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lunes, 15 de enero de 2018

ESA INFANCIA DORADA

Foto tomada de:  Salud180

Lola Benítez Molina
Málaga (España)
                                                                 “Estos días azules y este sol de la infancia…”
                                                                                            (Antonio Machado)
Mundo dorado en el que se mantiene la inocencia, y aún no se ha probado la fruta prohibida.  Años que nadie debería enturbiar, en los que la figura materna y paterna son cruciales, como numerosos estudios científicos así lo abalan. Sin embargo, la desdicha se apodera, en muchas ocasiones, de esos días que deberían ser siempre luminosos y radiantes, sin un ápice de tristeza.
            Recientemente, el 30 de agosto del año en curso, falleció en su casa de San Diego la escritora y oradora estadounidense Louise Lynn Hay, considerada como máximo  exponente del movimiento del “Nuevo Pensamiento” y una precursora de los libros de autoayuda, que hoy en día están en plena actualidad, en un mudo muchas veces carente de valores esenciales. El hombre necesita aferrarse, en algún momento de su existencia, a todo aquello que pueda darle un sentido a su vida, por ello, es un buscador incansable de tesoros, unas veces falsos y otras, erróneos. Pues bien, Louise Hay con su libro “Usted puede sanar su vida” estuvo en la lista de best-sellers del “New York Times” durante doce semanas consecutivas. El Dr. Bernie Siegel escribiría sobre el mismo: “un libro excelente para reestructurar nuestra vida y alcanzar la autoestima y el amor propio”. Pero lo que a mí más me llamó la atención ,y me afligió,  fue conocer la infancia de tan insigne escritora, marcada por la pobreza, la inestabilidad y los abusos físicos, hechos lamentables que nadie debería experimentar. No obstante, esta mujer es un claro ejemplo de superación, que la llevó a realizar prácticas espirituales como la meditación trascendental, y aprendió a superar sus temores con la siguiente filosofía de vida: los pensamientos y las palabras son creadores de nuestra vida, que cada uno es responsable de sus propias experiencias y que puede cambiar su vida si modifica su modo de pensar, escogiendo y prestando atención a las palabras que utiliza”. Estudió en la Maharishi´s International University, en Fairfiel, Iowa, y relacionó las causas psicológicas y espirituales con la aparición de las enfermedades.
            Como diría Agatha Christie: “Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz”. La infancia es una de las grandes cuestiones que marca nuestras vidas para bien o para mal. Es cuando se forja el carácter.
            Edgar Allan Poe, poeta, narrador, crítico y uno de los mejores cuentistas, estuvo marcado, como tantos otros, por su infancia al quedar huérfano con apenas dos años de edad. La temprana muerte de su madre se convirtió en una de sus obsesiones recurrentes y lo marcó profundamente.
            He conocido a mucha gente en mi vida y puedo afirmar que el hombre, ser buscador incansable de la felicidad, dice estar más cerca de ella cuando experimenta lo que es la fe y sabe darle un sentido a su vida. Estas personas viven con alegría y saben afrontar los problemas con una entereza digna de encomio.
            Como colofón, esta preciosa frase de Austin O`Malley: “Una rosa obtiene su color y fragancia de la raíz y el hombre su virtud de su infancia”. 

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