Pinar del Río

Fondo de Cultura Económica, México, 1946

El conocido historiador cubano fallecido Emeterio S. Santovenia, dejó una extensa obra como escritor e historiador sobre Cuba. En uno de sus libros hace una descripción de la provincia de Pinar del Río, y su historia:

(extractado) sobre los primeros habitantes:

Dice, que“…Del norte del Continente bajaron y del este del Archipiélago subieron los grupos que a lo largo de muchos siglos fueron dando contenido humano a Cuba. Del norte pudieron llegar en canoas a la isla los primeros cobrizos conocidos que habitaron. El extremo occidental de ella debió de estar comprendido entre las comarcas que recibieron a unos hombres que la Historia apellido siboneyes. Del naciente de la propia isla nuevas culturas empujaron hacia el extremo occidental a otros núcleos de aquellos mismos siboneyes, inferiores a los invasores en coraje defensivo y mente cultivada”.

Santovenia va explicando como los primeros habitantes de Pinar del Río, de vida dócil y de resistencia pasiva fueron dominados por los nuevos invasores conocidos por taínos, más adelantados que los siboneyes. El sistema de vida y organización de ellos fue superior a los de los siboneyes. Cosa que le dio el control de la isla. No ofrecieron resistencia a ellos, en la cultura y vida en general, siendo esclavizados por estos. Pequeños grupos de siboneyes se refugiaron en el extremo occidental de la isla. Estos dejaron huellas de su existencia que al pasar los años fueron encontradas por investigadores del pasado de la isla. Santovenia, dice: “…Sobre ser la primera asentada en la isla en condiciones que dejaron huellas durables, fue conservada en la época de la coexistencia de siboneyes y taínos. En cambio, su subsistencia se hallaba defendida y mantenida aquí por la adversa situación proveniente del predominio taíno en el resto del país”.

Explica sobre los cacicazgos que había en el extremo occidental de laa isla: Marien, Guaniguanico y Guanahacabibes. El primero se encontraba en la zona del este. El segundo, en el oeste, y entre estas dos Guaniguanico, siendo considerada la primada de los tres cacicazgos. La forma de vida y cultura de los tres grupos diferían uno del otro. Pero de cultura siboney. Vivían una vida de holgazanería y eran indolentes, sobrevivían de lo que la Naturaleza les proporcionaba. Vivían en la intemperie, no tenían casas, ni pueblos, alimentándose de tortugas, pescado y animales que capturaban en los bosques.

Santovenia, dice que: “…Los europeos a quienes cupo la suerte de ser los primeros en pisar tierra cubana supieron por referencias que al poniente había una región cuyos moradores vivían en estado primitivo. Hasta llegó a admitirse por los civilizados blancos que tales cobrizos nacían con cola. La extravagante conclusión se mantuvo poco menos que en pie cuando hubo contacto material entre unos y otros; los blancos no pudieron entenderse con los salvajes cobrizos por medio de un intérprete lacayo, sino con el uso de signos y gesticulaciones. Poca distancia había entre esto y la certidumbre de que los habitantes de Guanahacabibes se hallaban en la escala animal en un grado inferior al humano”.

Al ir pasando el tiempo le fue imposible comunicarse con los cobrizos como fueron llamados. Estos respondían a los blancos con impresiones en la tierra y emitían expresiones graves.