escribiese algo que pudiera ilustrar estas peculiaridades, “algo al estilo de Harum al Raschid” que tuviese regusto de este perfume árabe que todo lo impregna en España. Traigo esto a su memoria para hacerle ver cómo, en cierto modo, es usted el responsable de la presente obra, en la que he recogido algunos “arabescos” de la vida y de las leyendas, basados en tradiciones populares, pergeñadas principalmente durante mi estancia en uno de los lugares más morisco-españoles de la Península.

  Le dedico estas páginas en recuerdo de las gratas escenas que presenciamos juntos en el país de la aventura, y como testimonio de consideración por sus prendas personales, a la cual tan sólo excede la admiración por su talento.

Su amigo y compañero de viaje,

El Autor

Mayo, 1832”(23)


  Washington Irving en la primera página de la historia de La Alhambra, dice: “Para el viajero imbuido de sentimiento por lo histórico y lo poético, tan inseparablemente en los anales de la romántica España, es la Alhambra objeto de devoción como lo es la Caaba para todos los creyentes musulmanes. ¡Cuántas leyendas y tradiciones, ciertas o fabulosas; cuantas canciones y baladas, árabes y españolas, de amor, de guerra y de lides caballerescas, van unidas a este palacio oriental”. (24)

  Ricardo Villa-Real, dice sobre los Cuentos de la Alhambra, en la edición de 1974: “Ha sido preocupación mía, desde un principio; captar el ambiente y circunstancia en que Washington Irving viviera durante su estancia en el palacio nazarita que cautivó su espíritu y donde se sumió en uno de los más deliciosos sueños de su vida”. (25)

  Andrés Soria, dice sobre Irving: “Irving se complace en repetir que los hombres y las mujeres entre los que vive son extraordinariamente felices. Lo son por esto, por gozar sin límites de las noches estrelladas o del canto de los pájaros, al alba. Y por sumar a estos regalos tan inocentes las fábulas mentidas, las fantásticas evocaciones de los días gloriosos del Alcázar”. (26)

  Los Cuentos de la Alhambra cuenta con 32 capítulos, todos ellos de belleza, en la narración del autor. Irving escribe el libro inspirado por el amor que sentía por lo español y morisco, como él mismo dice: “…hacer revivir los vestigios de la gracia y belleza que rápidamente se desvanecían de sus muros; e inscribir las tradiciones de realeza y caballería, así como el capricho y la superstición de las leyendas de la raza abigarrada que ahora se aposenta entre sus obscuras ruinas”.(27)

  La obra alcanza un éxito instantáneo en los Estados Unidos e Inglaterra, por haber sido publicada en inglés. Al pasar los años fue acusado de haber tomado muchas de sus historias de la obra de José Antonio Conde, Historia de la dominación de los árabes en España, publicada en Madrid en 1820-21, donde aparecían crónicas de los musulmanes.

  Antes de terminar el libro, el gobierno de los Estados Unidos, le pide que acepte la secretaría de la Legación Norteamericana en Londres, era a fines del verano de 1829. Se va con tristeza de España. En Londres, la Royal Society of Literature le otorga una medalla de oro en “Reconocimiento de su aporte a la Historia y a la Literatura”. La Universidad de Oxford le confiere el grado de Doctor en Leyes.

  En 1831 termina el segundo libro sobre Colón y sus compañeros, Los viajes de los compañeros de Cristóbal Colón. Sus Cuentos de la Alhambra, aparecieron tres años después de haber salido de España. Después de tres años en Londres, regresa a su ciudad natal Nueva York, el 26 de mayo de 1832. Había estado ausente de su país diez y siete años. En el banquete ofrecido a él por más de trescientas personalidades neoyorquinas, habían pancartas con la figura y el nombre de sus personajes más principales “Diedrich Knickerboker”, “Geofrey Crayon” y “Boabdil”. En los discursos de las personalidades , elogiaban al “Heródoto holandés Diedrich Knickerbocker y al mundialmente amado Geofrey Crayon”.

