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miércoles, 15 de noviembre de 2017

Cuba: estampas de las contiendas de emancipación

Nuevo libro de René León

Cuba: estampas de las contiendas 

de emancipación 

Tapa blanda – 2 nov 2017


En venta en amazon


Miami entrega las Llaves de la Ciudad al PEN de


Escritores Cubanos en el Exilio

06 de noviembre de 2017 - 17:11  - Por JESÚS HERNÁNDEZ
El alcalde Tomás Regalado destacó la importancia de la organización literaria por "defender las letras cubanas en libertad"
Jose Albertini recibe las llaves de la ciudad de manos del 
alcalde Tomás Regalado junto a Angel Cuadra y Luis de la Paz.

MIAMI.- El PEN de Escritores Cubanos en el Exilio, adjunto a la organización literaria internacional más importante del mundo, recibió las Llaves de la Ciudad de Miami de manos del alcalde Tomás Regalado durante una ceremonia celebrada el lunes en el ayuntamiento de la ciudad.

DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS

                                           

Por Leonora Acuña de Marmolejo

La primera celebración de Acción de Gracias o Thanksgiving, tuvo lugar en Plymouth (Massachusetts) en 1621 por los (pilgrims)  peregrinos que habían emigrado de Inglaterra hacia Holanda en 1608, debido a la persecución que sufrían por sus creencias religiosas. Mas en 1620 decidieron zarpar hacia este continente.
     Al arribar a Plymouth se encontraron con el indígena (de la tribu Wampanoag), llamado Tisquantum, más conocido como Squanto, quien a través de trueques logró conseguir artículos de metal como anzuelos, cazoletas y sartenes, y  a su vez,  les mostró a los colonizadores dónde encontrar pesca y caza, así como plantas comestibles, algo que fue muy positivo ya que al terminar el invierno de 1620 sólo habían sobrevivido (gracias a la ayuda de los indios) 38 de los 120 peregrinos que habían arribado inicialmente. En ese primer invierno, esa tribu generosa compartió alimentos con ellos. La parte negativa de este encuentro, fue que los peregrinos trajeron consigo enfermedades tales como la influenza, la fiebre, el sarampión y la viruela, lo cual causó la muerte de muchos indígenas . A pesar de todo, la relación inicial de las dos culturas fue cordial y positiva.
     Sin embargo, la costumbre de “dar gracias” se remonta a tiempos muy antiguos cuando el hombre comenzó a sentirse agradecido  por las cosechas y beneficios recibidos.
El pavo o guajolote usado en la típica comida de thanksgiving es ave oriunda de América; la que los exploradores españoles encontraron  después de su llegada a México donde esta ave era usada especialmente por su carne y por sus plumas. Los exploradores la llevaron luego a su regreso al continente europeo.  La popularidad de esta ave en el Nuevo Continente llegó a tal punto, que Benjamín Franklin logró que el pavo fuera reconocido como el “ave nacional” de los Estados Unidos.
      Se dice que los pobladores de la Colonia de Virginia, celebraron su primer “Día de Acción de Gracias” el 4 de diciembre de 1619 en la plantación Berkeley ubicada al sureste de Richmond en el río James. Pero la mayoría de personas, asocian este día  con los peregrinos que en 1620 comieron pavo silvestre con un grupo de indígenas para dar gracias por sus cosechas. Posteriormente, aunque el presidente Washington había emitido una proclama  sobre dicha celebración en 1789, fue el presidente Lincoln quien  en 1863 (cuando se daba la guerra civil), decretó el feriado nacional, y más tarde el presidente Roosevelt  declaró que debería celebrarse el cuarto jueves del mes de noviembre.

     Lo cierto es que el hombre siente gran paz  espiritual tras agradecer los beneficios recibidos: la vida, el amor, y el haber sido creado por Dios como un ser humano, una creatura divina que por lo tanto posee sabiduría, compasión, comprensión y perdón hacia sus semejantes para desenvolverse como un ser único dentro de la gran  fraternal comunidad mundial, cumpliendo así su destino. Debemos pensar con amor y reconocimiento hacia nuestro Creador, que estamos aquí en este mundo, por alguna razón o designio suyo. Al comenzar el día, bien podríamos dedicar media hora a la meditación  para pedir por nuestros seres queridos, y especialmente para darle gracias a Dios por todas las cosas buenas que nos ha dado y que nos deja disfrutar, reconociendo humildemente su bondad. Agradezcamos los grandes tesoros que poseemos, como el poder ver el rocicler de un  amanecer, o  los tintes de fuego de un  ensoñador ocaso ; o apreciar la inocencia de los niños; o el poder  hablar; el poder escuchar el trinar de los pájaros ansiosos planeando entre el jardín; o el poder escuchar el rumor de una fuente, o una cascada, o el susurro del viento entre los pinos. Dios nos concede todos estos privilegios, y las comodidades de una vida confortable y satisfactoria que a menudo disfrutamos, rodeados del amor de nuestros hijos , de nuestros seres queridos, de nuestros entrañables amigos; y de nuestros maravillosos vecinos , etc. etc.. Por todo esto, pensemos reflexivamente, que todos los días deben ser de ¡ACCIÓN DE GRACIAS!

El Dolor de España.

Por Eduardo Lolo

Octubre 27, 2017.
alolo9919@gmail.com

Queridos familiares y amigos:
Me imagino estén al tanto de la difícil situación que vive el pueblo español en estos momentos con la declaración unilateral de independencia de Cataluña por parte de un supuesto parlamento -y digo supuesto porque solamente un grupo de parlamentarios podían parlar. Llevamos varios días en Madrid, asombrados por los balcones engalanados con la bandera española, como cuando la coronación del actual rey de la cual fuimos testigos. Entonces era fiesta; ahora, incertidumbre. La forma en que se ha venido desarrollando desde un principio el secesionismo en Cataluña apunta, indiscutiblemente, hacia el totalitarismo: coartar la libertad de expresión de parlamentarios y ciudadanos que piensan distinto, la tergiversación de la realidad en la prensa cómplice o controlada, el adoctrinamiento, el asedio y hasta la discriminación de los niños en las escuelas, etc. etc. En fin, algo muy diferente de movimientos semejantes en Escocia y el Canadá, donde siempre se respetaron las reglas de convivencia de la democracia. Espero que los catalanes finalmente escuchen y no les pase como a los venezolanos, que creían que los cubanos estábamos exagerando.

El totalitarismo es uno solo, con disfraces ideológicos varios, tanto de izquierda como de derecha, unidas o semejantes en sus extremos: nacionalismo, anti-imperialismo, fundamentalismo religioso, populismo, liberalismo, proteccionismo, etc., etc. La democracia se torna demagogia; la tolerancia, intransigencia; la cordialidad, insolencia; la veracidad en medias verdades (que implica que sean, al menos, medias mentiras). El mundo se vuelve al revés, pero una forzada mirada inversa por medio del engaño en un principio y luego del terror crea el espejismo de que está al derecho. El nuevo Mesías es infalible, omnipotente y omnipresente: el Führer, el Gran Timonel, Il Duce, El Comandante en Jefe, etc., etc. En Hispanoamérica hemos tenido una buena colección de ellos: los hay con la etiqueta de izquierda (Hugo Chávez), de derecha (Anastasio Somoza) o de los que viajan de una a otra (Fidel Castro), pues en definitiva para el totalitarismo la ideología no es más que un vestuario, a seleccionar pragmáticamente de acuerdo con las circunstancias.

Lo peor de todo es que el totalitarismo se basa en la esperanza frustrada de las masas y la falsa imagen de pertenencia a un clan que creen superior: “nosotros” (los buenos) versus “los demás” (los malos). Toda idea diferente (ni siquiera tiene que ser contraria) se convierte en anatema a silenciar, hasta con la muerte de quien la esgrima, convertido en “el enemigo” a eliminar, aunque hasta ayer haya sido un afable familiar, un buen amigo de toda la vida o un solidario compañero de trabajo de muchos años. Todos los “convertidos” quieren ser el David que derrota a Goliat, para al final ser devorados por un imprevisto Goliat disfrazado de ilusión tangible. Se trata de una vieja historia en forma de Hidra, o de una Hidra en forma de historia, pues el orden de los horrores no afecta el espanto.

