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jueves, 15 de agosto de 2013

La Fundación de San Agustín de la Florida, por Don Pedro Menéndez de Avilés, en el 1565


René León

  Se ha hablado mucho del descubrimiento de la tierra de La Florida, llamada así por Ponce de León. Pero mucho antes que Ponce de León, se habían sucedido otros intentos que no dieron el resultado esperado. El primero, la expedición de Diego de Miruelo, en 1516, quien al regresar a Cuba no había tenido el cuidado de hacer un mapa “…sin haber hecho el oficio de buen piloto de demarcar la tierra y tomar altura” (Inca Garcilaso, La Florida, Obras Completas, 1970, p.31-32). El segundo intento lo lleva a cabo  Francisco Hernández de Córdoba, en 1517, que fue enviado por Diego Velázquez desde Cuba a las costas de Yucatán. Pero su enfrentamiento con los indios, del que sale herido, le ocasionaría la muerte diez días después de llegar a Cuba. La tercera expedición conocida es la de Alonso Álvarez de Pineda (bajo el mandato del gobernador de Jamaica, Francisco de Garay), quien dirigió una flota en busca del paso al Mar del Sur, y recorrió la costa desde la Florida hasta Tampico. A su regreso, el gobernador Garay solicitó del Rey la colonización de esas tierras en 1521, pero al confrontar muchos problemas regresó a Jamaica en 1523. Otra de las expediciones fue la que Lucas Vázquez de Ayllón envió al mando del piloto Francisco Gordillo en busca del estrecho de la Florida, pero al encontrarse en la Florida Pedro de Quexos lo llevó a perseguir a los indios y llevárselos como esclavos. A su regreso a La Española fue castigado por Ayllón. Años más tarde, Ayllón dirige una expedición a la Florida que salió del puerto La Plata (Santo Domingo). Y funda la colonia de San Miguel de Guadalupe (Jamestown), aunque ésta fracasa a su muerte en 1526. Los padecimientos que pasaron y los ataques de los indios les hacían la vida muy dura a los expedicionarios, de los que regresaron a La Española sólo ciento cincuenta.. En 1537 Hernando de Soto es designado por Carlos V como Adelantado de La Florida. Reclutó un ejército de 600 hombres, que zarpó de La Habana hacia La Florida en siete navíos  grandes y tres pequeños. Desembarcaron en la bahía de Tampa el 25 de mayo de 1538. Sus hombres capturaron a un español que vivía con los indios y que se llamaba Juan Ortiz, al que le pusieron por nombre “el indiano”. Ortiz informa a Soto que en esa parte de La Florida no había oro, pero que había un reino más al Norte. Y hacia allá se fue Soto con sus hombres: su aventura le costó su propia vida y a la vez costó las de muchos de sus hombres. Al llegar al río Mississippi, muere el 25 de marzo de 1542. Sus restos mortales fueron colocados en una canoa, y lanzados al río para  que se hundieran. Muchos de sus hombres murieron, y los pocos que sobrevivieron llegaron a México al mando de Luis Moscoso Alvarado.

  Pero la expedición fracasada que los Cronistas consideran mal dirigida por incapacidad fue la de Pánfilo de Narváez en 1527. Fernández de Oviedo, en su Historia  general y natural de las Indias, IV, BAE, 1959, pp. 285-288, dice: “Esto acaese a los que no bien pensadas e ponderadas primero sus empresas, se pierden con ellas, e lo que es peor, causan que otros acaben mal….Narváez: para ser mandado y no para mandar”. Mas adelante dice, recordando su fracaso en México, “Si Pánfilo de Narváez no perdiera la memoria de cómo fue tratado en la Nueva España, e mirara cuán al revés le salieron sus pensamientos, no buscara otros torbellinos e fatigas” (Oviedo, pp.285-286).


