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sábado, 15 de junio de 2013

Recordando al poeta Francisco Villaespesa


 Miguel de Varona Navarro (†)

  Hace ya mucho tiempo que el nombre de Francisco Villaespesa figura en la despiadada lista de los poetas marginados. Con Razón o sin ella, este excelente representante de la poesía hispánica ha permanecido casi totalmente olvidado. Puede consolarnos a nosotros, asiduos lectores  de sus poemas, que sobre muchísimos escritores contemporáneos de él. Que dieron lustre a las letras castellanas, pesa también un largo e inmerecido silencio. A juicio de diversos críticos y preceptistas, estudiosos de la poesía del bardo almeriense, el olvido a que han sido relegados sus libros  poéticos se debe tanto al contenido intrascendente  como a “una excesiva tendencia a la improvisación”, amén de las “múltiples y dispares influencias” que  de otros  poetas muestra en su obra el lírico de “El mirador de Lindaraxa”. Y con respecto a estas influencias , es indubitable la gravitación que sobre la creación poética de Villaespesa tuvieron José Zorrilla y Salvador Rueda, el nicaragüense Rubén Darío, el italiano espectacular Gabriel D’Annuncio y los lusitanos Eugenio de Castro y Antonio Nobre.
  De 1900 a 1905 nuestro poeta fue el primer lírico del modernismo movimiento renovador que abandonó, permaneciendo siempre, pese a todos los defectos apuntados en su poesía, como magnífico vate, romántico apasionado de lo antiguo, de las tradiciones y leyendas orientales, insigne cantor de la España arábiga y de los gloriosos fastos del imperio español.
  “Para mí –palabras de Villaespesa-, la poesía ha sido bien que una disciplina clásica, un desahogo romántico. He amado sobre todas las cosas a la Naturaleza, y he procurado cantarla incisamente. El Amor, la Muerte y la Patria so también temas fundamentales de mi poesía. Creo en ella como una realidad que existe en sí misma, y en el poeta como artista natural inconfundible con el literato. En cuanto a la rima, la he sentido y empleado, no como una obligación, sino como el fruto de una inclinación del sentimiento. El poeta es siempre libre para usarla o prescindir de ella, para manejar el verso con plena libertad.”
  Al cumplirse 136 años de su nacimiento –nació en Laujar, Almería, en 1877-, hemos querido con estas líneas rendir homenaje a Francisco Villaespesa, preclaro español, autor de poemarios tan bellos como ”Intimidades”, “Flores de almendro”, “Las horas que pasan”, “Canciones del camino”, y “El mirador de Lindaraxa”, etc.

  Producto de su labor dramática son: “El Alcázar de las perlas”, “Doña María de Padilla”, “La leona de Castilla”, “Ahenhumeya”, “El rey Galaor”, “Judith”, “La maja de Goya”, “Bolívar”, loables modelos de teatro poético con versos de rotundo acento. ¡Gloria al Poeta!.

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