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miércoles, 1 de agosto de 2018

EL FRACASO DE LOS ESCOCESES EN EL DARIÉN

Foto tomada de:  wikiwand.com


René León

Algunos historiadores, cuando se refieren al desastre de los escoceses en el Darién, no saben o se les olvida que antes de ellos los primeros que trataron de mantener una colonia en el Darién fueron los españoles. Descubriendo el Mar Pacifico el 25 de septiembre de 1513, Vasco Núñez de Balboa es el primer europeo que ve el Océano Pacifico. Balboa había alcanzado lo que no había sido posible a otros exploradores, ser el primero en ver el Mar del Sur. Su final fue muy triste, las bajezas y traiciones que sufrió se olvidaron de lo que aquel hombre había logrado. Pedrarias lo condenaría a muerte a él y a sus lugartenientes. El fiero perro de Balboa, “Leoncico”, fue envenenado. Pedrarias no quería tener nada que hubiera pertenecido a Balboa. Empezaron la guerra con los naturales y Darién fue perdiendo interés a los españoles. Sería olvidada. 

El historiador colombiano, Gonzalo Hernández de Alba, en Nueva Caledonia; una colonia de escoceses en el Darién, fundada en 1698, dice: “Desde los tiempos de Balboa, parecía que el contacto con la tierra siempre húmeda dañaba los corazones y modificaba las costumbres, haciendo que los hombres se sintieran alejados de todo y dominados por sus instintos más primarios, por un dañino afán de definir sus destinos y desentenderse de las normas de la sociedad consagrada y de las autoridades legítimamente constituidas”. Más adelante el mismo autor dice: “El Darién fue considerado como una de las fronteras naturales más importante del Nuevo Reino de Granada, ya que aseguraba el dominio interno y externo del Mar del Sur y era garantía de las comunicaciones intercontinentales. Se sabía desde su descubrimiento en septiembre de 1513 que dominar el paso del istmo por el Darién significaba ser el dueño del nuevo océano”. 

Ya a fines del siglo XVII, un grupo de comerciantes adinerados escoceses se lanzaron a fundar una colonia en el Nuevo Mundo, en un área llamada Darién, que terminaría en un fracaso, no sólo de dinero, sino de vidas. Los colonos escoceses, en dos expediciones de agricultores y personas humildes, vinieron a tratar de crear un país ideal para ellos. William Paterson era el líder de esta expedición. Venía su esposa, que murió a los pocos días de llegar. A las colonias inglesas había llegado la orden del Rey de no ayudar a los escoceses. España, Francia y Holanda habían protestado del deseo de los nuevos colonos de establecerse en el Darién. Todo, motivado por la paz que existía en ese momento en Inglaterra, de no agresión a Francia. Muchos escoceses emigraron a Nueva York y otros a Jamaica. 

Un grupo de escoceses adinerados formaron una compañía llamada la Darién Company, (Compañía de Darién), con el visto bueno del Parlamento escocés. Autorizaron a William Paterson como su administrador. Ellos pensaban tener éxito como la East India Company (Compañía de las Indias Orientales), de Inglaterra, que comerciaba con todas las colonias del reino inglés. La poca experiencia y mando de los principales expedicionarios fue mortal para ellos. El historiador Francis Russell, en su conocido libro sobre el asentamiento de los escoceses The Disaster of Darién, observó: “El desastre del Darién no requería que en Europa se luchara para que en el Caribe hubiera antagonismos; la situación se prestaba a celos, disputas, asaltos y represalias”. 

Los españoles, desde el primer momento, empezaron a atacar a los expedicionarios. Los indios recelaban de los escoceses, y evitaban hacer contactos con ellos. La situación fue empeorando por la falta de suministros y falta de autoridad de los responsables de la expedición. Según Christopher Storrs, en su artículo “Desastre en Darién (1698-1700), comenta: “El resultado de esta expedición fue un desastre total. Una combinación de mala planificación, clima horrendo y enfermedades brutales resultó en un fracaso total”. 

Con el paso del tiempo, se supo que la pérdida del dinero perteneciente a los inversionistas incluía al mismo William Paterson que, al regresar a Escocia después del fracaso de la primera expedición, es uno de los fundadores del Banco de Inglaterra. Casi todo el dinero, una cuarta parte, (es decir, £153.000) se perdió en la empresa. El famoso escritor Daniel Defoe (autor de “Robinson Crusoe” y contemporáneo de Paterson) escribió “que este vivía en una época de grave crisis en nuestra historia política”. 

Desde un principio empezaron los problemas para Paterson. Uno de los supuestos empresario llamado James Smith, se apropió de £17.000 libras de esterlinas, un dinero destinado a la compra de un barco. Paterson fue acusado también de haberse robado dinero. Él repuso £9.000 a expenses de su propia fortuna, quedando libre de toda responsabilidad. Los directores de la expedición pusieron a otras personas encargadas. Patterson al final fue al Darién junto con su esposa, como un expedicionario más, y ella falleció al llegar al Darién. 

Los responsables de la expedición mandaron a construir cinco barcos en Ámsterdam y Hamburgo, para la travesía. Se fueron llenando de artículos, baratijas para el intercambio, medicamentos y comida para dos años. En el viaje iban 1.500 personas. Los responsables de la travesía habían recibido órdenes secretas que solo se iban abrir en alta mar, en julio de 1698. Las cinco naves eran St. Andrew, Unicorn, Caledonia, Endeavour y el Dolphin. 