  John Francis McDermontt, dice sobre el estilo de Irving: “Artesano magistral, su logro más alto no reside en el tono y el ritmo de su prosa, ni en el refinamiento y la chispa de su ingenio, por notorios y gratos que sean, sino en su eximia destreza de pintor. Los cuadros que trazó obtienen perenne respuesta porque dan una visión lúcida y desapasionada de la realidad, en la que se adentró con agudo interés, pero sin comprometerse personalmente”.(28)

 Washington Irving, al regresar a Nueva York, publica Las aventuras del Capitán Bonneville (1838) Basadas en  historias reales de un oficial del ejército norteamericano en 1832, que dirigió una expedición de cazadores de pieles en las Montañas Rocosas. Vida de Oliver Goldsmith (1849). Vida de Mahoma (1850). Washington, tomo I (1855), tomo II y III (1856), tomo IV (1857), tomo V (1859)

   En 1836 establece su residencia con sus sobrinas en Sunnyside, casa que había comprado en Tarrytown, a orillas del Hudson, en 1835. Sigue viajando por los Estados Unidos, preparando futuras historias de personajes de la historia. Uno de los proyectos que no pudo empezar fue el de la Conquista de México, por enterarse que William H. Prescott, había empezado a escribirla.

  Padecía del corazón y de asma, pero esto no le impedía mantener su ritmo de vida. Su único deseo terminar la obra sobre Washington, y decía: “!Si me alcanzara la vida para terminarla”. La término. Según su doctor escribió Dr. Harold Dean Cater: “Se pasaba los días calurosos de verano sentado en un banco bajo los árboles…Era un tónico para él, pues casi siempre se sentía una fresca brisa que venía del río… Se sentaba allí con su sombrero de alas anchas, vistiendo un traje negro y anticuado, zapatos de corte bajo y calcetines blancos, con una bufanda gris a cuadros sobre los hombros y mirando hacia el Hudson, quizá en espera de que apareciera el fantasma de Rumbout Van Dam…”

  El 28 de noviembre de 1859, muere en su mansión a la edad de 76 años. Ese día en la mañana se había paseado por el camino que bordeaba el riachuelo. Por la noche ceno con ocho personas, y conversaron. Después de una partida de naipes, se retiró a sus habitaciones y murió de repente.

  Había muerto un hombre que le dio una visión muy diferente a la historia sobre el descubrimiento de América: creador de la literatura nacional en los Estados Unidos. Romántico que en sus descripciones sobre las costumbres y personajes, le da un toque muy especial de belleza y sensibilidad, y nos suministra una idea o luz de la época en que vivió.

  A la entrada de su casa solariega, Sunnyside, desde donde se domina el río Hudson se levanta un monumento con tres figuras: la de “Diedrich Knickerboker”, el Rey Boabdil de Granada” y la de “Rip Van Winkle”. Al momento de despedirse del paisaje español y de Granada, escribe:”Como siempre el sol poniente derramaba un melancólico fulgor sobre las rubicundas torres de la Alhambra…la purpúrea bruma de la noche estival se cernía sobre la vega; todo era hermoso, pero igualmente tierno y triste”.

  El poeta, escritor y revolucionario cubano José Martí, escribe en Nueva York, 1 de mayo de 1883, una crónica dedicada a Washington Irving en el centenario de su nacimiento que sale publicada en el periódico La Nación, Buenos Aires:

(extractada)

  “De un hombre primaveral celebraron a los comienzos del mes el centenario. Algunos viven como aquel Koboldt travieso y diabólico de la fabula alemana, con un cuchillo clavado en el costado; otros viven, como Washington Irving, sentados en divanes. Para unos, el genio es diente que clava, ahonda y desgarra –diente famélico: para otros, el genio es el beso de una perpetua Margarita, que no ha matado nunca a su hijo.