Ojalá que, como la vez anterior, la mitad de España no muera de la otra mitad.

Dr. Eduardo Lolo, Presidente
Academia de la Historia de Cuba en el Exilio, Corp.




Tomado de la Agencia EFE

Cultural Journal Spring 2017 Volume XXVII. Issue 1

Hemos recibido la magnifica publicación 

Sus editores:  Niza Fabre, Karl Johnson, Jo Moncada.

Cada día su contenido es maravilloso y su calidad es excelente.

Buenos artículos y poemas en español e ingles.

Bellas fotografías 

JUECES DE LOS DIFUNTOS



Las actuales sociedades pretenden ser impolutas y que lo sea su callejero, lo cual es imposible mientras se sigan utilizando nombres de personas.

DOMINGO 08 DE OCTUBRE DE 2017

PARECE QUE LOS políticos no tengan otra cosa que hacer que cambiar los nombres de las calles y retirar estatuas, placas y monumentos. Mientras algunas ciudades se degradan día a día (el centro de Madrid está aún más asqueroso que bajo Gallardón y Botella, que ya es decir), los munícipes y sus asesores las desatienden y se entretienen con ociosidades diversivas, es decir, maniobras llamativas con las que disimulan sus gestiones pésimas y sus frecuentes cacicadas. En España hay larga tradición con este juego. Durante la República se cambiaron nombres, más aún durante la Guerra, el franquismo fue una apoteosis (hasta se cargó los cines y cafeterías “extranjerizantes”, el Royalty pasó a ser el Colón, etc), y durante la Transición, más discretamente, se recuperaron algunas antiguas denominaciones (por fortuna, Príncipe de Vergara volvió a ser esa calle y no la del nefasto General Mola, conspicuo compinche de Franco).

LA MAYORÍA FUERON CALAMITOSOS, ALGUNOS DESAPRENSIVOS, MUCHOS EGOÍSTAS Y UNOS CUANTOS FATUOS HASTA DECIR BASTA. ¿Y QUÉ? NO SE LOS HONRA POR ESO

Pero ahora, sin que haya variado el régimen democrático, a ciertos políticos y a ciertas gentes les ha dado un ataque de pureza con el asunto, y no sólo aquí, sino en los Estados Unidos y en Francia, y no digamos en Sabadell, donde un pseudohistoriador considera a todo español impuro y ha propuesto suprimir del callejero a Machado, Quevedo, Calderón, Lope, Larra y no sé cuántos impostores más, a unos por “franquistas”, a otros por “anticatalanes” y a otros simplemente por “castellanos”. Huelga decir que entre los primeros, con anacrónico rigor, contaba a Góngora, Lope y Quevedo. Pero, más allá de este lerdo y xenófobo individuo y de su lerdo y xenófobo Ayuntamiento que le encargó el proyecto, hemos entrado en una dinámica tan absurda como imparable. Las actuales sociedades pretenden ser impolutas (cuando no lo son en modo alguno) y que lo sea su callejero, lo cual es imposible mientras se sigan utilizando nombres de personas. Una cosa es que haya calles y plazas dedicadas a asesinos como Franco y sus generales, Hitler y sus secuaces o Stalin y los suyos. Se trata de individuos que lo único notable que hicieron fue sus crímenes. Pero hay otra mucha gente compleja o ambigua, imperfecta, a la que se rinde homenaje por lo bueno que hizo y a pesar de lo malo. Se tiende estúpidamente, además, a juzgar todas las épocas por los criterios de hoy, como si los muertos de pasados siglos hubieran debido tener la clarividencia de saber qué sería lo justo y correcto en el XXI. Alguien que en el XVII o en el XVIII poseía esclavos no era por fuerza un desalmado absoluto, como sí lo es quien hoy los posee o los que pregonan la esclavitud, el Daesh. ¿Que en el XVIII había ya algunos abolicionistas (Laurence Sterne uno de ellos)? Sí, pero se los contaba con los dedos de las manos. En Francia se habla de retirarle todo honor a Colbert, que cometió pecados, pero también fue un Ministro extraordinario y un valedor de las artes y las ciencias. Si nos pusiéramos a analizar con minucia las vidas de cada cual (no ya de políticos y militares, sino de escritores y artistas, en principio más sosegados), nunca encontraríamos a nadie sin tacha. Téngase en cuenta, además, que desde hace décadas el hobby de los biógrafos es “descubrir” lacras, escándalos y turbiedades en sus biografiados. Este era machista, aquel abandonó a su mujer, el otro maltrató o acomplejó a sus hijos; Neruda y Alberti escribieron loas a Stalin, D’Annunzio fue mussoliniano una época, Lampedusa era aristócrata, Heidegger simpatizó con el nazismo, Ridruejo fue falangista, Cortázar y Vargas Llosa apoyaron la dictadura de Castro un tiempo, García Márquez hasta su último día, Sartre no se inmutó ante los asesinatos en masa de Mao, Pla y Cunqueiro estuvieron conformes con Franco. Pero si todos esos escritores tienen calles en algún sitio, no es por esos lamparones, sino pese a ellos y porque además lograron buenos versos o prosas o filosofías. Y algunos rectificaron a tiempo y abjuraron de sus errores.

Si se hurga en lo personal, estamos perdidos. Quizá el mejor poeta del siglo XX, T. S. Eliot, se portó dudosamente con su primera mujer, Vivien. No digamos el detestado Ted Hughes con las dos suyas. Si alguien los homenajea no elogia esos comportamientos, sino sus respectivas grandes obras y el bien que con ellas han hecho. En mi viejo libro Vidas escritas recorría brevemente las de veintitantos autores, entre ellos Faulkner, Conan Doyle, Conrad y Stevenson, Emily Brontë, Mann, Joyce, Rimbaud, Henry James, Lowry y Nabokov. La mayoría fueron calamitosos, algunos desaprensivos, muchos egoístas y unos cuantos fatuos hasta decir basta. ¿Y qué? No se los honra por eso. Si uno observa al microscopio a los benefactores de la humanidad, como Fleming, probablemente encontrará alguna mancha. Como la tienen, a buen seguro, cuantos hoy, erigidos en arrogantes jueces de los difuntos, se empeñan en “limpiar” sus callejeros y sus estatuas. Desde que tengo memoria, no recuerdo una sociedad tan hipócrita y puritana como la actual, ni tan sesgada. Más vale que recurra a los números para distinguir las calles, o a la antigua usanza inofensiva: Cedaceros, Curtidores, Milaneses, ya saben. Éstas, en Madrid, aún existen.

La Romería de los "Doce Apóstoles"


Por: René León

Los años van pasando, y las costumbres de antaño se van olvidando, otras nuevas que no tienen valor alguno se van arraigando en los pueblos.
  El mundo cambia con tantos inventos y la vida, que unos creen es más fácil, se nos va complicando. Pero hay costumbres que nunca se olvidan, y son aquellas que se ban heredado de generación en generación.
  La Romería de "Los Doce Apóstoles" tiene más de cuatro siglos de antigüedad. Se remonta allá por el año de 1043, con la batalla entre el Rey Garcia de Navarra y los aragoneses, pero el primer testimonio escrito de la villa de Tafalla, en peregrinar a Ujue todos los años, nos viene de 1581, desde entonces sin interrupción se ha celebrado la Romería, que se celebra el domingo siguiente a San Marcos (25 de abril) donde participan los vecinos de los pueblos colindantes. Solo por tres años se ha dejado de celebrar, desde 1607. La Hermandad elige a los "Doce Apóstoles" que irán en la Romería, que se comprometen por un termino de 10 años. Van vestidos con túnicas y capotes negros, ceñido a la cintura un cordón y con un farol pequeño en la mano, llevando o manteniendo a través de la procesión, el mismo paso.

