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sábado, 15 de marzo de 2014

España y sus Tenores

Rowland J. Bosch


  España ha llevado el estigma de su retraso industrial y económico dentro del grupo de las naciones europeas, por razones que no son del caso analizar aquí y que tienen mucho que ver con su evolución histórica. Por ello no participó plenamente en el desarrollo del siglo de las luces, ni se adentró como otras naciones en el completo disfrute de los adelantos científicos del pasado siglo.
  Ahora, ya estabilizada como nación y como parte integrante del Mercado Común Europeo, marcha por nuevos senderos de prosperidad.
  Pero España sí puede vanagloriarse de su contribución al campo de las artes y de las letras, y ha regalado al mundo las voces clásicas más bellas y prodigiosas de los tiempos que corren. A través de los años, la Madre Patria ha dado muchos cantantes ilustres y muy en especial ha sido prolífica en tenores operísticos.
  El primer tenor español de que se tiene memoria es Manuel García (1775-1832), después ocupó el trono Julián Gayarre (1844-1890), posteriormente descolló el malogrado Miguel Fleta (1897-1938) y el longevo Hipólito Lázaro, barcelonés nacido en 1889 y muerto recientemente, quien tenía una voz de alcance extraordinario, y fue un maestro del bel canto, pero España ha seguido brillando hasta el presente, recordemos en el terreno de la zarzuela las voces de los barítonos Marcos Redondo, Emilio Sagi Barba y su hijo Luis Sagi Vela y el tenor lírico ligero Emilio Vendrell.
  Al presente, y con la excepción de Luciano Pavarotti, Italia parece haberse detenido en su producción de grandes tenores internacionales y España se ha apoderado del cetro operístico.
  Hay hoy en día, por lo menos seis grandes voces en el rango de los "Si" naturales: citemos a los catalanes José Carreras, Jaime


Aragall y Bernabé Martí, al madrileño Plácido Domingo, al cordobés Pedro Lavirgen, y al recientemente fallecido (1999) canario Alfredo Kraus. Todos, con la excepción de Bernabé Martí, han cantado en el Met de Nueva York. De José Carreras, bendecido con una voz bellísima de  estilo altamente depurado, gran musicalidad y una personalidad muy atractiva, podemos decir que su debut en Estados Unidos se remonta a 1972, en el New York City Opera, y en 1975, en el Met. Desafortunadamente, una enfermedad ha destruido gran parte de su arte, dedicándose hoy por hoy a un repertorio menos comprometedor.

  Otro gran cantante, que ha sido el pionero de este grupo contemporáneo, es Alfredo Kraus, cantante dotado de una incomparable voz de tenor lírico. Era un artista inteligentísimo, que  supo mantener  su voz intacta, y a los 70 años de edad, aún cantaba esporádicamente en los principales centros de ópera del mundo, aunque limitando su repertorio al género puramente lírico, óperas como "La Traviata", "Werther", "La Favorita", y "Don Pascual". En la temporada del Met (1992-1993), cantó "Lucía de Lammemoor". El cordobés Pedro Lavirgen, de voz rica en  sugestiones tímbricas de cálidos tonos centrales y agudos de brillante sonoridad, ha sido uno de los más versátiles cantantes operísticos españoles, pero ha escogido, aparte de la zarzuela, de la que todos ellos hacen alarde, un repertorio preferentemente dramático, "Aida", "Andrea Chenier", "La Gioconda", "La Fuerza del Destino", "El Trovador", "Carmen", las óperas de Puccini y el resto del repertorio verista, han sido sus preferencias. Hoy semi-retirado de la zarzuela. Bernabé Martí, de voz esencialmente lírica que encaja perfectamente en los papeles de zarzuelas, abandonó su prometedora carrera, para seguir la de su esposa, la gran soprano Monserrat Caballé. Otro catalán de renombre es Jaime Aragall (en los 50), quien tiene una voz lírica, aunque de timbre oscuro, capaz de llegar al Do Natural con fácil flexibilidad, es un buen actor y tiene una atractiva personalidad que encaja perfectamente en los personajes que encarna.
  Y terminemos con el inmenso Plácido Domingo, madrileño de nacimiento, hijo de grandes artistas de zarzuelas. Quizás algunos recuerden a Pepita Embil, su progenitora y eminente soprano. Domingo, además de poseer una voz extraordinaria de tenor lírico espinto, ha resultado ser un brillante director de orquesta. En la pasada temporada del Met, Domingo cantó en "Los Cuentos de Hoffman", "Payasos" y "La Traviata", y el gran barítono catalán, Juan Pons, cantó también en "Payasos".


  Mucho más podríamos decir de estos grandes cantantes que han llevado el nombre de España a todos los rincones del mundo. Unidos estos nombres a los del glorioso pasado, formaríamos un firmamento operístico del que cualquier nación se sentiría orgullosa. Aparte de los artistas mencionados al comienzo, recordamos como parte de este firmamento los nombre de otros cantantes nacidos en España.: Miguel Villabella, a quien muchos consideran francés, pero nació en Bilbao. Conchita Supervía, Victoria de los Angeles, Adelina Patti, María Barrientos, Regina Pacini, Mercedes Capsir, Pilar Lorengar, Luisa Vela, Conchita Badía, Monserrat Caballé, Francisco de Andrade, Lucrecia Bori y Teresa Berganza. Todos juntos constituyen un inmenso legado del que España, nuestra Madre Patria, se llena de orgullo y que generosamente, regala, al mundo del canto clásico.


Tomado de: Musica de ayer, de hoy y de Siempre, Autor Rowland J. Bosch 2013 

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