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jueves, 15 de junio de 2017

Antiguo Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana (I)

Por Yamira Rodríguez Marcano
Tomada de: Habana Radio

En su trabajo “El antiguo Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana” (inédito), la historiadora Patricia Andino, aborda las memorias de este importante plantel educativo y el devenir de la enseñanza secundaria en Cuba, la cual, no fue hasta 1863, con la fundación de los institutos de Segunda Enseñanza, que solucionó finalmente su situación. Según esta investigadora, a partir de los textos de referencias consultados, en los nuevos centros se impartían los estudios generales de segunda enseñanza –hasta la obtención del título de Bachiller en Artes– y además, los estudios de aplicación para las Escuelas Profesionales. Losestudios de aplicación se daban inicialmente en las Escuelas Generales Preparatorias, pero al crearse los institutos estos asumieron la modalidad. Para ello fue necesario el traslado de algunos alumnos y profesores a los nuevos planteles.
La creación de los institutos se concibió en las Capitales de los Departamentos, y el primero en abrirse, claro está, fue el de La Habana. Le siguieron los de Santiago de Cuba, Camagüey y Matanzas, dejándose abierta la autorización para instituirlos en otras ciudades del país.Antes de establecerse la segunda enseñanza, el grado de Bachiller lo otorgaba la Real y Pontificia Universidad de La Habana que contaba –desde su fundación en 1728 y hasta 1842–, con cuatro Facultades Mayores, organizadas dentro del rango académico,en el siguiente orden: Teología, Cánones, Leyes y Medicina. Cada una de esas facultades otorgaba los grados de Bachiller, Licenciado y Doctor, igualmente la de Filosofía, considerada una Facultad Menor.
Así, el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana fue inaugurado oficialmente el 10 de octubre de 1863, a la 1:30 p.m. Asistieron al acto el Gobernador y Capitán General y otras personalidades de la época. Se ubicó en una edificación de la calle Obispo señalada con el No. 8, que formaba parte del Convento de San Juan de Letrán, sede de la Universidad de La Habana, fundada por los padres dominicos.


Iglesia de San Juan de Letrán
Los educandos debían aprobar una serie de materias para aspirar al Grado de Bachiller en Artes, entre ellas, Gramática Latina y Castellana, Nociones de Geografía, Historia, Aritmética y Algebra, entre muchas otras, y al mismo tiempo, un curso de lengua Francesa e Inglesa que los alumnos podían estudiar en cualquiera de los años.
En el Instituto existían cuatro tipos de matrícula: la oficial, la privada, la libre y la doméstica. La matrícula oficial provenía de las escuelas públicas nacionales o de escuelas privadas de la clase media y representaba el 50% de la inscripción total del centro; la privada venía de las clases más acaudaladas, los alumnos estudiaban en escuelas privadas o anexas al Instituto, pero debían hacer exámenes oficiales en este. La matrícula libre no tenía procedencia social determinada, los escolares venían igual de clases acomodadas o humildes, y se caracterizaba porque el alumno solo asistía al Instituto a examinar las distintas asignaturas. José Martí, por ejemplo, llevó varias asignaturas por este tipo de matrícula.
La edad de admisión a los institutos fue un debate permanente hasta que la Cámara de Representantes aprobó la Ley del primero de mayo de 1916, que fijó la edad de ingreso a la segunda enseñanza en 13 años. Al principio, el plantel solo aceptaba como estudiantes a los hombres, pero a partir del año 1879 se comenzaron a admitir las mujeres.
Antonio Bachiller y Morales fue el primer director del Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. El destacado profesor universitario, periodista, historiador, jurisconsulto, bibliógrafo y americanista, fue quien se encargó además de organizar el nuevo centro y asumirla responsabilidad de diferentes materias, como la Economía Política y la Legislación Mercantil. A este célebre intelectual se le debe la creación, en el propio Instituto, de una Biblioteca, un Museo Botánico y un Gabinete de Física.
El antiguo Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana también poseyó –afirma Andino– otras instituciones importantes como el Museo Antonio Modesto del Valle de Zoología y el Museo Gundlach, este último fundado con las colecciones del eminente científico Johann Cristoph Gundlach. En 1892, el gobierno colonial español adquirió las piezas por 8000 pesos oro para el Instituto con la condición de que la colección no debía fragmentarse ni abandonar nunca el país, y por otra parte, que fuera un museo de carácter público. El 17 de julio de 1895, precisamente el día del cumpleaños 85 de Gundlach, el naturalista alemán inauguró solemnemente, en compañía de amigos, patrocinadores y de la familia cubana que lo protegió y ayudó en la Isla, el Museo Zoológico Cubano Juan Cristóbal Gundlach, ubicado en un privilegiado local del Instituto y considerado por los Catedráticos el “tesoro científico más grande que posee Cuba”.