  La Hermandad de Esclavos de Santa Maria de Ujue, consta de unos sesenta u ochenta personas, antiguamente estaba formada de sacerdotes. En la peregrinación participan directamente doce elegidos, cuatro de reserva, por si alguno se enferma; el cura párroco y los ''jubilados" aquellos que ya no participan directamente, por ser mayores, o haber pasado sus 10 años.
  A las doce de la noche del 30 de abril, salen des pues de haber rezado en la iglesia de Santa Maria. Encienden sus faroles y a caminar por las calles empedradas de Tafalla, hasta afuera del pueblo, donde son despedidos.
  El cura párroco los acompaña a la cabeza de los penitentes, llevando en sus manos un crucifijo adornado con flores, rezando y pronunciando palabras de elogios a los penitentes hasta llegar al santuario, recorriendo una distancia de unos 30 kilómetros, algunos de ellos van descalzos, sin hablar entre ellos, pues es prohibido. En su caminar solo atraviesan un pueblo, San Martin de Unx.
  Llegan al santuario de Ujue, que es una iglesia-fortaleza, dedicada a la Virgen Blanca o Virgen de Ujue. Al llegar los penitentes, cansados se arrodillan y escuchan una Misa solemne, donde se reza por los hermanos muertos, y van a comulgar por orden de antigüedad. Al terminar la Misa acuden a un bodegón o mesón, donde desayunan. A las seis de la mañana emprenden el viaje de regreso.
  Sobre las diez de la mañana, a pocos kilómetros de Ta­falla, se detienen a almorzar , se toman unas copas de vino para coger calor en el cuerpo, batido por el frío de la mañana, se comen un caldero de sopa. Ya con el estomago lleno a caminar.
  El pueblo los espera cerca de la iglesia de Santa Maria, donde hacen su entrada a los doce del día. Al entrar en la iglesia los esperan cientos de fieles. Se hacen los rezos.

  El pueblo los espera cerca de la iglesia de Santa Maria, donde hacen su entrada a los doce del día. Al entrar en la iglesia los esperan cientos de fieles . Se hacen los rezos finales, se bendicen a todos los presentes. Se reparte pan bendiciendo entre los "penitentes", que van abandonando el templo con sus túnicas puestas y capote al hombro, y son rodeados por fa miliares y amigos.
  El pueblo de rodillas en la iglesia le piden a la Virgen milagrosa, por sus hijos o un familiar enfermo.
  En la medianoche del 30 de abril, dan gracias por haberlos librados de un mal, o de un peligro. En tiempos de la colonia, muchos de los que participaban daban gracias por no ser enviados a Cuba a pelear, o ser enviados a Africa.
  Y así, año tras año se va celebrando la Romería de los "Doce Apóstoles" en la iglesia de Santa Maria de Tafalla (Navarra). El pasado se nos enreda con el presente, la vida con la muerte. Cuando uno se ha criado entre católicos tiende a respetar las tradicionales consignas adquiridas en el hogar y en la iglesia. Al mirar hacia atrás y ver Romería, quisiera tener esa fe ciega de los "penitentes" de la Virgen de Ujue.

Nuestra Colaboradora:


Dra. Herminia D. Ibaceta (Cuba)

Herminia D. Ibaceta, nació en Madruga, La Habana, Cuba. La Dra. Ibaceta obtuvo su Doctorado en Pedagogía en la Universidad de la Habana, Cuba, y un Master of Arts en el Teachers College de la Universidad de Columbia, en la ciudad de New York. Ejerció como Profesor de Español y como Chairman de los departamentos de Español y Educación Bilingüe en el sistema escolar de la citada ciudad.
Es periodista, poeta y ensayista. Ha publicado siete poemarios: Canto a Cuba, 1973; Ondas del Eco, 1983; El Amor Resucitado/ Amor y Filosofía, 1992; En Pos del Rumbo, 1999; La Incertidumbre de las Hojas, 2003; el Sonetario Cósmico de Herminia D. Ibaceta, 2004, editado por el Frente de Afirmación Hispanista, A.C. México y Mármoles sin Retoño, 2008. La Dra Ibaceta ama la poesía a la que considera como el lenguaje del alma. Su objetivo: Llevar este lenguaje al alma de los demás.

LOTTO

Foto tomada de: wfla
Por: Emilio Leon (†)
La suerte está en tí;
no te la puedé dar nadie.
Derrick Pérez León.


Hemos llegado al punto más sensible por un long, long time,en el Estado de Florida...LA LOTTO..., , el ombligo del américan, cuban-american and cuban.
Una sola oportunidad en 14 millones de Jugadas, para tratar de atrapar los millones del primer pre­mio, dicen -a mí no me lo crea-, para un solo ganador. Uno contra 14 millones...Y a mí me parecía un tre­mendísimo abuso que el Ñato utilizara 6 de sus gení­zaros rojos contra 1 solo preso político, cubano...
Pero es que ese 1 no es un ser hipotético..Existe...Desde que la Lotto está en funciones ha estado presente ese 1 ganador...y muchos millones de seres perdedores...El que da primero da dos veces...
Ya ese 1 no tiene dolores de cabeza...por 20 long, long, long, long years ...El estrés ya no le hace mella puede enfrentar con todas las $rmas convencionales al continuado aumento de los impuestos por parte del Estado,el Federal, el Local y el "Condominial"...Que-Felicidad.
!14 millones contra 1! De cualquier cosa que sea, a la primera ojeada parece una enormidad, pero es sólo un espejismo visual... De 5,000 millones de habitantes
o más, alojados en esta pelotica de tierra y agua, so­lamente, fíjense bien!, serán escogidos 144,000, de esa enorme multitud, ya señalados de una raza determinada por el que todo lo puede en el Universo... El Papa de los papás...Cómo usted puede observar, el 1 contra 6 del Ñato (que en el colchón de llamas descanse), el 1 contra 14 millones de la Lotto y los 144,000 contra más de 5 mil millones, se llega a la conclusión de que el 1 contra 14 millones, es un juego de canicas de niños.
Juegue de $1.00 a $5.00 Do$ores del Río, no más... La señora que obtuvo el premio de los 53 millones sólo jugó $4,000... Los que se gastaron $11,000, $20,000 y hasta $40,000 dólares en apuestas.., 40,000 jugadas, no lograron sacarse los millones..Por muchas jugadas que usted haga Solo sale una para ganar los millones.
Quizás usted opine que mientras más jugadas haga tiene más posibilidades para ganar...es discutible...Por muchas vueltas que le das solo es premiada una columnita con los millones. 
Gastarse miles de dólares contra la COMPUTADORA del Estado,es como disparar un cohete espacial con un mensaje cifrado a Dios...Está en lo sidéreo,¿pero dón­de?
Cuando se llega a esa edad indefinida en que no se es bebito, niño ni anciáno, nos jugamos hasta el cu­bo.
Recuerde que la SUERTE ESTA EN USTED,NADIE SE LA PUEDE DAR..
Cuando escoja sus números, lo que debe cuidar es que la deyección del pájaro que habita en una esquina de la tarjeta,no caiga sobre su- cartón, porque entonces la SUERTE vuela de un tirón.
Seguidamente doy a conocer a usted -usted ha sido una de las escogidas por mi computadora mental- unas combinaciones para jugar a la Lotto.
Las mismas me fueron reveladas en un intranquilo sueño en mi cama-sofá de mi acogedor efficiency por un espíritu políglota -para mí que era cubano-, por­que si usted es extranjero, cualquier clase de extranjero, debe conocer que nosotros los cubanos, !a mucha honra!, nos distinguimos porque sabemos TODO de TODO, y cerno el mensajero del más allá- hablaba en mi mente bastante alto,deduje que tenía que ser cubano DE A VERDAD -...Me dijo: "Cómo tú estás en el "más allá" y yo en el "más acá"..."Perdona,-le dije- has trocado los cables,yo estoy en el "más acá" y tú en el "más allá",que no es lo mismo y ni se vive igual"..."Es­ quiusmí, -me interrumpió-, desde aquí las cosas se ven al revés, aché, ache...Take a pencil and write these number for you and other persons...­ 

Yo obedecí y me pasé toda la noche copiando las combinaciones - yo estaba dormido - para jugar a la lotto de la Florida en lo que todo es verdad y mentira. 
Para mi que era un espiritu, burlón, de esos que de dan a montón en cualquier rincón de la Florida State.

El bachiller Martín Fernández de Enciso.