  Washington Irving nació de casa hidalga, que ilustró con la señorial llaneza, patriarcal majestad y fecunda y amena imaginación  que hermosean su vida. Tuvo pesares como hormigas, y gozos como montes. De abogado, perdió pleitos; de mercader, perdió onzas; pero aquéllos y éstas ganó en caudales con los hijos risueños y bien nacidos de un ingenio, ya el retozón Salmagundi, famoso periódico de reír en que sacó a burlas, y mantuvo en risas, la que era en aquellos edades, -aldea de gente buena y avisada, más que ciudad de Nueva York, -ya la vida de Washington, que se lee por todos los ámbitos en que resuenan palabras humanas, -y que resplandece como el héroe que pinta. Algunos hombres dejan tras de sí caudas de fuego, y rota la tierra, y hecatombes hirviendo: de otros brota luz de luna.

  Este centenario de Washington Irving, que han celebrado con amor las gentes de letras y las de las cercanías de la histórica casa en que palidecieron las flores de su fantasía y las de su vida, ha sido el centenario de la independencia de la Literatura Americana.

  Y Washington Irving sacudió con mano robusta el árbol patrio, cuajado de frutas, y en bandeja de labor de Europa, recamada de esmaltes de Persia y embutidos arábigos, ofreció al paladar cansado de Inglaterra y al ansioso de América, las frutas nuevas. Por lo que tiene color homérico y tono primaveral, como quien ve con ojos claros lo no visto, o huella con pie desnudo de calzados de ciudad la selva virgen, o aparta bravamente los cristales de varios colores que para mirar la naturaleza le ofrecen los hombres, y los echa a todos en tierra de un revés, como un amor dichoso.

  Nació Washington Irving en tiempos buenos: -cuando nacía la libertad. Sus pañales fueron los de la República, y en la frente del niño recién nacido dieron los aires frescos de aquel pueblo nuevo.

  Por eso se celebrarán a poca distancia, el centenario de Washington Irving en “Sunnyside” –del lado del sol- como él llamó a la vasta casa que le dio techo en sus postrimerías, -y el centenario de aquel día de gozos, en que todos los menestrales vistieron su mejor calzón de cuero y su chupilla roja…Todavía se levanta, testigo recio y venerado de aquellas pláticas, usos y emociones de hace cien años, la casa legendaria, asiento un día de aquel hombre magnánimo…”(29)



BIBLIOGRAFIA


 1.-  Donahue, Francis: El mundo de romance y leyenda de Washington Irving, Embajada de los Estados Unidos de América, La Habana, Cuba, 1958.


 2.-  Irving, Washington: Libro de los Esbozos (Sketch Book), Londres, 1819-1820.


 3.-  McDermontt, John F: El mundo de Washington Irving, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, Argentina, 1978.


 4.-  F. Fonahue.


 5.-  F. Donahue.


 6.-  Contizano Márquez, Blasina:  Washington Irving y Fernán Caballero: influencias y coincidencias literarias, Universidad de Almería, España, 2003.


 7.- Williams, Stanley T:  The Life of Washington Irving, 2 vol., Oxford University Press, Nueva York, 1935.


 8.-  McDdermontt, J.F


 9.-  Donahue, F.


10.-  Donahue, F.


11.-  Villoria, J. :  Washington Irving en España. Cien años de traduciones, Servicio de Publicaciones de la Universidad de León, España, 1998.


12.-  Williams, S.


13.-  Williams, S.


14.- Romera Navarro, Manuel : El Hispanismo en Norte América, Madrid, 1917.


15.- Garnica, Antonio :Curso de Verano de la Sede Iberoamericana de La Rábida, Universidad Internacional de Andalucía, España, 2007.


16.-  Irving, Washington: Cuentos de La Alhambra, Miguel Sánchez, Editor, Granada, España, 1974.


17.-  Villa-Real, Ricardo: Cuentos de La Alhambra, Miguel Sánchez, Editor, Granada, España, 1974.


18.-  Irving, Washington


19.-  Williams, S.


20.-  Cantizano, B.


21.-  Brooks, Van Wyck.

22.-  Cantizano, B.


23.-  Irving, W.


24.-  Soria, Andrés : Cuentos de La Alhambra, Miguel Sánchez, Editor, Granada, España, 1974


25.-  Irving, W.


26.-  Irving. W


27.-  Villa-Real, R.


28.-  Soria, A.


29.-  Irving. W.


30.-  McDermontt, J.F.


31.-  Martí, José : “La Nación”, Buenos Aires, Argentina, 1883.


