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miércoles, 23 de mayo de 2018

y soñábamos con pájaros volando (Antología) Poetica

WORD UP 2113 Amsterdam Ave, New York, NY 10032 25 de mayo 
en la librería Word Up a las 6 de la tarde Presentación de la antología y soñábamos con pájaros volando (Antología) publicada por Tigres de papel La profesora Nuria Morgado acompañará y presentará a la poeta Marta López-Luaces 



domingo, 20 de mayo de 2018

20 DE MAYO DE 1902 Instauración de la República de Cuba



Eliana Onetti (1944-2008+)

  Cuenta Ricardo Núñez Portuondo que el 20 de mayo de 1902 a las 12 meridiano, comenzó, en el antiguo Palacio de los Capitanes Generales en La Habana, el Acto oficial en el que el Gobernador Militar de la Isla General Leonardo Wood hacía entrega –en nombre del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Teodoro Roosevelt, del poder y gobierno de la Isla de Cuba al primer Presidente de la República, electo por la voluntad expresa del pueblo cubano: el señor Tomás Estrada Palma.
  A las 12:10 minutos, en el preciso instante que la bandera norteamericana era arriada en el Palacio, se ordenó su descenso en el mástil del Morro de La Habana y, a  los acordes del himno de Bayamo –tras una salva de 13 cañonazos- el General Emilio Núñez izó a las 12:15 minutos la bandera de Narciso López en el Castillo del Morro.
  El pueblo estalló entonces en indescriptibles manifestaciones de júbilo patrio al presenciar la culminación del doloroso proceso de forja de la Independencia de Cuba, y su nacimiento como nación. Hasta ese momento, y desde 1898, los cubanos habían tenido una Intervención extranjera en suelo patrio en que la esperanza de libertad e independencia estaba sumida en incertidumbre debido a esa Intervención norteamericana. Cuatro años de lucha política y diplomacia, sorda y dramática aunque incruenta, que tan bien plasmó Bonifacio Byrne cuando escribió su poema “Mi Bandera”.
  A partir de ese 20 de mayo, comienza la no menos patética historia de la República de Cuba, mediatizada por la Enmienda Platt, traicionada por sus mejores hijos, marcada desde su nacimiento por las desavenencias, las envidias, el orgullo desmedido, la avaricia y las corruptelas. Hasta Estrada Palma, heredero de la obra de Martí, quien lo dejó al frente del Partido cuando se fue a morir en los campos de Dos Ríos, prefirió asesinarla antes de renunciar a su mesiánico orgullo de anciano prevalerte. Olvidaron ¡todos! Los deseos del Apóstol:
  “Yo quiero que la ley primera de nuestra república sea el culto a la dignidad plena del hombre. En la mejilla ha de sentir todo hombre verdadero el golpe que reciba cualquier                                                                       mejilla de hombre. O la república tiene por base el carácter entero de cada uno de sus hijos, el hábito de trabajar con sus manos y pensar por si propio, el ejercicio integro de los demás: la pasión, en fin, por el decoro del hombre, o la república no vale una lágrima de nuestras mujeres ni una sola gota de sangre de nuestros hombres!...!Alcémonos para la república verdadera…!
  Estrada Palma, aquel anciano patriota, olvidó que la “Patria es ara; no pedestal” y el 29 de septiembre de 1906, renuente a sacrificarle su propio orgullo, la entregó inerme a una nueva Intervención que duró hasta el 28 de enero de 1909.
  Yo recuerdo los “20 de mayo” de mi infancia, llenos de sol, de zapatos blancos de estreno, de paseos por el Malecón, de asueto feliz y de fervoroso orgullo mambí. Recuerdo los trajes de dril de los hombres y los vestidos multicolores de las mujeres con ojos de mayo, orgullosas de su palmito y de su elegancia. Y me preguntó dónde y cómo estaríamos hoy si hubiésemos sido entonces más conscientes de que la república era la herencia de quienes, con sacrificio de sus propias vidas, quisieron una Cuba “con todos y para el bien de todos”. Si hubiésemos tenido bien presente que nuestro disfrute debió haber sido más bien el sagrado e ineludible deber de mantener esa república incólume, pura y unida.
  Porque los pueblos somos miopes, y olvidadizos, y cortos de entendederas, y desdeñosos de lo verdaderamente esencial y valioso, como aquella Eva que, inconsciente, despreciaba el alfiler de oro oscuro por prenderse al oscuro talle un diamante embustero. Así somos.
  Y hoy,  nuevamente, 20 de mayo. Una nueva oportunidad para aprender de nuestros desaciertos, para evitar culpar a terceros de sus consecuencias, para reconocer qué hemos hecho mal y cómo evitar frívolos olvidos en el futuro que puedan hacernos cometer los mismos errores una y otra vez. Para acercarnos –espiritualmente al menos- al monolito de Avenida 41 y Buen Retiro en Marianao y repetir, con Enrique José Varona, que “Si los cubanos honrados se hubieran conformado, Cuba seguiría siendo colonia”. Y meditemos en el significado de estas sencillas palabras que tan grande verdad encierran.
  Si los cubanos honrados no nos hubiéramos desentendido en gran medida de las necesidades de nuestra patria; si no nos hubiéramos conformado, Cuba sería –quizá- hoy una República en democracia.