Por: René León

En busca de los sepulcros de Zenu


Foto: Pueblos Originarios

  Enciso era un conquistador que no tenía miedo a los indios y pensaba sólo en riquezas. Estando en Cartagena, le contaron que a unas 25 leguas de distancia en la provincia de Zenu, en sus montañas abundaba en oro fino, y que cuando empezaba la estación de lluvias el oro bajaba a torrentes y que los naturales tendían sus redes para recoger las pepitas mayores, que eran del tamaño de un huevo. Enciso al saber eso preparó una expedición. Al mismo tiempo que Zenu era el cementerio de todas las tribus de la comarca, donde llevaban sus muertos y los enterraban con adornos de oro. Y como es natural la avaricia lo atormento y para allá se fue. 
  Pensaba saquear los sepulcros, además los indios eran infieles. Al llegar se le presentaron varios caciques con sus guerreros. Al principio trato de resolver la situación sin entablar combate con los indios, estos se negaron diciendo que allí estaban sus muertos. Y Enciso les dijo que el no ofendía a los muertos pues ellos no eran cristianos y el no ofendía al Papa. Los caciques le dijeron que aquel era su territorio, y que si alguna persona trataba de apoderarse o profanar el cementerio, ellos le cortarían la cabeza y mostraron a Enciso una hilera de cabezas empaladas, de aquellos que habían tratado de profanar el cementerio. Enciso atacó a los indios, los derrotó e hizo prisionero a uno de los caciques, tres de sus hombres murieron de las flechas envenenadas. 
  Al ver Enciso que no había conseguido el oro que esperaba, se retiro con sus hombres, por miedo a las flechas envenenadas. Fue otra de sus fracasadas aventuras. (ver: Suma de Geografía, Sevilla, 1519). Relato del mismo Enciso. 
Enciso había ido al Darien con Vasco Nuñez, pero por ser un hombre malo sin sentimiento y traidor, nadie tenía amistad con él. Fue expulsado, y le dieron el peor buque que tenían los conquistadores, un desmantelado bergantín. Embarcáronse con él diecisiete hombres. Zarpó del Darien el lro de marzo de 1511, con rumbo a la Española. Nadie lo volvería a ver ni a sus hombres.
Según cuenta la historia al pasar los años corrió la noticia de que unos españoles, encontraron en el sur de Oriente, Cuba, una inscripción grabada en un árbol:   "AQUÍ FENECIO EL DESDICHADO NICUESA ". De esto se infiere que él y sus acompañantes desembarcaron allí, y murieron a manos de los indios. El padre Las Casas dijo que no era verdad.

EL MITO Y LA LEYENDA EN CUBA

Foto de: Amazing Stories

Mucho se ha escrito sobre leyendas y mitos desde la antigüedad hasta nuestros días. Algunos autores tienden a unificar o confundir el mito y la leyenda, y a convertirlos en un único fenómeno literario.

María del Carmen Víctori Ramos | La Habana

  Como aquella zona es de vegas de tabaco, la siembra se hace en invierno, que es época de seca. (Pero), a veces se perdía la cosecha y no era bueno. En aquel tiempo se tenía la fe que pidiéndole a San Isidro Labrador, el santo haría llover. Allá se compraban muchas velas y se salía de rogativa al santo.
  Una vez en que salieron en una rogativa y no llovió, un isleño que se le chivó la cosecha, cogió la imagen del santo, que era de madera, y la rajó para leña.
Al otro día por la tarde, se formó una tempestad, y cayeron unos granizos del tamaño de huevos de gallina, y la gente decía que era un castigo de Dios. Recuerdo unas décimas que fueron muy populares por esto que te cuento. Decían así, más o menos:

En fin, para terminar,
recibiendo este consejo,
sea joven o viejo
debe, un camino tomar
para poder alcanzar
de Dios el perdón sagrado,
no cometiendo pecado
al cumplir nuestro deber,
que nada hacernos con ver
a San Isidro quemado.

  Aunque el mayor peso conceptual en el estudio de los relatos orales se refiere a los cuentos, mucho se ha escrito sobre leyendas y mitos desde la antigüedad hasta nuestros días.
  Algunos autores tienden a unificar o confundir el mito y la leyenda, y a convertirlos en un único fenómeno literario. Otros se atienen a las funciones específicas de los relatos, y la confusión resulta entonces mayor, pues, sin una definición de los términos y su espacio conceptual, tratan de subdividirlos por temas; por ejemplo llaman mitos, a los relatos sobre sucesos patrios; leyendas, a las historias y acciones de dioses en sus actos de fundación cosmogónica.
Hay un tercer grupo de autores que, en aras de la claridad analítica y expositiva, establecen una separación preliminar entre mito y leyenda y, posteriormente, se limitan a esta determinación en el proceso del estudio de los casos concretos. Este último enfoque nos resulta el más aceptable en concordancia con el material que obtuvimos en la indagación que realizamos, y de ahí que sea el que adoptemos.
  Siguiendo ese principio, consideramos como mitos a los relatos que recogen y transmiten la esencia del pensamiento primitivo y acientífico sobre el origen y desarrollo de la tierra y de la vida, con narraciones sobre los orígenes del mundo, de las familias iniciales -divinas o divinizadas- y de las fuerzas de la naturaleza o del destino. Los mitos resultan el tránsito y punto de unión entre la literatura y la religión; de manera que así se denominan todos los relatos con explicaciones cosmogónicas y religiosas, que incluyan los orígenes y las acciones de santos o deidades; así como las hazañas, relaciones, genealogías y andanzas de todo tipo de dichas divinidades por el mundo de los hombres.
Por su parte, las leyendas recogen y registran fabulaciones o simples historias sobre algún suceso o hecho, o sobre alguna que, por motivos históricos o sociales, se encontrara en una posición, actividad o una situación susceptible por su condición de trascender en el recuerdo de una colectividad.



Ramón Rodríguez: el güije dandy    -  Ramón Rodríguez: el güije de los negritos

  Contrariamente al mito, la leyenda se construye y nutre de acontecimientos que presumen de tener un basamento objetivo, pues estos parten de hechos presuntamente ocurridos; y ese acontecer es creído tanto por los oyentes como por los narradores y, hasta en algunos casos, expresan recordarlo por inusual o trascendente para la vida del lugar o del grupo. Como todo relato, está sujeto a reelaboraciones con la adición de elementos que transitan entre la simple exageración y la inclusión de procesos y soluciones sobrenaturales o fabulosas.
La diferencia más explícita entre leyenda y mito está dada por la posib1e historicidad del motivo, aunque después ambos géneros se recubran con nuevos elementos esotéricos o fantasiosos, donde el mito adopta una extraña y falsa apariencia historicista, y la leyenda se exprese por medio de extraños y asombrosos aconteceres en los que el destino y las fuerzas sobrenaturales intervienen de forma sostenida y segura.
  El protagonista en los mitos analizados para este estudio, siempre es un dios, o un santo, o una fuerza natural divinizada, o un semidiós; en tanto que en las leyendas los protagonistas son seres capaces de actuar desacostumbradamente, y de manera excepcional ofrecer y recibir encomiendas o conocimientos especiales, y hasta ser susceptibles a transformaciones espectaculares.
Algunos objetos y plantas pueden también considerarse depositarios de condiciones o poderes que propician la conformación de leyendas, junto a acontecimientos o hechos bien determinados en el acontecer histórico-social de una localidad o grupo de individuos, mediante la recreación de singularidades o el oscurecimiento de simples ilusiones o malas interpretaciones.
Para su exposición ante un auditorio, las leyendas necesitan de un ambiente propicio, pues corrientemente se ofrecen como verdades, aunque casi siempre, al exponer el tema, se deje margen a la duda. En cuanto al radio de acción de los mitos, es mucho más restringido, y la preparación del medio y del momento en que se relatarán requieren y precisan de una verdadera especialización, ya que ellos son aceptados como ciertos, y como guardianes de los misterios de las cosas más trascendentes de los hombres y su destino.
  No se puede perder de vista que entre los cubanos los mitos responden a las explicaciones de fundación de un conjunto de religiones de corte popular tradicional, las cuales los ofrecen como fundamentos de sus cuerpos de creencias culturales sobre los orígenes de la vida, de las relaciones de las fuerzas naturales con el hombre y del poder del destino.
  La mayor recurrencia de leyendas se encuentra en las relacionadas con las apariciones sobrenaturales, seguidas de las que tratan sobre sucesos de ámbito histórico y, por último, las relativas a elementos sagrados.
Las narraciones sobre diversos tipos de apariciones se escuchan en todo el territorio cubano. Luces, animales u hombres sin cabezas o que crecen -en parte o en su totalidad-, duendes, brujas, sirenas, hombres transformados en animales, entidades duales como güijes o jigües, madres de agua, chicherecús, ciguapas... También, almas en pena que ofrecen tesoros o protagonizan sucesos prodigiosos como son los ruidos de diversa índole, por lo común, voces que claman, o arrastres de cadenas unidos o no al embrujamiento de viviendas. En algunos casos, pueden vislumbrarse hasta barcos fantasmas en las noches brumosas costeras.


