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sábado, 15 de noviembre de 2014

DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS

Portada pintada por: W. L. Taylor

Por Leonora Acuña de Marmolejo

     La primera celebración de Acción de Gracias o Thanksgiving, fue celebrada en Plymouth (Massachusetts) en 1621 por los (pilgrims)  peregrinos que habían emigrado de Inglaterra hacia Holanda en 1608, debido a la persecución que sufrían por sus creencias religiosas. Mas en 1620 decidieron zarpar hacia este continente.
     Al arribar a Plymouth se encontraron con el indígena (de la tribu Wampanoag), llamado Tisquantum, más conocido como Squanto, quien a través de trueques logró conseguir artículos de metal como anzuelos, cazoletas y sartenes, y quien a su vez,  les mostró a los colonizadores dónde encontrar pesca y caza, así como plantas comestibles, algo que fue muy positivo ya que al terminar el invierno de 1620 sólo habían sobrevivido (gracias a la ayuda de los indios) 38 de los 120 peregrinos que habían arribado inicialmente En ese primer invierno, esa tribu generosa compartió alimentos con ellos. La parte negativa de este encuentro, fue que los peregrinos trajeron consigo enfermedades tales como la influenza, la fiebre, el sarampión y la viruela lo cual causó la muerte de muchos indígenas . A pesar de todo, la relación inicial de las dos culturas fue cordial y positiva.
     Sin embargo, la costumbre de “dar gracias” se remonta a tiempos muy antiguos cuando el hombre comenzó a sentirse agradecido  por las cosechas y beneficios recibidos.
El pavo o guajolote usado en la típica comida de thanksgiving es ave oriunda de América; la que los exploradores españoles encontraron  después de su llegada a México donde esta ave era usada especialmente por su carne y por sus plumas. Los exploradores la llevaron luego a su regreso al continente europeo.  La popularidad de esta ave en el Nuevo Continente llegó a tal punto que Benjamín Franklin logró que el pavo fuera reconocido como el “ave nacional” de los Estados Unidos.
      Se dice que los pobladores de la Colonia de Virginia, celebraron su primer Día de Acción de Gracias” el 4 de diciembre de 1619 en la plantación Berkeley ubicada al sureste de Richmond en el río James. Pero la mayoría de personas asocian este día  con los peregrinos que en 1620 comieron pavo silvestre con un grupo de indígenas para dar gracias por sus cosechas. Posteriormente, aunque el presidente Washington había emitido una proclama  sobre dicha celebración en 1789, fue el presidente Lincoln quien  en 1863 (cuando se daba la guerra civil), decretó el feriado nacional, y más tarde el presidente Roosevelt  declaró que debería celebrarse el cuarto jueves del mes de noviembre.

     Lo cierto es que el hombre siente gran paz  espiritual tras agradecer los beneficios recibidos: la vida, el amor, y el haber sido creado por Dios como un ser humano, una criatura divina que por tanto posee sabiduría, compasión, comprensión y perdón hacia sus semejantes para desenvolverse como un ser único dentro de la grande y fraternal comunidad mundial, cumpliendo así su destino. Debemos pensar con amor y reconocimiento hacia nuestro Creador, que estamos aquí en este mundo, por alguna razón o designio suyo. Al comenzar el día, bien podríamos dedicar media hora a la meditación  para pedir por nuestros seres queridos, y especialmente para darle gracias a Dios por todas las cosas buenas que nos ha dado y que nos deja disfrutar, reconociendo humildemente su bondad. Agradezcamos los grandes tesoros que poseemos como el poder ver el rocicler de un  amanecer, o  los tintes de fuego de un  ensoñador ocaso ; o apreciar la inocencia de los niños; o el poder  hablar; el poder escuchar el trinar de los pájaros ansiosos planeando entre el jardín; o el poder escuchar el rumor de una fuente, o una cascada, o el susurro del viento entre los pinos. Dios nos concede todos estos privilegios, y las comodidades de una vida confortable y satisfactoria que a menudo disfrutamos, rodeados del amor de nuestros hijos , de nuestros seres queridos, de nuestros entrañables amigos; y de nuestros maravillosos vecinos , etc. etc.. Por todo esto, pensemos reflexivamente, que todos los días deben ser de ¡ACCIÓN DE GRACIAS!   

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