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miércoles, 1 de abril de 2015

Reportaje fotográfico sobre ciclón de 1926

Por: Ziomara Lamelas

El llamado "Ciclón del 26", que afectó La Habana, Pinar del Río, Matanzas y la Isla de Pinos, ocurrió el 20 de octubre de 1926. Su categoría fue de SS-4, con vientos que alcanzaron los 196 km/h, durando en La Habana siete horas y acompañado de una marea de tormenta.
Los daños materiales fueron estimados en unos 100 millones de pesos de la época y ocasionaron aproximadamente unos 600 muertos.
Afectó seriamente al occidente del país, en particular a la Capital. La violencia del viento derribó los cultivos y afectó notablemente la infraestructura industrial de La Habana. Hundió un sinnúmero de embarcaciones fluviales y numerosas entre las ancladas en el puerto. Miles de viviendas fueron destruidas. Decenas de cadáveres fueron arrastrados al mar por las aguas.

El Huracán de 1926". Octubre 20 de 1926. (Categoría 4).

El huracán del 20 de octubre de 1926 ha sido una de las tormentas más intensas y destructivas que han azotado a la provincia de La Habana y la ciudad de la Habana - y la que ha ocasionado quizás el peor de sus desastres. Se formó en la porción sur del Mar Caribe occidental el día 16 (ver Figura 1), moviéndose con rumbo próximo al nortenoroeste (Ortiz, 1977). El día 17 alcanzó la categoría de huracán, en un proceso de franca intensificación en la medida que se aproximaba a la Isla de la Juventud (Isla de Pinos, como se llamó siempre). Sobre dicha Isla inició la recurva que lo llevó a la provincia de La Habana el día 20, donde penetró en tierra cerca de la Playa del Cajío, pasó por las inmediaciones de Quivicán, más tarde por Loma de Tierra, después próximo a Minas y Guanabo (Ortiz, 1977).

La presión mínima registrada en la estación meteorológica de Casablanca con un microbarógrafo altamente sensible y confiable, fue de 951 hPa (Millás, 1926); pero este registro correspondía con la pared del ojo, a unos 13 Kms. de distancia del centro. En Nueva Gerona, Güira de Melena y Cojímar fueron medidas presiones mínimas aún más bajas (939 hPa) con barómetros aneroides (Millás, 1926), pero también a alguna distancia del centro de la tormenta. Una estimación realizada a partir de toda la información disponible alcanzó aproximadamente el valor de 934 hPa.

El viento máximo de la tormenta se desconoce. Los anemómetros de Casablanca dejaron de funcionar al registrar 160 Km/h. Millás (1926) estimó el viento máximo entre 230 y 250 Km/h, con rachas superiores. A partir de la presión mínima estimada se calculó un viento máximo de 230 Km/h. El mejor ejemplo de su violencia lo es la palma real, en el Surgidero de Batabanó, atravesada por una viga de pino de 3 m de longitud, con un grueso de 0.10 metro por 0.05 metro, a una altura del suelo de 7.5 metros.
Las lluvias fueron extensas y torrenciales. Comenzaron a afectar a La Habana desde el día anterior al paso del huracán. Se midió una intensidad máxima de 3.3 mm/min., en las proximidades del vórtice. El total acumulado fue de 510 mms. La lluvia era salada.
No existen datos confiables acerca de la marea de tormenta ocurrida. El profesor Roberto Ortiz recogió el testimonio de testigos oculares de que en Batabanó el nivel de las aguas subió 3 metros. Fuertes marejadas ocurrieron en la Ciudad de La Habana, las que produjeron severas inundaciones costeras.
Este huracán ocasionó una inmensa destrucción . La Habana quedó totalmente incomunicada, sin luz, ni agua, ni teléfonos, con los caminos interrumpidos. En la Bahía muchos barcos quedaron al garete y luego fueron lanzados sobre la costa. Efectos similares se observaron en otras zonas afectadas por el huracán. Las muertes se estimaron en 600 y hubo infinidad de heridos (Ortiz, 1977). Algunos cálculos hicieron ascender las pérdidas a unos 100 millones de pesos.

Parque Central, 24 horas después del paso del ciclón

El Paseo del Prado, tres días después del paso del ciclón


Ziomara Lamelas Frente al edificio de la sede de la Secretaría de Obras Públicas.


Ziomara Lamelas La Estación de ferrocarril de Marianao.


Ziomara Lamelas La Calzada del Cerro.


Ziomara Lamelas El Secretario de Obras Públicas Carlos Miguel de Céspedes, dirigiendo personalmente las obras en Marianao.


Ziomara Lamelas Monumento al Maine, Ciclon del 1926.


Ziomara Lamelas Inundación del Parque Maceo durante el huracán de 1926 (Tomado de la revista Carteles,


Ziomara Lamelas Destrucción producida por el huracán de 1926 en la esquina de Malecón y Campanario (Tomado de la revista Carteles.

Ziomara Lamelas's photo.

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