Ramón Rodríguez: la reina de los güijes

  Las leyendas que refieren sucesos históricos se ciñen a cuatro temas fundamentales: nombres de lugares, personajes singulares, origen de las razas y acciones varias. Por último, un pequeño conjunto de temas exponen apreciaciones sobre árboles, animales, figuras y piedras que revisten un carácter sagrado.
  Las variaciones en la relación entre los sucesos expresados por las leyendas en el territorio nacional permitieron la determinación de cinco áreas, gracias al interés por temas en los que predominan unos u otros grupos de sucesos.
En el caso de las leyendas existen dos grandes grupos de receptores. Entre adultos se trasmiten los tres tipos generales de leyendas; mientras los niños reciben sobre todo las del tercer tipo (sucesos históricos), y un buen número de las del primero (apariciones sobrenaturales), pero no todos los temas. En este caso se les refieren las de ciertos personajes, como: los güijes, brujas y duendes, entre otros sujetos de parecido corte.
  En cuanto a los mitos, ellos poseen una especificidad tanto en el tipo de presencia como en el carácter de su transmisión. La frecuencia mayor de mitos se presenta en el recuento de las vicisitudes de los dioses, que llegan a ser profusas en algunas regiones, aunque casi inexistentes en otras. En pequeña escala y sólo en unas pocas localidades del país se refieren mitos cosmogónicos.
Algo más difícil que en las leyendas, resulta describir los temas de los mitos, pues los que exponen vicisitudes de los dioses -sobre todo en el caso de las deidades de la Santería- son incuestionablemente mayoritarios. Después, las deidades del Palo Monte o las de cultos minoritarios -como el Arará o el Gangá- tienen una notable difusión. Las andanzas de las divinidades de antecedente haitiano que conforman el Vodú practicado en algunas zonas del país se exponen en menor medida. En las ciudades portuarias de La Habana, Matanzas y   Cárdenas se relatan los mitos fundadores de las Sociedades Abakuá.
Una difusión más generalizada, pero menos intensa la ofrecen los mitos que se componen de elementos del Catolicismo popular en un entrecruzamiento con las religiones populares de antecedente africano occidental subsahariano ya mencionadas, y que se circunscriben a tres temas: los ligados a la semana santa cristiana, los sincréticos y los que exponen la vida de los santos católicos.
Las narraciones cosmogónicas recogen temas que corresponden a los complejos religiosos de la Santería, el Palo Monte y los Abakuá.
  Las narraciones de carácter mítico concuerdan con las concepciones específicas de cada una de las religiones populares existentes en el país. El mayor o menor impacto de estos relatos en la sociedad cubana y la conciencia de pertenencia en cada región, permitió su catalogación en seis complejos mítico-religiosos:

.Mitos relacionados con el Cristianismo.

.Mitos relacionados con la Santería.

.Mitos relacionados con el Palo Monte.

.Mitos relacionados con las Sociedades Abakuá.

.Mitos relacionados con los ritos Arará y Gangá.

.Mitos relacionados con los rituales Vodú.

  La valoración del grado de presencia del entramado mítico y de la complejidad estructural temática en las relaciones de predominio establecidas entre unas y otras creencias religiosas a lo largo del territorio nacional, determinó la existencia de tres amplias regiones.
  Los mitos se circunscriben, en gran medida, a los grupos de conocedores del medio en que se desenvuelven las religiones populares de antecedente africano, y su difusión se enmarca por lo conocido en dichos límites.
Si nos atenemos a los antecedentes etnoculturales de la muestra colectada en la narrativa oral cubana, el componente hispánico resulta dominante, pues la mayoría de los relatos tienen su equivalente en la literatura peninsular, proceso que ocurre con muchos cuentos y leyendas, que abarcan una amplia variedad de temas con clara ascendencia europea, con versiones cercanas a las hispánicas, además de un número considerable de naciones, que son el resultado de una simbiosis entre elementos europeos y africanos.
  Eso no niega la existencia de un conjunto significativo -aunque limitado en comparación con el hispánico-, circunscrito en su casi totalidad a leyendas con personajes de no claros antecedentes etno-culturales y a sucesos locales cubanos, así como a cuentos donde los protagonistas son animales, y en los cuales la estructura y las soluciones temáticas muestran una correspondencia con cuentos comunes del África occidental subsahariana.
  En cuanto a los mitos, ellos presentan una situación diferente, pues sus ternas en lo fundamental son de antecedente africano y responden a explicaciones de la existencia del hombre y de la naturaleza desde el punto de vista de los procesos de las culturas del occidente africano subsahariano, en relación transcultural múltiple y con elementos del componente hispánico de la cultura cubana.

Tomado del libro Cuba: Expresión literaria oral y actualidad

PARRANDAS Y CHARANGAS

Foto de: Cuban traditions


Tomada de: La Jiribilla

En Cuba se celebra otra fiesta de no menos ostentación, que si bien en cuanto al uso de carrozas y congas pudiera relacionarse con los carnavales, por su inicio, finalidad y propósito, no tiene nada en común con éstos, excepto tal vez su espectacularidad. Nos referimos a las llamadas parrandas que se desarrollan en las zonas centrales del país y las charangas de la provincia La Habana (Bejucal)

Rafael Cerezo López | La Habana 

En Cuba se celebra otra fiesta de no menos ostentación, que si bien en cuanto al uso de carrozas y congas pudiera relacionarse con los carnavales, por su inicio, finalidad y propósito, no tiene nada en común con éstos, excepto tal vez su espectacularidad. Nos referimos a las llamadas parrandas que se desarrollan en las zonas centrales del país y las charangas de la provincia La Habana (Bejucal), que, aunque con menos esplendor y trayectoria en el tiempo, también se efectuaron en Santiago de las Vegas. En las provincias centrales del país, su punto de difusión estaba circunscrito a la villa de San Juan de los Remedios, de donde irradian hacia 14 localidades y pasan a las provincias centrales Santi Spíritus y Ciego de Ávila; mientras las de Bejucal parecen haberse limitado a ese municipio.

La palabra "parranda", según el diccionario, es una voz de origen vasco, que tiene el sinónimo en jolgorio; por tanto, el nombre oficial con que se bautizaron estos grupos de "parranderos" estaba bien seleccionado, y, por otra parte, el hacer jolgorios en las iglesias los días festivos fue costumbre que de la propia España pasó a Cuba, donde en algunas ocasiones hubo necesidad de prohibirlos cuando éste subía de tono, como hizo en el siglo XVII el obispo Vera Calderón. Nos obstante estas prohibiciones, casi nunca cumplidas en las iglesias de la Isla, las parrandas solían penetrar con sus cantos, tamboriles y congas africanas hasta los cabildos durante la etapa colonial.

Tanto las fiestas de Bejucal como las de Remedios surgen, aparentemente por los mismos motivos; esto es, llevar feligreses a las misas de medianoche o misas del gallo, que se celebraban los 24 de diciembre, después de la cena de nochebuena.