Deseo dar las gracias a mi gran amigo el Dr. Filiberto Henderson, por los momentos agradables que pasamos en su casa en Charlotte, hablando de Washington Irving. Tiene un libro que el autor  Francis Donahue le regalo cuando era el Encargado Cultural de la Embajada de Estados Unidos en La Habana. Hablar con Filiberto es transportarse a aquellos años de una Cuba, que ya nunca más va a volver.

  Al gran amigo y hermano el Dr. Rowland J. Bosch, gran poeta y escritor cubano, que me ayuda siempre en la busca de material en mis publicaciones.

  Al Dr. Roberto Soto, gran investigador que en España, siempre encuentra informaciones interesantes sobre la historia de Cuba, y reviso el trabajo sobre Washington Irving.

  Y no puedo de mencionar el nombre del gran “Rambo” que me acompaña en mis lecturas y escritos. Cuando llegamos a viejo, lo mejor que podemos hacer, es tener ocupada la mente en cosas valiosas, y olvidarnos de la basura que se ve en TV, y se lee en las publicaciones.


El autor

“…lugar donde el infortunado Boabdil lanzó su última mirada a Granada. Ostenta hoy un nombre que expresa sus pesares, la ‘Cuesta de las Lágrimas’, y la cima de una roca, donde Boabdil lanzó su última exclamación de dolor…llámase aún ‘El Ultimo Suspiro del Moro’ ”.

  “Fue aquí también donde se hizo más amarga su aflicción con el reproche de su madre, Ayza, que tantas veces le ayudara en horas de peligro, y que en vano trató de infundirle su esforzado ánimo. “Llora como mujer –le dijo- lo que no supiste defender como hombre’, palabras que tenían más sabor a orgullo de princesa que a ternura de madre”.

(Cuentos del Alhambra)


“Aun hoy en día cuando oyen en las montañas Kaatskill tronar en verano, dicen que Hendrick Hudson y su tripulación están jugando a los bolos, y todos los maridos gurruminos de la comarca cuando se sienten aburridos de la vida, tienen el deseo de beber un trago tranquilizador en la redoma de Rip Van Winkle”.

(Libros de los esbozos)

16 comentarios:

  1. Washington Irving

    También de interés el artículo sobre Washington Irving, el cual sabrás se encuentra enterrado en el cementerio de Sleepy Hollow. Habiendo sido el pueblito de Tarrytown donde viví cuando llegue a Estados Unidos por España en 1963, siempre me interesa ese lugar, su historia, y sus personajes. En los bosques de Sleepy Hollow en 1963 a 1964 cazamos y mataperreamos mis primos, mi hermano y yo. Visitando por primera vez el cementerio de Sleepy Hollow, me causó asombró el tamaño tan grande. Mi hermana Cely trabajo en la oficina del cementerio por varios meses, y en temporadas de verano, pasaba yo por delante al cementerio por la Broadway, siendo muy impresionante unas luces (de velas, eléctricas, o de luz brillante?) quese le ponían a ciertas tumbas. Recuerdo aquellos años con cariño.
    Joaquín Sueiro

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  2. El escrito del señor León me ha encantado. El Alhambra que nos describe Washington Irving, es un mundo lleno de leyendas, con una gran inspiración y nos va detallando ese mundo fántastico donde paso un tiempo feliz. El señor León hace una descripción muy bonita del libro, que al leerla uno queda interesada en conocer todo aquello. Me asombra que en Estados Unidos, se conozca bien poco su obra. Una amiga me regalo por Navidad el libro, lo he leído, y pienso viajar a España este año si Dios lo permite
    Florinda White
    Atlanta, Georgia

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  3. He leído Washington Irving otra vez, pues de corazón me ha gustado el articulo del senor Leon. Me encanta las descripciones de la vida de Irving. El estilo de este trabajo es de verdad muy bonito y bien escrito.He leido otros trabajos de Leon, y la verdad que siempre son interesantes. Quisiera saber si tiene en venta este libro o folleto. Espero otros articulos interesantes.

    Julio Antonio Gonzalez
    Los Angeles, Ca.

