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domingo, 1 de mayo de 2016

Semblanza bio-bibliográfica de Pío Baroja, Escritor Vasco (1872-1956)

 Pío Baroja
  por Niza Fabre

Pío Baroja, miembro destacado de la generación de 1898 en España, se cuenta entre los escritores más importantes del siglo XX. Baroja estampó su propia personalidad y sus preocupaciones en su producción literaria. Le concernía lo que ocurría a su alrededor y consideraba la injusticia, uno de los problemas vitales de una  sociedad, en la que el más fuerte sobrevive y el débil perece. Era profundamente pesimista acerca de las injusticias e hipocresía de la sociedad.
            Nuestro escritor nació el 28 de diciembre de 1872, en la casa propiedad  de su abuela, localizada en la Calle Oquendo de la Ciudad de San Sebastián; desde la primera infancia sintió gran apego por su patria chica, el País Vasco, y todo lo relacionado con éste: terruño, historia, naturaleza, y la mentalidad de los pobladores.
 Aunque vivió en otras ciudades de España: Madrid, Barcelona, Valencia, en su corazón siempre estaba presente el suelo donde nació. 
          Baroja heredó el talento de escritor de la tradición familiar. Se crió entre libros,  mirando con ojos de niño la gigantesca  biblioteca de  su padre. En una ocasión dijo que de no haber visto a su progenitor leer y escribir prolíficamente, quizás nunca se le hubiera ocurrido ser novelista. Como tal, la sinceridad, principalmente con él mismo y la verdad integra, en todo momento y  circunstancia de la vida, marcaron su obra.
            El autor terminó el bachillerato en 1887, en Madrid, e ingresó en la facultad de medicina de la Universidad Central de Valencia en 1888. Obtuvo su  título de médico en Madrid, en 1893, con una tesis doctoral en. “El dolor: Estudio Psicofísico”.
Ejerció la medicina en Cestona donde residió por un año. Sus experiencias de estudiante y su  primer año como médico le proporcionaron la materia prima para sus primeros dos libros, Vidas sombrías y La casa de Aizgorri, ambos escritos en 1900. En Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901) analiza las contradicciones de la esencia humana.
Para esta  época ya había decidido dedicar su vida a la escritura y había comenzado a colaborar con diferentes diarios y revistas de Madrid.  Con Camino de perfección (1902), ya se le considera un nuevo escritor eminente.
 Valorado en el periodismo, su primera experiencia en ese campo fue una critica de teatro que escribió para  El Globo. Su labor periodística continúa en El País, El Imparcial y El Globo de Madrid.
 Sus artículos informativos fueron recopilados en El Tablado de Arlequín (1904), El Nuevo Tablado de Arlequín (1917), y Vitrinas pintorescas (1935). - Note this
             Idilios vascos (1903) y El  Mayorazgo de Labraz (1903) lo consagraron novelista de la era en España y en otros países. En La lucha por la vida (1904-1905), escrita en tres partes: "La busca” (1904)”, “Mala hierba” (1904), y "Aurora roja" (1905), critica  la organización del mundo.
 La feria de los discretos(1905) está situada en Córdoba.
 Después de uno de sus tantos viajes a otros países de Europa, publicó La Dama Errante (1908), cuyo argumento tiene que ver con el intento de asesinato de Alfonso XIII en el día de su boda.
La ciudad de La niebla (1909), localizada en Londres.
           Zalacaín el aventurero (1909, recrea aspectos de la vida  vasca a fines del siglo XIX.
César o nada (1910) incorpora, en lo que cabe, el material que el escritor había reunido para el proyecto de escribir la historia de César Borgia.
 Las aventuras de Shanti (1910) es parte de la tetralogía El Mar.
 El árbol de la ciencia(1911) evoca el Madrid de la  juventud del autor.
El mundo es ANSI (1912), trata de la odisea sentimental de la protagonista.
          Aunque la obra de Baroja se centra en la narrativa y  muy poco en la poesía, ésta se puede encontrar en su prosa, especialmente cuando describe paisajes y evoca lugares de ciudades antiguas.
 En Las horas solitarias (1918) recuerda un viaje a Málaga y confiesa sus deseos de escribir versos.
 La clave de su ideología se puede encontrar en sus novelas, las que le sirven para transmitir sus ideas filosóficas y sus valores morales, por medio de un estilo directo y conciso. 
Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, Baroja escribió Juventud y egolatría (1917), Idilios y fantasías (1918), Las horas solitarias (1918), La cueva del humor (1919), Horas solitarias (1918), La sensualidad pervertida (1920), Divagaciones apasionadas (1924).
Canciones del suburbio (1944) es la síntesis de toda su creación. Desde la última vuelta del camino (1949) la integran: El escritor según él según los críticos (1944), Familia, infancia y juventud (1945), Final de siglo XIX y principios del XX, (1946), Galería de tipos de la época (1947), La intuición y el estilo, (1948), Reportajes, (1948) y  Bagatelas de otoño, (1949).
La Guerra Civil en la frontera, es el octavo tomo de la memorias del autor que permaneció inédito hasta el 2005, año en que por cumplirse el quincuagésimo aniversario de su muerte, Pío Caro Baroja, sobrino del escritor, decidió publicarlo. Este libro trata de los horrores de la Guerra Civil Española
Prolífico escritor y trabajador incansable, Don Pío Baroja consideraba la faena una manera de aliviar el dolor de estar vivo.
Su actitud antagónica hacia el catolicismo y el protestantismo le hacía pensar que el cristianismo era corrupto en todos sus aspectos.

En cambio, encontraba la fuente de la verdad en la ciencia porque estaba convencido de que ésta no engaña..


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