Las misas de aguinaldo, como se llamaban las que precedían por unos días a la solemne misa del gallo, y el pretexto de llevar devotos a ellas, dieron la oportunidad a remedianos y bejucaleños a organizarse para fiestar y sentar las bases de una nueva modalidad de diversión, en la cual cada uno de les barrios en que se dividía la población, tendría todo un año, hasta el siguiente de su celebración, para ir enriqueciendo de manera espontánea aquellas salidas nocturnas, con el fin de asistir a los oficios parroquiales. Así, el ruido de latas y fotutos devendría una bien organizada conga o changüí; los velones o hachones para iluminarse en la noche, se trasformarían en artísticas farolas, y el afán de competir con el otro barrio fue fomentando el uso de las primeras carrozas. Inicialmente éstas eran de pequeño formato; luego se valían de la tracción animal para moverlas, hasta culminar en las fastuosas carrozas que en la actualidad constituyen uno de los elementos más espectaculares de las parrandas, en cuya construcción participaba prácticamente la totalidad de los vecinos de cada uno de los barrios, desarrollando de paso el arte de la pirotecnia, otro de los aspectos relevantes de estas fiestas tan cubanas y al mismo tiempo tan locales, que ya usualmente se asocian como festejos al nombre del pueblo que las realiza y de las que cada uno se siente por demás orgulloso. Todo ello trajo como consecuencia la existencia de un rico anecdotario local que forma parte del proceso de auge de estas famosas fiestas populares. 

Ya en 1871 en Remedios, los barrios La Laguna, El Buen Viaje, San Salvador y Camaco se agruparon en uno solo: San Salvador, bajo la dirección de entusiastas parranderos, y los barrios de El Carmen, La Parroquia y La Bermeja se refundieron en el de El Carmen. Desde este momento trató cada bando de superar al contrario en belleza y originalidad de sus festejos, creando incluso las líneas divisorias entre barrios. Estas características que también observamos en las charangas de Bejucal, al estructurarse los grupos de vecinos en los Musicanga y Malayos, primero, y más tarde bajo el emblema de La Espina de Oro y La Ceiba de Plata, que empezaron sacando por noche buena pequeñas carrocitas en andas con sencillos motivos decorativos y su pequeña farola de papel de china coloreada a las que siguieron las carrozas tiradas por parejas de bueyes hasta culminar en las monumentales carrozas de nuestros días.

Hacia 1888 los parrandistas de Remedio comenzaron a situar en la Plaza de Armas y de Isabel II y sus alrededores, algunas obras como Areca de Triunfo, torres, ingenios en miniatura, entre otros trabajos en que competían los mejores artesanos de la localidad. Con el tiempo, estas variadas construcciones se redujeron a una sola por cada barrio y como se siguieron colocando en la Plaza de Armas mantuvieron su nombre de "trabajos de plaza" y constituyen una de las características más notables de las parrandas remedianas. En 1a actualidad, las parrandas tienen cuatro manifestaciones principales: a) el trabajo de plaza que realiza cada barrio; b) el número y la calidad de voladores, palenques y fuegos de artificio; c) la belleza y originalidad de los faroles que se presentan en conjunto, y d) las carrozas que cada barrio saca en la madrugada. Desde 1880 en Remedios se cantan y tocan las "polkas" compuestas para cada ocasión por El Carmen y San Salvador.

Las parrandas se inician con la iluminación de los trabajos de plaza a las 10 de la noche. La primera entrada de barrio se llama "saludo" y se acompaña por piquetes de músicos que tocan la música tradicional y comienza la "artillería", como se llaman los fuegos artificiales. Al llegar a la línea divisoria de cada barrio, se queman ruedas de fuegos artificiales sobre un burro de madera, alrededor del cual bailan los muchachos portadores de las farolas. El barrio "contrario" contesta a este "saludo" con otro semejante, sucediéndose después en la noche salidas alternas de cada barrio. Después en la madrugada, salen las carrozas, cuya construcción y diseño se trataron de mantener en "secreto", para poder ganar en impacto, tanto como en belleza, audacia, fantasía y color, al barrio contrario.

Las parrandas no tienen perdedor en estas contiendas. Si un barrio efectúa el supuesto "entierro del perdedor", el barrio contrario hace lo mismo. De esta manera, los dos celebran "su triunfo", congueando detrás de la música con sus respectivos emblemas. Lo más significativo de estas fiestas resulta, sin dudas, esa integración masiva del vecindario en la ayuda de la confección de las carrozas, y participan como personajes de ellas, quemando fuegos artificiales, arrollando detrás de sus changüís y los símbolos de los barrios, en los cuales prevalece una singular predilección por el gallo y el gavilán, el chivo y el sapo, aunque no sean los únicos.

De Remedios, las parrandas se llevan a los pueblos de Camajuaní, Caibarién, Encrucijada, Placetas y Quemado de Güines, y desde estos municipios se extienden a otras localidades: Zulueta, Buenavista, Carrillo, Remate de Ariosa, Vueltas, Vega Alta, Quinta, Calabazar, El Santo. Por Sancti Spíritus llegan a Yaguajay y Cabaiguán, y por la antigua provincia Camagüey -la actual Ciego de Ávila- hasta Morón, Punta Alegre y Chambas. En algunas localidades, las parrandas dejaron de celebrarse o se fueron fundiendo en los carnavales, pero donde se mantuvieron, mostraron un envidiable vigor.

A diferencia de los carnavales en que la carroza puede constituir, un mero soporte, artísticamente estructurado para sostener a los hombres y mujeres que evolucionan sobre ellas, la carroza de las, parrandas se proyecta basada en un tema que puede tomarse de la literatura universal o bien del cine, aunque no se excluya una temática que obedece a la inspiración del "carrocero", Pero casi siempre, por lo que hemos podido ver, la carroza de la parranda tiene una temática que se tratará hasta en los últimos detalles, lo que lleva algunas veces a sus autores a realizar verdaderas proezas de imaginación. Es realmente extraordinario presenciar, luego de construida una carroza, a los muchachos y muchachas de un barrio interpretar los personajes mitológicos, literarios, legendarios o patrióticos.

Todo barrio tiene un presidente, tesorero, junta directiva, etc. Pero en la confección de la carroza, todos hacen aporte al mayor lucimiento de "su" parranda. Al principio, cada barrio hacía incontables invenciones en la obtención de recursos para sacar ésta. Con posterioridad, las empresas comerciales ayudaban a su realización con la mira interesada de recibir beneficios con las ventas que propiciaban tales actividades. Hoy día, el Poder Popular sitúa los recursos necesarios para que esta fiesta de barrios siga efectuándose.

Una parte importante de las parrandas la constituyen las salidas de los "changüís" o congas que, portando los emblemas de los barrios, semanas y días antes de la fecha de celebración, recorren las calles del bario al son de sus instrumentos percutientes, entonando cantos de puya al barrio contrario. Todo suceso acaecido durante el año, colectivo o individual, puede servir de pretexto para que los "compositores" populares saquen un canto corto con la finalidad de "picar" al bando "rival". Rivalidad del todo aparente, ser "rivales" forma parte del festejo por tradición, pues se es de un barrio o de otro por la sola razón de haber nacido en él, y además, como señalamos antes, nunca hay barrio perdedor.

La carrocería y la pirotecnia de las parrandas conducen a la formación de un personal técnico que se inicia en el "oficio" por afición, llegando a adquirir con el tiempo una gran pericia. Ello determina ocasionales desplazamientos para atender estas especialidades en otras localidades; por ello, las parrandas cuentan con ilustres nombres en estos oficios, así como de músicos y compositores.

El inicio de las parrandas como festejos populares estuvo vinculado a las misas de aguinaldo o misas del gallo luego a medida que dichos festejos se trasladaban a otras localidades, se efectuaron en otras fechas como 31 de diciembre, 24 de febrero, 3 de mayo, y 19 de marzo. También, como en el caso de Quemado de Güines y Chambas, se realizan en ocasión de conmemorarse el Día del Quemadense y del Chambero Ausente.

En esta breve reseña no podemos particularizar detalles de los muchos que tienen las parrandas, llámeseles con este nombre o con el de charangas o el más genérico de fiestas de barrios, bien sea destacando la belleza de sus carrozas, la alegría de su música, la riqueza de sus fuegos artificiales o la originalidad de sus farolas o liras, pues cada una de ellas posee uno o varios aspectos destacables.

Parrandas, charangas, en realidad no importa como se les llame, porque ellas son y en eso reside todo su encanto ¡fiestas de barrios!