viernes, 18 de mayo de 2018

ADIÓS JEFE, POR SIEMPRE ESTARÁ EN NUESTROS CORAZONES


Emilio Martinez de Paula
Don Emilio Martínez Paula, 13 de abril de 1923-13 de abril de 2018

Por Yolanda Calderón

     Siempre supe que algún día tenía que escribir esto porque el protagonista de la historia me lo recordaba muchas veces cuando se proponía hacer bromas pesadas, pero mi esperanza era poder tener una varita mágica para interrumpir ese momento, pero como cualquier mortal sin habilidades superiores en la magia, el día me llegó y aquí estoy tratando de expresar las emociones que nos deja la partida del jefe “Benemérito” al que acompañé en este oficio por muchos años.
     Don Emilio Martínez Paula nos deja cuando el valor del oficio periodístico es incomprendido y muchas veces menospreciado. Su ejemplo se vuelve más elocuente, más luminoso, en la medida en que la amenaza sobre la libertad de prensa nos hace percibir mejor el significado de esa libertad.
     Hoy con este sencillo homenaje despedimos a un eximio periodista y a un verdadero caballero. Pero, por sobre todas las cosas, le decimos adiós a un hombre bueno.
     Hace algunos años me dio la oportunidad de ser parte de su periódico, él mismo me entrevistó y desde el primer momento tuvimos una conexión profesional increíble. Poco a poco me fue abriendo los espacios y me hizo su mano derecha en la parte editorial.
     Escuché sus historias una y otra vez, sus chistes, sus bromas, hablábamos de política aunque según él, yo no sabía nada en ese campo, pero así era el jefe. Me decía que el día de su funeral yo iba a ir con un pañuelo y una cebolla para que mis lágrimas brotaran y así hacerle creer a los demás que sentía su partida. ¡Qué equivocado estaba el jefe!, no necesité de una cebolla para expresar mis emociones.
     No niego que muchas veces me puso los ‘pelos de punta’ por su carácter fuerte y con ganas de dejar todo tirado, pero me acordaba del adagio: cuenta hasta 10, respira profundo. Funcionaba.
     Fue un hombre de carácter, hiperactivo, que no conocía la diplomacia, lo que pensaba lo decía sin importarle si hería susceptibilidades, pero eso era bueno, las personas sabían a qué atenerse con él; personalmente prefiero a las personas así y no a las que pasan por el mundo sin tomar partido en nada.
     Decía cómo he podido soportarla por tantos años y yo le respondía, mejor pregúntese cómo he podido soportarlo a usted. Fue una relación de respeto, de profesionales que amábamos lo que hacíamos, paternal si se quiere también, de enseñanza.
     Lo quise y lo admiré sinceramente y hoy lo digo públicamente porque él y su familia lo sabían.
     En las últimas 6 u 8 semanas, tal vez presintiendo que su tiempo se agotaba, me llamaba por teléfono y me hablaba de su aprecio y de la confianza que depositaba en mí para que su periódico saliera sin que él estuviera presente todos los días. Hasta un premio me decía que estaba gestionando para mí y yo me reía.
     Pero el jefe sabe que, y emulo las palabras de El Libertador Bolívar, no aró en el mar, me preparó y me moldeó para acompañar al periódico hasta que el tiempo lo decida.
‘El Benemérito’ como exigía en broma que debíamos llamarlo, fue un hombre que con su ejemplo de vida ha dejado una huella indeleble en los corazones de todos los que estuvieron cerca de él.
     Un patriota que siempre albergó la esperanza de ver a su Isla libre y que estamos seguros que desde el lugar donde se encuentre hoy, seguirá ejerciendo ese trabajo, que luchó a través de la palabra por las injusticias que un régimen como el de los hermanos Castro cometía con su pueblo, _ese pueblo que tuvo que dejar por allá en la década de los 60s_, pero que nunca borró de sus recuerdos.