Zarparon de Leith, el puerto de Edimburgo. 

En alta mar, los responsables de la expedición abrieron el sobre con las órdenes: el destino era un lugar llamado Golden Island, o (isla de Oro) en la costa del Darién. Llegaron el primero de noviembre. Ya se les estaban presentando problemas por la muerte de más de 50 personas en alta mar. Hacen contacto con los indígenas de las tribus cunas y chocos con quienes se mantienen en buenas relaciones. Los alimentos empiezan a faltar, cada día mueren más expedicionarios. Encuentran una excelente bahía y le llaman Caledonia Bay, los indios la llamaban Ayacuchana. 

El reverendo Francis Borland, uno de los expedicionarios, en su The History of Darién (La Historia del Darién) comenta algo sobre los pastores que fueron: “…mientras estuvieron en su compañía, les daban poco consuelo; pero quiso Dios llevárselos de entre los que los detestaban, a ellos y su obra: ya que Mr. James murió en la travesía y Mr. Scott murió a poco de arribar”. 

El Historiador Gonzalo Hernández al Alba, en su interesante ensayo, nos dice cómo los escoceses firmaron un acta de toma de posesión del Darién con el cacique indio conocido por don Andrés, quien representaba solo a los miembros de su tribu, y dice: “Tanta amistad y tanto pacto les permitió levantar en el recién llamado cabo Escocés una población que bautizaron con el nostálgico nombre de Nueva Edimburgo.” 

España, al enterarse de la supuesta invasión de uno de sus territorios por un grupo de escoceses, solicita de Inglaterra una aclaración. El Rey Guillermo III de Inglaterra ordena prohibir la ayuda a los escoceses para evitar otra guerra con las otras naciones con las que había llegado a un pacto de no agresión. En Jamaica se recibió la orden, lo mismo que en Nueva York. Ningún tipo de ayuda a los escoceses, so pena de prisión. 

Aparece un comentario de Paterson: “Estamos ubicados en una de las bahías mejores y quizá más fáciles de defender”. Según el reverendo Borland, nunca esperaron los expedicionarios tener confrontaciones con los ingleses; ellos pensaban que serían los españoles los que les iban crear problemas. 

El 4 de junio de 1699, los escoceses abandonaron la colonia, en cuatro embarcaciones tripuladas por los marineros que estaban enfermos. Dos de los barcos llegaron a Nueva York, el “Caledonia” y el “Unicorn”. Según el reverendo Borland, en la travesía en el “Caledonia” murieron 105 personas, y en el otro más de la mitad. Pero llegaron a Nueva York. Paterson llegó enfermo. El tercer barco el St. Andrew, arribó a Jamaica, mientras que el “Endeavour” sería abandonado. 

En Escocia se organiza otra expedición, sin saber que los expedicionarios que llegaron en la primera expedición se habían ido al no poder encontrar quien les diera suministros en Jamaica y en Nueva York, y el hostigamiento por parte de los españoles. El primer barco zozobra y se pierde todo lo enviado. La segunda expedición, de dos barcos, donde iban suministros y 300 voluntarios más, llega y encuentran abandonado el asentamiento. Los recién arribados, no obstante ver el abandono en que se encontraba el fortín, cometen los mismos errores de los primeros expedicionarios. Faltos de organización, los suministros se van agotando: caen en los mismos errores de la expedición anterior. Cundió la desorganización. No tenían un jefe que los mantuviera unidos. Surgieron las peleas. James Byres, que era el responsable, trata de mantener a quinientos hombres en la colonia, y enviar el resto a Jamaica. Los españoles los atacan. Un grupo de los escoceses decide irse para Jamaica, el otro le hace frente a los españoles, y en el primer combate logran vencer a los españoles. Pero refuerzos al mando de don Juan Pimienta, gobernador de Cartagena, llegan y los defensores son derrotados. Hambrientos y enfermos, se rinden el 18 de marzo de 1700. 

El barco “Rising Sun” zarpó de la bahía de Nueva Caledonia el 12 de abril, con los últimos expedicionarios a bordo. Borland dice en su libro: …hombres quebrantados, derrotados…amontonados como puercos….en las mañanas tenían que dar sepultura en el mar a ocho o nueve cadáveres.” El “Rising Sun” y el “Duke of Hamilton” naufragaron. Según Borland , “en un año de los 1.300 colonos que partieron para el Darién, 940 habían perdido la vida.” 

William Paterson después de recuperarse de lo enfermo que estaba al llegar a Nueva York, regreso a Escocia, donde pudo recuperar parte de su fortuna y prestigio, y llegó a ser uno de los Fundadores del Banco de Inglaterra. 

En su ensayo, el historiador Gonzalo Hernández de Alba dice sobre Paterson: “Pero la historia personal de Paterson no se detuvo con el desastre de Nueva Caledonia. Tuvo la visión y el tiempo necesario para fundar el Banco de Inglaterra, que, sin lugar a dudas, prosperó.” 

Nota: En Amazon se pueden encontrar libros en inglés por diferentes autores, que tratan del fracaso de los escoceces.

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