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domingo, 1 de febrero de 2015

El hundimiento del barco SS Edmund Fitzgerald, el 9 de noviembre de 1975


René  León

   La  Northwestern Mutual Life Insurance Company de Milwaukee (Wisconsin) ordenó la construcción de un buque minero granelero para la ruta de los Grandes Lagos. La compañía encargada de construir el buque lo fue la Great Lakes Engineering Works del Río Rouge (Michigan), e iba ser el más grande de su clase. El día de la botadura fue el 8 de junio de 1958.
  Fue el buque más grande en Los Grandes Lagos, con una capacidad de 24,113 toneladas y 20 escotillas. Comienza sus operaciones el 13 de septiembre de 1958. Durante 17 años transportó Taconita desde las minas Duluth, Minnesota, a las obras de Toledo, en Detroit, y otros puertos de esa zona. Sufrió 5 colisiones en esos años.
  En la tarde del 9 de noviembre de 1975 parte hacia la fábrica de acero en Zug Island, en las cercanías de Detroit. Nunca llegaría. En su último viaje iba acompañado por otro barco, el Arthur M. Anderson, que se mantenía a cierta distancia. Cuando cruzaban el Lago Superior, los barcos se encontraron con una tormenta de invierno, sobre la cual el capitán recibió un informe meteorológico en el que se pronosticaban vientos de más de 100 km/h y olas de hasta  más de 10 m. Los dos cargueros cambiaron de rumbo para evitar los fuertes vientos, buscando refugio en las costas de Canadá.
  La última comunicación del Fitzgerald se recibió a las 19:10 horas. En ella, informaba al capitán del Anderson de fuertes vientos y de que las olas chocaban contra el barco, que cubrían por su altura el buque, y que “Aguantamos como podemos”. No se supo más de él.
  No se encontró ningún superviviente, ni rastro del barco. Nunca se averiguó qué motivó el desastre, el viento o las olas.
  Han pasado casi cuarenta años, investigadores de diferentes partes del mundo siguen buscando la causa de este hundimiento, así como el de otros buques en momentos de tormenta, sea a causa del viento o de las olas. Uno de los proyectos que prosigue las investigaciones en todo el mundo es el que versa sobre las  “Max Wave” (u olas gigantes),

  Los investigadores han llegado a la conclusión de que olas gigantes, u olas vagabundas u olas monstruo, son las responsables de estos naufragios.
  En Wikipedia, la enciclopedia libre, aparece un artículo sobre Olas Gigantes, como la causa más factible de la desaparición de barcos y tripulantes.
  Las olas producidas por una tormenta en alta mar pueden alcanzar los 7 m de altura, pero bajo condiciones extremas éstas pueden llegar a 15 metros.
  En el Golfo de México, cuando el Huracán Katrina, se pudo comprobar que se habían registrado olas de más de 30 m de altura.
  Para no confundir estas olas gigantes con un tsunami, los investigadores definen los tsunami como “olas generadas por desplazamiento de masas de agua que se propagan a gran velocidad”, que resultan más peligrosas cuando se acercan a la orilla de las playas.
 Este tipo de olas ha ocasionado numerosos accidentes en barcos en diferentes mares.
  En 1933, en el Pacífico Norte, el petrolero “USS Ramapo” tuvo un encuentro con una ola gigante. La tripulación calculó su altura en 34 metros.
  En 1942, mientras transportaba 15,000 soldados estadounidenses a Inglaterra, a 700 millas de Escocia, durante una tormenta, el “Queen Mary” fue golpeado en el costado por una ola de 28 m de altura, que casi lo hace voltear.
  El “München”, carguero de 6 años de antigüedad y 37,134 toneladas de desplazamiento, desapareció en 1978, después de mandar una señal de socorro desde el Atlántico; el rescate llegó muy tarde, y solo encontraron restos del carguero y no sobrevivientes. Se cree fue una ola gigante o varias que volcaron el carguero.
 Estos son unos pocos ejemplos de lo que esas olas gigantes pueden hacer.
 En Wikipedia hay otros numerosos ejemplos de lo que puede llevar a cabo este tipo de olas.
  Aunque a ciencia cierta no se sabe lo que le pasó al “SS Edmund Fitzgerald”, se cree esto fue lo que le sucedió en su viaje de retorno.


Barco mercante en alta mar mientras una gran ola se forma tras él. Las grandes olas son comunes en la curva de las 100 brazas en el Mar Cantábrico. Publicado en verano 1993, ejemplar "Mariner's Weather" Log. Credits: Biblioteca Fotos NOAA.

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