  En 1526 un grupo de frailes, encabezado por Fray Luis Cáncer, desembarcó cerca de la bahía de Tampa. Ellos traían collares, espejos y otras bisuterías para ganar la amistad de los indios; al principio, los aceptaron pero, al pasar los días, los atacaron, los hicieron prisioneros, y los fueron matando uno a uno -sólo se salvaría uno de los religiosos-.
  La Florida fue olvidada. Habían fracasado todas las expediciones enviadas y sus capitanes, muertos. Pero al pasar los años la situación cambió totalmente, habida cuenta de la contienda religiosa entre católicos y protestantes. El rey Felipe II le da permiso al Capitán Pedro Menéndez de Avilés para explorar y colonizar La Florida como Adelantado de la Corona, con la condición de eliminar a todos los protestantes que se encontraran allí.


  En 1563, el Almirante Coligny, jefe de los protestantes franceses, que eran llamados hugonotes, ordena preparar una expedición para ser enviada  a La Florida, al mando de Jean de Ribault, gran capitán de la armada francesa, y establecer una colonia y expandir el poder francés en aquellas regiones,
  La presencia de los protestantes franceses en La Florida preocupaba a España; aquéllos se habían establecido y construido un fuerte en el (St.John River) -San Juan-, y estaban tratando de extender sus dominios más allá del territorio ocupado. Al ser enviado Menéndez de Avilés con orden de exterminar por orden del Rey a todos los protestantes, se vendrían abajo todos sus proyectos.
  La expedición de René Gaulaine de Laudonniere llega a La Florida en 1564 y se asienta en un área a la que llamaron Fort Caroline (Jacksonville), utilizando este lugar para poder atacar a los barcos españoles.
  Pedro Menéndez  de Avilés  sale de Cádiz el 29 de junio de 1565 con 19 buques y 1,504 soldados y colonos. En su viaje sufre un terrible huracán que lo deja sólo con 5 barcos y 600 soldados y 16 mujeres. Se refugia después en Puerto Rico, de donde sale y llega a la bahía de Vizcaíno (Biscayne Bay); de allí parte, y el día 28 de agosto llega a lo que es hoy San Agustín, a la cual bautiza con ese nombre, cerca del río de Los Delfines. Reúne a todos sus hombres y prepara un ataque a Fort Caroline, pero allí se encuentra con que los franceses tienen cuatro galeones. Prepara un ataque por sorpresa, el 20 de septiembre, en el que mata a casi todos los hombres (132) por ser hugonotes y piratas, y perdona la vida a las mujeres y los niños, mientras que el resto de los hombres se interna por tierra. Renombra el fuerte como San Mateo. Días después captura en un islote a 140 corsarios franceses a los que mandó degollar después de que éstos se habían rendido. Desde aquellos tiempos ese lugar se llama Bahía de Matanzas. En Europa, al saber lo que había hecho Menéndez de Avilés, se horrorizaron. Motivado por lo pasado, da comienzo en la historia de España “La Leyenda Negra de España”. Cuatro años después, una expedición francesa atacó el fuerte de San Mateo, al sur de San Agustín, y fueron pasados a cuchillo y ahorcados los sobrevivientes. Ésa fue la revancha que le infligieron a los españoles.
  San Agustín de La Florida fue creciendo poco a poco, hasta llegar a ser la ciudad más antigua de los Estados Unidos. El saqueo de San Agustín por piratas se produjo en 1668. Para volver a reponerse y dar comienzo a la construcción de mejores defensas para el futuro de ella, se erigió el Castillo de San Marcos en el 1672. Se usó por primera la piedra de coquina, que está compuesta por conchas de molusco “Donax” y arena, que se juntan con la cal de la arena y agua, y que le dan una solidez extraordinaria. Dicha construcción duró 23 años.
  San Agustín fue sitiada varias veces, pero nunca se rindió.  La Florida pasó a poder de Estados Unidos en 1821. Al día de hoy, San Agustín es una bella ciudad turística, con una población que acoge con afecto y cariño a todos los que la visitan, y que pronto va a celebrar sus 450 años de fundación.

2 comentarios:

  1. Este senor Leon es un buen historiador y parece conoce mucho sobre la historia de La Florida. Sus escritos estan bien escritos.


    Agustin Echevarria
    Sarazota, Fl.

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  2. muy bueno e interesante articulo sobre San Agustin. Cada dia se aprende algo nuevo

    Florinda Perez
    Tampa

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