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domingo, 1 de junio de 2014

Leyenda Africana: Obatalá y Orula

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René León

     Fue Leo Frobenius el primero que registró y recogió las historias y leyendas africanas a principios de las décadas del siglo XX. Recogió el material, de la tradición oral africana contada por los "diali" o juglares negros, que eran los encargados de mantener la historia de cada tribu o nación. Propagaban los hechos épicos por medio de la narración oral, unidos a los gestos algunas veces directamente con acciones escénicas.
    En Cuba las leyendas que se recopilaron de origen africano, fue gracias a los investigadores de finales del siglo pasado durante la época colonial, otras, a principios del siglo XX. La transculturación se iba produciendo en todo el país: cultura cubana, cultura mestiza y cultura mulata. Fernando Ortiz historiador y etnólogo cubano, decía sobre ello, que era un "ajiaco".donde se habían fundido distintas culturas. Los negros esclavos habían llegado primero de España y Portugal, después directamente de Africa, arrancados violentamente de sus regiones. Guinea, Congo, Angola, Mozambique, y otras partes del Continente Negro.
    Los mitos son narraciones, dice William Bascom, "en la sociedad en la cual son contados, se consideran como acontecimientos verdaderos que ocurrieron en un pasado remoto". Leyenda es una narración auténtica adornada con material histórico y muchas veces se considera histórica. Los pueblos conservan muchas de estas leyendas y mitos que son transmitidas de generación en generación. La Fantasía y la ignorancia alientan estos relatos.
    Los negros llegados a Cuba de una misma tribu constituyeron a mediados del siglo XIX asociaciones llamadas Cabildos, donde se reunían en sus barracones después del trabajo agotador o en los muelles de La Habana o Matanzas, y se reconfortaban por breves momentos con el relato de sus mitos o leyendas. Gracias a la contribución de estos juglares se han podido salvar estas historias del caudal africano.
    Hacía tiempo que Obatalá venía observando lo inteligente que era Orula...En más de una ocasión pensó entregarle el mando del mundo, pero se ponía a reflexionar su propósito, y desistía, pensaba que Orula era demasiado joven para una responsabilidad tan grande, a pesar de demostrar juicio y seriedad en todos sus actos. Un día, Obatalá quiso poner a prueba a Orula y le ordenó que preparara la mejor comida que el pudiera hacer.
    Orula escuchó los deseos de Obatalá y sin responder se dirigió al mercado cercano, con el fin de comprar una lengua de toro. La condimentó y cocinó de manera tan singular, que Obatalá, satisfecho se relamía de gusto. Al terminar la comida Obatalá le preguntó la razón por la cual era la lengua la mejor comida que se podía hacer.
  Orula le respondió a Obatalá:
    —Con la lengua se concedé haché, se ponderan las cosas , se proclama la virtud, se exaltan las obras y maneras, y con ella se llega, también, a encumbrar a los hombres.
    Había transcurrido un tiempo y Obatalá quiso que Orula le preparara de nuevo una comida, pero esta vez debía ser la peor que se pudiera hacer.
    Orula volvió al mercado, compró una lengua de toro, la cocinó y se la presentó a Obatalá. Y al ver Obatalá la misma comida que le había preparado Orula como la mejor, le dijo:
    —Orula, ¿Cómo es posible que al servirme esta comida me confesaras que era la mejor y la presentas ahora como la más mala?
    Orula le respondió a Obatalá:
    —Entonces te dije que era la mejor, pero ahora te digo que es la peor, porque con ella se vende y se pierde a un pueblo, se calumnia a las personas, se destruye su buena reputación y se cometen las más repudiables vilezas...
  Obatalá, maravillado al ver la inteligencia y precocidad de Orula, le hizo entrega, desde ese momento del gobierno del mundo.

Escultura femenina de Obatalá. Es el más viejo de los orichas, creador de los hombres, por eso ocupa el lugar más alto del altar, se le considera dueño de la pureza, de iroko, de todas las cabezas, la justicia y la salud, también es el juez de la religión yoruba, ya que la imparcialidad es una de sus cualidades. Sus atributos se confeccionan en plata y metales blancos: corona, agogó (campana) e iruke (escobilla de crin de caballo); su color representativo es el blanco. Material: madera, textil  Foto y nota tomado de: Habana Patrimonial

    Nota: Obatalá. En la religión africana, es el más poderoso de los seres creados. Etimología de oba-ti-nlá rey que es grande. Y de oba ti alá, rey de blancura o pureza. Identificado con Cristo según los cristianos que es la divinidad superior. En Cuba, se identifica con la Virgen de las Mercedes, también con el Santísimo Sacramento.


1 comentario:

  1. No es la primera ocasión en la que el Prof. René León ha dado amplia muestra de la capacidad didáctica y la hondura investigativa de sus trabajos sobre el componente africano de los orígenes de la cultura cubana. Con el texto expuesto inicialmente a la luz pública en 1975 y la posterior publicación en 1990 y 2011 de las sucesivas ediciones de su obra en torno a "La poesía afrocubana, su origen histórico y la temática de la muerte", León indagó en la tradición oral de las sociedades africanas ágrafas e identificó las respectivas huellas yoruba, bantú y apapa en los mitos, leyendas y sistema de creencias espirituales que conforman el aporte antropológico hecho en Cuba por lo que acertadamente llama "un mosaico de subculturas menores" cuyo contenido ha sido transmitido y se sigue transmitiendo por narradores o memorizadores profesionales surgidos de los diferentes pueblos o culturas.

    En el trabajo que nos regala el Prof. León en esta edición de PENSAMIENTO, diserta sobre los poderes atribuidos a Obatalá, una de las siete, y la que ocupa el sitial más alto, de las potencias africanas o grupo de Orichas compuesto por Obatalá, Elegguá, Changó, Oggún, Orunlá, Yemayá y Ochún, entre los que se reparten todos los aspectos de la vida humana.
    Así,
    Obatalá trae paz y armonía;
    Elegguá abre todas las puertas y aparta los obstáculos;
    Changó tiene el poder sobre los enemigos;
    Oggún es dueño del hierro y da empleo a los desempleados;
    Orunlá abre las puertas del presente y del pasado;
    Yemayá es dueña de la fertilidad;
    Ochún es patrona del oro y de los matrimonios.

    Sería muy ilustrativo que el Prof. León continuara, en próximas entregas, esclareciendo el papel asignado a cada una de estas figuras del Panteón africano, y el sincretismo que ha caracterizado en Cuba al culto que han rendido y rinden los creyentes, blancos o negros, a cada una de estas figuras representativas, asimilándolas recíprocamente con sus equivalentes en la Religión Católica.

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