Igualmente, contó con un Museo de Historia y un Jardín Botánico. El primero, para recordar a los ocho estudiantes de medicina fusilados injustamente el 27 de noviembre del 1871, los cuales habían estudiado el bachillerato en el Instituto. Los ochos expedientes se mantenían en exposición permanente. El segundo, se organizó en 1901, con una extensión aproximada de cuatro hectáreas y se hallaba situado en la Calzada de Carlos III, en el sitio conocido como Quinta de los Molinos.
Desde que se crearon, los institutos de segunda enseñanza se sostenían con el presupuesto general del Estado. En 1893, fue dictada una Ley Presupuesto para que estos centros fueran costeados con los fondos provinciales o municipales. Cuando termina el siglo XIX, en Cuba solo existían seis Institutos Provinciales de Segunda Enseñanza, contando el de La Habana, nombrado Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de La Habana, y la Escuela de Artes y Oficios, fundada en 1882, por Fernando Aguado y Rico.
Durante el primer período de intervención estadounidense en la Isla (1898-1902), el gobierno militar trasladó esas instituciones de educación secundaria a la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública y creó una Academia de Mecanografía y Taquigrafía y una Escuela de Comercio, anexas al Instituto de La Habana.
En 1935, se proclamó el Decreto Ley No. 179 que establecía la creación de veinticuatro Escuelas de Segunda Enseñanza, superando así los seis institutos provinciales heredados de la época colonial. Los nuevos colegios quedaron repartidos entre las poblaciones más importantes del país, sin embargo, el aumento en el número de las escuelas perseguía limitar la matrícula de estudiantes de esta enseñanza pues los nuevos planteles recibirían un número de alumnos inferior al que antes asistía a los seis institutos. Entre las razones de ese reajuste sobresale el fuerte movimiento estudiantil generado durante el gobierno del Presidente Gerardo Machado (1925-1933) y la ola de agitación que le sobrevino a la caída de su mandato, la cual culminó con la huelga de marzo de 1935. Una de las medidas represivas ante esa manifestación fue la clausura de todos los centros de enseñanza media.
Con el intento de restablecer la actividad académica se promulgó una Ley Docente, en enero de 1937, que fortaleció la proliferación de los institutos y la disminución de su número a veintiuno. Pocos meses después, se restituyó la docencia y se emprendió la construcción de los nuevos planteles. Asimismo, se abrieron en La Habana los institutos del Vedado, La Víbora y Marianao, y el emplazado en Zulueta y San José pasó a ser, en la nueva estructura, el Instituto No.1 de Segunda Enseñanza de la Habana.
En 1959, con todas las reformas y mejoras introducidas en la educación por el gobierno revolucionario, el centro cambió su nombre en homenaje al Apóstol cubano, que por sus aulas había transitado: se le llamó entonces Instituto Preuniversitario José Martí.
En el 2002, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz inauguró en el lugar la Secundaria Básica Experimental José Martí, con capacidad para 1 300 alumnos. Desde el 2009, el inmueble reanudó sus funciones como Instituto Preuniversitario, honrando igual, con su nombre, la memoria del Héroe Nacional de Cuba.

2 comentarios:

  1. Hay un dato erróneo, al final del escrito el cual está muy bien elaborado y es; en el año 1959 cuando yo comencé en ese centro, se llamaba Instituto de Segunda Enseñanza No. 1 de La Habana, todos decían solo, Instituto de la Habana, en el año 1963 que ya se habia implantado la reforma de la enseñanza, los que estabamos en quinto año nos llamaban “plan de liquidación”, los que habian entrado tras nosotros recibian clases de secundaria, al terminar nosotros el ultimo curso de Bachilleres en Ciencias o Letras los que nos seguian terminaban su secundaria, seguian en el plantel, iniciando su primer año de “Pre” Dando lugar al Indtituto Preuniversitario de La Habana José Marti

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  2. Muchas Gracias por su comentario. Barbara Gonzalez

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