     Y tal vez para no ser testigo de la ignominia que por estos días se prepara en su isla cuando Raúl Castro salga de la presidencia, pero no del gobierno de Cuba, fue que decidió partir.
     La elección por sesión constitutiva, en la que probablemente resulte victorioso el actual vicepresidente Miguel Díaz-Canel, será la primera vez que alguien sin el apellido Castro gobierne Cuba desde que Fulgencio Batista huyó del país en el Año Nuevo de 1958 y Fidel Castro tomó el poder el 1 de enero  de 1959.
     Don Emilio fue un hombre que para quienes no tuvieron la suerte de conocerlo a fondo, pudo resultar ‘insoportable’ ‘pesado’ para decirlo en términos cubanos y como él mismo lo decía: “más pesado que yo no hay otro”.
     Pero, para los que sí estuvieron cerca de él, amigos verdaderos, familia, gente del común que lo apreciaron, era un hombre de carácter fuerte pero con corazón de merengue, ese mismo corazón del que muchos sacaron provecho.
     Periodista como pocos, intelectual de grandes ligas, cuidador de su lengua nativa, el español, articulista y escritor de libros, historiador que supo plasmar en muchos de sus escritos la historia de su tierra y de los grandes patriotas que admiró especialmente José Martí. Defensor ante todo de las libertades y la democracia.
     Creador de empresas, de las cuales siempre le recordaba a todos, quién era el dueño. Criado en un periódico como solía contar y donde aprendió de su padre Norberto, al llegar a Estados Unidos y después de muchos obstáculos que supo sortear positivamente, no dudó en fundar un medio de comunicación, su hobby, su pasión.
     Nació entonces La Información, órgano informativo que le dio cabida a muchos amigos que como él tenían el ideal de una Cuba Libre. Con el tiempo, nació la Buena Suerte. Con el pasar de los años diversificó su producto, y surgió Inglés Práctico.
     Siempre imponente estuvo al frente de sus negocios con una fortaleza que daba envidia de la buena, (si es que la hay), porque lo hacía parecer un quinceañero.
     Pero la vida no es para siempre y en los últimos años su cuerpo comenzó a sentir el peso y el paso del tiempo.
     Aunque optimista, mostraba su mejor cara y su humor unas veces teñido de negro otras de blanco, pero su simpatía en algún momento de la conversación salía a relucir.
     Se nos fue el padre, el abuelo, el esposo, el maestro, el patriota, el periodista, el empresario y al final se salió con la suya, como siempre haciendo lo que le daba la gana, se despidió del mundo terrenal el mismo día de su cumpleaños, Una de sus frases favoritas era: yo hago lo que me da la gana aquí y en cualquier parte.
¿Iría al cielo? No lo sabemos, solía comentar que ese era un lugar muy aburrido donde no había restaurantes ni se podía fumar un tabaco o tomar un café cubano.
     Pero esté donde esté, en cualquier lugar de este Universo, para los que lo quisimos, respetamos y admiramos, por siempre estará a nuestro lado y seguirá dando ‘lata’.
     A su esposa, la señora Lina, a sus hijos Josefina, Emilio Sebastián, Bert, Carlos, a sus nietos y bisnietos y demás miembros de su familia, todo el personal que trabajó para él, los envuelve en un cálido abrazo de condolencias ante la pérdida física que costará mucho supe-rarla, porque el olvido nunca hará parte del libro de la vida de Emilio Martínez Paula.
Don Emilio Martínez Paula, 13 de abril de 1923-13 de abril de 2018.