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  4. He llegado a la pagína Digital sin darme cuenta buscando algo interesante. Lo he encontrado. De verdad que he leído este trabajo sobre Irving que me ha gustado mucho. Si uno pidiera encontrar cosas así, la lectura de ellos sería interesante. La TV, tiene mucha basura. Cada día las personas pierden miserablemente su tiempo. Con artículos como el de Irving, uno se deleita leyendo. Fui a la biblioteca cercana y solicitar el de Washington Irving, lo van a pedir a otra biblioteca. He vuelto a esta padina Digital dos veces, para deleitarme leyendo algo interesante.

    Mario Guerrero
    Los Angeles,Ca





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  5. He leido con interes este trabajo, nunca antes habia leido nada sobre el escritor americano Irving, voy a ir a la biblioteca a buscar sobre su vida. Me ha gustado mucho, fantastico. La semana estoy de vacaciones y quiero encontrar un libro sobre Irving.


    Jesse Walker
    Atlanta,

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  6. He vuelto ha leer este articulosobre Irving, del cual he leido su libro en ingles, pero este articulo delsnor leon esta muy interesante. He vuelto a Pensamiento que siempre tiene buenos articulos. El de Irving es maravilloso. Le he recomendado esta pagina a mis amistades.
    mario Guerrero, Los Angeles, Ca.

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  7. Mi amigo Mario Guerrero me recomendo esta pagina digital, diciendome que habia buenos articulos y es verdad. He quedado encantada con este trabajo sobre Irving, cuando estudiaba literatura en el Colegio,de casualidad me encontre este libro de Irving y me ghusto su descripcion de Espana y los mulsumanes. He pasado un buen rato leyendo este trabajo y otros. Gracias

    Ana Mujica
    Los Angeles, Ca.

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  8. Rene:
    Me gustó mucho tu ensayo. Para mí eres un historiador de peso. Tus ensayos son siempre muy convincentes. Tu trabajo es completo. Pues su contenido no es apurado. Tiene siempre la talla de lo justo. Tanto en el contenido como en la forma.
    FRelicitaciones,
    Dra. Herminia D. Ibaceta
    Gainisville, Fl.

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  9. Este ensayo es bello y bien escrito. Da gusto leer escritos asi. La Pagina Digital de Pensamiento, tiene calidad y cosas bellas.


    Mary Osborne
    Charleston, SC

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  10. Muy bien escrito este ensayo. Da gusto de leerlo. Se ve que el senor Leon sabe escribir, lo felicito.Hace cinco anos visite el Alhambra.



    Mary Costello
    Charleston, SC

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  11. Bien escrito este trabajo sobre un famoso de Estados Unidos que hoy en dia nadie menciona. Escribio muy novelas y ensayo de gran valor. Puso en conocimiento de Estados unidos e la cultura de Espana y de lo dejado por los musulmanes. He leido este articulo y he quedado encantada de el. Pensamiento Digital es fantastico, buenos escritos de valor educativo.

    Esther Garcia.
    Concord, NC

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  12. Muy bien escrito sobre la vida de Washington Irving

    Bertila White

    Georgia

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  13. diculpen pero en que ambiente y lugar se inspiroo irving para crear la obra de rip van winkle

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  14. Rip Van Wingle cuento corto de W. Irving, que aparece en The Sketch of Geoffrey Crayon. Fue escrito cuando se encontraba el autor en Inglaterra con su hermana Sarah. La historia de un aldeano vago y borrachon que se queda dormido en las montanas Kaarskill y cerca del rio Hudson. Y duerme por mas de 20 anos y al despertar se enc uentra en un mundo raro, desconocido, su perro se fue y lo dejo solo. Es la historia dejada de un escrito postumo de Diedrich Knickerbocker, un anciano caballero de New York.

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  15. he leido cuatro veces este trabajo por lo interesante que es.

    Felix Ramos

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  16. He leido este articulo seis veces por lo interesante que es. Describe la vida de W. Irving muy bien y se le hace mas fácil el poder otros libros sobre Irving que están llenos de muchas palabrerias. Joseph Jones

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