En Memoria: Emilio León (†) (1920-1990)


Preso político desde 1962 a 1979
Escritor, poeta, e historiador.
Entre sus libros se puede mencionar: 
Los Hijos de las Tinieblas 1983; 
El Gigante de Piedra 1980;
Recibió Mención de Honor en la prisión, por su ensayo "El Gigante de Piedra" en la Navidad de 1978.
Publico varios libros de ensayos, poemas y artículos variados.

MARIO BENEDETTI, UN SOL INMORTAL



Lola Benítez Molina
Málaga (España)

  Tu Uruguay natal se engrandeció el día que te vio nacer. ¡Qué desdichada agonía tuviste que soportar para verte obligado, como tantos otros, a exiliarte a otras lejanas y desconocidas tierras! Sólo los que lo experimentan conocen la magnitud del desgarro emocional. Inquietud generadora de savia imperecedera. 
  Con tu alma dolorida, dejaste un legado para deleite de los que te conocieron y te continúan ensalzando. “Que el dolor, manifiesta Benedetti, no me apague la rabia, que la alegría no desarme mi amor…”. En tu obra, que toca todos los géneros con suma sapiencia se aprecia, en un primer periodo, el hondo palpitar de tus circunstancias vitales, así como los cambios sociales y políticos de Uruguay y de otros países de América Latina.
  Angustia que subyuga y que te hace derramar sobre el papel lo que el corazón llora, con una literatura sumamente realista, que sólo los genios saben expresar.
  Esta actitud dio lugar a un ensayo acre y polémico: “El país de la cola de paja” (1960), y su consolidación literaria con dos novelas importantes: “La tregua” (1960) y “Gracias por el fuego” (1965), en la que refleja una crítica más mordaz de la sociedad uruguaya.
  En un segundo periodo, sus obras reflejan la angustia y la esperanza de diversos sectores sociales por buscar caminos a una América Latina oprimida por represiones militares. Como consecuencia de ello, Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España durante más de diez años, período en el que su literatura se hizo formalmente más enérgica. Al respecto, el escritor uruguayo refiere que “no te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños”. 
  El tema del exilio lo trató en su novela “Primavera con una esquina rota” (1982). Podemos decir que uno de sus méritos es saber reflejar los aspectos hirientes en los que a veces cae el ser humano, y que un alma blanca, como la de Benedetti, sabe dar constancia para que sea con la pluma y no con las armas como el hombre intenta solucionar las injusticias de la prepotencia y de la soberbia. Como todo exiliado que ama sus orígenes, los cuales quedan indelebles y magnificados por el sentimiento de la ausencia, Benedetti volvería a pisar su tierra amada, cuyos sentimientos y sensaciones dejaría reflejados en su novela “Andamios” (1997), marcadamente autobiográfica.
  En 1999, es reconocida su valía al concedérsele el VIII Premio de Poesía Iberoamericana “Reina Sofía”. En marzo de 2001, recibió el Premio Iberoamericano “José Martí” en reconocimiento a toda su obra.
  Desde 2009, resplandece, en el espíritu de Montevideo y del universo, una luz constante e imperecedera.

A contraluz. Las estancias musicológicas en el amatorio

Y ya nadie me escribe diciendo no consigo olvidarte…
               Joaquín Sabina
He de confesar que me siento fascinado (magnetizado literalmente hablando) por aquellas obras en las que el maderamen estético y las sustancias nutricias autorales, concurren de modo simbiótico para propiciar el surgimiento de títulos que, desde la peculiaridad del entretejido semántico-lexical, apuestan por la más contundente formulación de la brevedad, acaso para dar la razón a Barthes en aquello de que todo texto literario tiene su despegue o su fenecimiento en el título. Tal es el caso del poemario A Contraluz de María Eugenia Caseiro, publicado por el sello editorial Imagine Cloud Editions en el 2016.
La autora, de raíz esencialmente cubana, consolida su feudo discursivo en lo exilar o lo transterritorial, suerte de patria elocutiva donde el idioma hospedante coexiste o se flexibiliza ante el cúmulo de voces portadoras de un ethos abocado hacia la conformación de la identidad, ese constructo maltratado por la retórica y los devaneos de la ideología.
Los versos aquí reunidos se apropian del referente amor/desamor, dupla ideotemática por excelsitud, presente en el soporte comunicativo de temas musicales devenidos antológicos y con raíz en el bolero, el feeling, la trova tradicional, la balada, et al. El sujeto lírico erige su filosofar en el llamado discurso del cuerpo, como se conoce: “una construcción sociocultural, legitimada por la ideología patriarcal y conformada como un vehículo para el fortalecimiento de las relaciones históricas de poder dominada-dominador. En la mujer, el cuerpo (…) es también un medio para deslegitimar ese poder, y proponer una nueva lectura en relación con su identidad”.1
Estamos en presencia de la (re)elaboración estética de ciertos pactos con el Eros, asentados en el imaginario a través de fragmentos de canciones que si bien no hacen acuse de un falogocentrismo agudo, se vislumbra en ellas una cosmovisión masculina, la cual es revertida en función de una narratividad propia. Así, autores y letras que el gusto y la hermenéutica musicológica empujaron hacia lo canónico, devienen en materia desacralizante, topos y atisbo no placentero de la extraterritorialidad como condicionante del amatorio: el presupuesto manzaneriano “Esta tarde vi llover/vi gente correr y no estabas tú”, es ahora lacerante engranaje diaspórico, cuerda sentimental tensada al máximo: Llueve la inmovilidad/en los que no partieron/y hoy son un matasello/olvidados fantasmas/bajo el óxido del agua (pág. 21).
Explicitud tropológica que, partiendo de exordios de diversos compositores de la tradición bolerística, se pronuncia en pos de la repostulación de determinadas zonas erógenas, centralizadas en la boca y su accionar como constructo inherente al tópico sexualidad, mutilado por una hegemónica presencia patriarcal en los mejores (y más genuinos) registros poéticos femeninos desde Tula Avellaneda hasta Elena Tamargo, pasando por Isel Rivero y María E. Cruz Varela. Testimonio de ello son los versos: Cállame con el sello de tus dientes/las simientes/los engastes/las raíces…/despiértame a la sed/de tus pupilas (pág.41). Es de resaltar el tratamiento dado al estado emotivo del hablante lírico, mediante una sutil focalización erótico-figurativa de su entorno existencial: Entonces tú descansa mi destino/del beso que te doy (pág. 27).
Pienso, criterio de lector antes que espectador crítico, que A Contraluz es un valioso obsequio para quienes continuamos apostando por el amatorio y sus poéticas de introspección, vecindades con el desgarramiento y los rejuegos intertextuales. Acaso porque un bolero, al decir del Gabo Márquez, es un novela de amor en dos minutos.
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
·        El secreto de la libertad, Yanetsy Pino Reina, Ed. Sed de Belleza, Santa Clara, 2010, pág.78.



José Luis Santos, Santa Lutgarda, Villaclara, Cuba, 1968. Poeta, narrador y ensayista. Premio Provincial de Cuento Onelio Jorge Cardoso (2000 y 2004). Mención Premio David y Primera Mención Premio Eliseo Diego de cuento del 2001. Finalista del Premio de Poesía «La Gaceta de Cuba» del 2004. Finalista del Premio de la Crítica «Ser en el Tiempo» 2005. Ha publicado: Escaleras al cielo, Ediciones Sed de Belleza, 2004: Cuento. Monólogo de Jean Basquiat Ediciones Capiro, 2004: Poesía. Los Apagados Muchachos del Verano, Ediciones Capiro, 2007: Poesía. Colabora en CartaCuba, Umbral, Hacerse el Cuerdo y en revistas del extranjero como La Peregrina y Linden Lane Magazine.

Túneles en La Habana

Calle Galiano y El Mercado Tacón año 1910

En el año de 1835 se desalojó lo que había sido la cárcel de La Habana. En su sótano se pudieron encontrar unos túneles que las autoridades no sabían para que los hubieran construido. En la ciudad se comentaba que se habían encontrado esos ‘túneles” que habían sido preparado para en caso de un ataque de los ingleses, poder guardar las cosas de valor, arte, religiosas y del gobierno de la ciudad. Como era la voz popular del pueblo, se aumentaban cada día los “túneles”, su tamaño y lo que contenían en ellos. Como es natural. El lugar exacto donde comenzaban los ‘túneles” y donde terminaban no se sabía. Militares viejo que se habían quedado en La Habana, creían que salían del Castillo de la Fuerza, cruzaban la bahía hasta Regla. Como es el pueblo de parlanchín había pescadores que habían visto salir de la oscuridad soldados. Las autoridades deseaban terminar con todas estas historia.

