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martes, 15 de mayo de 2018

PEQUEÑAS GRANDES HISTORIAS DE AMOR





Autor: Julio V. R.  Melgarejo Abdala
Ed: Plumágica


Julio, periodista y escritor, ha dedicado gran parte de su vida a la radio, como excelente comunicador que es. Nació en Quilmes (provincia de Buenos Aires, Argentina). En marzo de 2003 llegó a Málaga, como él mismo dice, por una historia de Amor. Éste, su segundo libro, que ve la luz, es, sin duda, un canto al Amor con mayúsculas. Anécdotas y ficción se entremezclan y dan como resultado un remanso de pasiones en las que se detiene el tiempo, quimera que todos quisiéramos conseguir. Quien lo haya experimentado sabrá muy bien de qué habla, pero lo muestra con una sensibilidad que consigue enamorar al lector.

            Un libro brillante, cautivador, escrito como ya he dicho anteriormente, por un auténtico comunicador, acostumbrado a manejar el lenguaje con soltura y maestría. A ello se añade una profundidad de sentimientos que encandila desde la primera página hasta la última. Los malos momentos se disipan y uno se sumerge en sus páginas para convertirse en el protagonista de historias fascinantes.
           
Julio Melgarejo dice sobre esta emoción tan noble, que es la que da sentido a nuestras vidas: “nada ni nadie borra una historia de Amor. El Amor es soberano por encima de pensamientos, de situaciones especiales y de promesas sin cumplir. El Amor gana todas las batallas, descubre todos los caminos y juega con el destino”. Dejémonos llevar por el juego y la pasión que transmite el autor. “Las mañanas se llenan de colores y las noches de sueños”. Soñar es lícito.
           
Como refiere Viktor Frankl. “Una vida sin sentido no tiene sentido ser vivida”. En estas páginas encontramos el sentido, aunque también muestre el dolor ante la inevitable pérdida. A colación son muy acertadas las palabras pronunciadas, en su día, por el mítico Julio Cortázar: “Todavía hay tiempo para imaginar cualquier cosa, para creer que aparecerás en cualquier instante, para incluso creer que me buscas”.

            Indudablemente, estamos ávidos de que nos cuenten historias bellas, que, como suele decirse, nos toquen el alma. Julio Melgarejo la toca.


Lola Benítez Molina
Málaga (España)

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