Según se refiere el arquitecto Evelio Govantes, jefe del Departamento de Fomento del Municipio en su informe al señor Alcalde, al realizarse esas obras de restauración,

“se descubrió un subterráneo en una de las salas que derecha forman el ala derecha del Palacio Municipal. La entrada está al centro de la habitación, inmediata al patio del edificio. El hallazgo sorprendió a los descubridores y a la opinión pública que ha seguido con el más vivo interés cuanto se ha escrito sobre la misteriosa construcción. 

  Para algunos es la cripta de la primitiva iglesia de La Habana y los que esto suponen, no van mal orientados, pues en los terrenos que hoy ocupan la Plaza de Armas y la Casa Consistorial, se alzaron sucesivamente, el bohío destinado para el culto, construido por Hernando de Soto con posterioridad a 1538 y que derribo el Dr. Gonzalo Pérez de Angulo para levantar la cantería comenzada en 1554. La que en 1608 proyecto el maestro de fortificaciones Juan de la Torre y la que en 1666 reedificó y amplió el obispo D. Juan Santos Matías. La proyectada por Juan de la Torre, no ocupó la misma posición que la construida en 1554, pues por consejo del Sargento del Morro, se retiró de las proximidades de la Fortaleza Vieja, "desde la puerta del pendón hasta la tienda de los plateros que sale a la calle de San Juan" (hoy calle del Obispo).

  A estos antecedentes históricos se ha unido la presencia en el subterráneo de algunos huesos, al parecer humanos y en buena lógica han creído que se trata de la cripta de la iglesia. Pero las calas que se dieron el domingo 24 de febrero en el suelo del subterráneo, desvanecen completamente esta hipótesis pues a poco menos de un pie de profundidad se encuentra agua y fango en abundancia y la cantería de las paredes no muestra la más leve señal de que la piedra se haya removido en ningún momento para cubrir sepulturas, ni se notan restos de inscripciones o labrados.

  Es, pues, fuera de toda duda, - que ni aquel suelo ni aquellas paredes, recibieron jamás restos humanos, para cubrirlos de las injurias del tiempo.

  Otros creen que se trata de un camino secreto entre el Palacio y el Castillo de la Fuerza, y, ciertamente, no existe un solo dato histórico favorable a esta suposición. Por el contrario , los antecedentes que de estas construcciones se conservan, son contrarios a la existencia de ese camino subterráneo.

  En efecto, el Castillo de la Fuerza fué levantado en la segunda mitad del siglo XVI y el Palacio en el último tercio del XVIII. Durante esos dos siglos los gobernadores españoles, vivieron en las casas capitulares de la Plaza de San Francisco, en la morada del Teniente Coronel D. Martín de Arósteguicontra la voluntad de éste -, en la de Dña. Inés de Acosta, en la del Coronel D. Bernardo Ramírez, que abandonó enseguida, el Gobernador Cabello, por encontrarla "improporcionable y llena de habitantes rústicos" y en la de D. Santiago de Castro Ferrer, en la Plaza del Mercado, que ocupó el Capitán Ge­neral D. Luis de las Casas, desde el 21 de junio de 1790 a 15 de julio del propio año, que se trasladó al actual Palacio Municipal, todavía sin terminar en esa fecha.

  Es decir, que si para la seguridad del Gobernador, se construyó un túnel a fines del siglo XVIII, cuando ya las defensas de La Habana estaban terminadas, no es aventurado imaginar que análogas comunicaciones debieron fabricarse entre las casas anteriormente mencionadas y el Castillo, y hasta ahora no se han encontrado los más ligeros indicios de túneles, a pesar de que algunas de esas casas han sido demolidas, como la de Armona, 1a de Aróstegui, los almacenes de los señores Casteleiro, Vizoso y la de Aróstegui donde se levanta hoy la Lonja del Comercio. 

  Por otra parte no debe prescindirse de la poca estimación en que, como obra militar, tenían los españoles al Castillo de la Fuerza, desde antes que la fortaleza estuviese terminada, y que un Capitán General, el Marqués de la Pezuela, quiso demolerlo en el siglo XIX.

  Un túnel entre el Castillo y el Palacio debió construirse a fines del siglo XVIII y es bien significativo que de este camino no exista la más ligera noticia en las notas de la época, ni en la abundante documentación que de esos años se conserva.

  A más, no debe olvidarse que el subsuelo de esta parte de la ciudad, está formado por terrenos cenagosos.

  Algunos creen que se trata de un ramal del camino secreto, horadado con anterioridad a las murallas, y que ponía en comunicación las distintas iglesias de La Habana con los castillos para guardar los tesoros de los templos, en caso de peligro.

  Desde hace mucho tiempo, se habla de túneles entre cual o tal convento y entre ésta y aquella fortaleza y está tan arraigada esta creencia entre nosotros que a pesar de que las obras del alcantarillado, realizadas en época relativamente reciente, han demostrado que los famosos subterráneos no pasan de ser unas leyendas, el descubrimiento del sótano más insignificante como es el del Palacio, pone en actividad las imaginaciones y se fabrica una Habana subterránea sólo comparable por su extensión, a las catacumbas romanas, con evidente olvido de que las catacumbas tardaron algunas generaciones para horadarse, a pesar de que la favorecía la ligera toba que sirve de base a Roma y que la vida habanera de los siglos XVI, XVII y XVIII se desenvolvía sin otras inquietudes que las que de tiempo en tiempo, ponían ingleses y franceses cuando la Católica Majestad estaba en guerra con la Cristianísima con el Defensor de la Fe. Es más, el famosísimo Drake, tuvo que desistir de asaltar La Habana, ante la formidable defensa que se le opuso.

  Con anterioridad a las murallas y contemporáneos a su construcción, no existían otros castillos todavía nadie ha lanzado la idea de un túnel entre la Punta y el Morro, aunque se afirma que existe uno entre la Fuerza y la Cabaña. En 1555 no existía túnel alguno. El único lugar secreto con que contaban los vecinos para esconderse, en caso de alarma, era la finca de Diego de Soto, situada a un cuarto de legua del Puerto.

  Cuando el asalto y toma de La Habana por los ingleses, nada se dice de los subterráneos en la abundante biografía que de este hecho existe. Es entonces, en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando debe comenzarse la construcción de este subterráneo fantástico que une al Príncipe con Atarés, que pone en comunicación distintas iglesias y que, finalmente, se sumerge junto al Castillo de la Fuerza, para salir en la fortaleza de la Cabaña.

  No se distinguían nuestros mayores, por la rapidez en la ejecución de las obras públicas. Más de un siglo tardaron en levantarse las murallas, mil años los Castillos de la Fuerza, la Punta y el Morro, casi veinte el Palacio Municipal, y como dato concluyente de la forma en que trabajaban los antiguos, basta decir, que en 1911 estaban todavía sin reparar los daños que en las murallas causó el inglés, a pesar de que diariamente se trabajaba en ello y lo que motivó un curioso artículo publicado en El Censor Universal de 19 de mayo de 1911, titulado El Rey

  Además, un túnel entre la Cabaña y la Fuerza, no tenía en las postrimerías del siglo XVIII ningún fin militar, pues el canal resultaba un camino perfectamente cubierto de ataques enemigos por el Morro, la Cabaña y la Punta.

  Un túnel a través de la bahía, comenzado a fines del siglo XVIII, con los medios de que se disponían en aquella época, hubiese llevado mucho tiempo y es muy probable si se hubiese intentado, que todavía al cesar la soberanía española en Cuba, se estuviese horadando el fondo del Canal.

  De todos modos, la leyenda de La Habana subterránea seguirá en pie. De ella no se escapan ni edificios que todavía no tienen una centuria de construidos, como es el palacio de Aldama.

Por:  René León