martes, 15 de mayo de 2018

PEQUEÑAS GRANDES HISTORIAS DE AMOR





Autor: Julio V. R.  Melgarejo Abdala
Ed: Plumágica


Julio, periodista y escritor, ha dedicado gran parte de su vida a la radio, como excelente comunicador que es. Nació en Quilmes (provincia de Buenos Aires, Argentina). En marzo de 2003 llegó a Málaga, como él mismo dice, por una historia de Amor. Éste, su segundo libro, que ve la luz, es, sin duda, un canto al Amor con mayúsculas. Anécdotas y ficción se entremezclan y dan como resultado un remanso de pasiones en las que se detiene el tiempo, quimera que todos quisiéramos conseguir. Quien lo haya experimentado sabrá muy bien de qué habla, pero lo muestra con una sensibilidad que consigue enamorar al lector.

            Un libro brillante, cautivador, escrito como ya he dicho anteriormente, por un auténtico comunicador, acostumbrado a manejar el lenguaje con soltura y maestría. A ello se añade una profundidad de sentimientos que encandila desde la primera página hasta la última. Los malos momentos se disipan y uno se sumerge en sus páginas para convertirse en el protagonista de historias fascinantes.
           
Julio Melgarejo dice sobre esta emoción tan noble, que es la que da sentido a nuestras vidas: “nada ni nadie borra una historia de Amor. El Amor es soberano por encima de pensamientos, de situaciones especiales y de promesas sin cumplir. El Amor gana todas las batallas, descubre todos los caminos y juega con el destino”. Dejémonos llevar por el juego y la pasión que transmite el autor. “Las mañanas se llenan de colores y las noches de sueños”. Soñar es lícito.
           
Como refiere Viktor Frankl. “Una vida sin sentido no tiene sentido ser vivida”. En estas páginas encontramos el sentido, aunque también muestre el dolor ante la inevitable pérdida. A colación son muy acertadas las palabras pronunciadas, en su día, por el mítico Julio Cortázar: “Todavía hay tiempo para imaginar cualquier cosa, para creer que aparecerás en cualquier instante, para incluso creer que me buscas”.

            Indudablemente, estamos ávidos de que nos cuenten historias bellas, que, como suele decirse, nos toquen el alma. Julio Melgarejo la toca.


Lola Benítez Molina
Málaga (España)

Hotel Nacional de Cuba

EMORIAS DE UN CUBANO

por Carlos Bua 

lunes, 7 de abril de 2014


EL NACIONAL, EL MONSEÑOR Y BOLA.


EL MAJESTUOSO HOTEL NACIONAL.



Creo que es imprescindible hablar del Hotel Nacional de Cuba.

El Hotel Nacional de Cuba, fue inaugurado el 30 de diciembre de 1930, es uno de los hoteles más clásicos y emblemáticos de La Habana. Es Monumento Nacional y está declarado Memoria del Mundo por la UNESCO. Los terrenos en los que hoy está situado el Hotel Nacional de Cuba formaron parte de la zona que en los primeros siglos coloniales se denominaba Monte Vedado, actualmente el reparto de El Vedado, debido a un decreto del Gobierno Español que prohibía que en esta zona se abriesen caminos hacia la playa: es por esto que uno de los salones lleva el nombre de "Sala Vedado".

Los constantes ataques de corsarios y piratas y luego la toma de La Habana por los ingleses, llevaron a la edificación de diversas obras de protección y defensa, torreones, baterías, y en estos terrenos (los que hoy ocupan los jardines del Hotel), fue emplazada la Batería de Santa Clara, de este sistema defensivo, actualmente se exhiben en el jardín dos cañones: el “Krupp” y el "Ordóñez", siendo este último el cañón más grande del mundo en su época.
El promontorio donde está construido el Hotel, era conocido como la "loma de Taganana", que alude al nombre con que se conoció por siglos la famosa cueva, que existe bajo los cimientos del Hotel, y por lo que se nombra "Sala Taganana" a uno de sus elegantes salones.

HOTEL NACIONAL RECIEN INAUGURADO.

El promontorio rocoso sobre el que se asienta el Hotel Nacional, emblema de la hostelería cubana y, en mi opinión, el más hermoso de Cuba, siempre despertó mi curiosidad, pero me había conformado con saber que, como dije anteriormente, en tiempos de la Colonia había radicado allí una serie de poderosos cañones enfilados hacia la costa, distante unos pocos metros del hotel, con los que las autoridades militares españolas tenían la ilusión de defender La Habana de los apetitos voraces de corsarios y piratas, y de cualesquiera otros invasores potenciales de la capital de la Perla de las Antillas, Llave del Golfo y Antemural de las Indias. Seguramente muchos habaneros, cubanos de todas partes y extranjeros se habrán hecho las mismas preguntas que yo me hice durante décadas, como también siempre quise saber dónde ubicar a la cueva de Taganana en la que se inspiró a Cirilo Villaverde para su novela homónima.

EN LOS JARDINES DEL HOTEL NACIONAL, LOMA DE TAGANANA.

Para ser más exactos, la cueva de Taganana, que en verdad existió y no fue un invento de Villaverde, estaba debajo del promontorio, o sea, debajo del Hotel Nacional. El promontorio era conocido también como la Loma de Taganana, aunque no fue ésa su primera denominación. Los periodistas Pedro de la Hoz y Luis Báez, en su libro Hotel Nacional de Cuba, Revelaciones de una leyenda, citan fragmentos de una crónica de Emilio Roig de Leuschenring, quien fuera Historiador de la Ciudad de La Habana, en la que Roig, comentando la construcción del Hotel, hace referencia a su enclave:

"Hay una leyenda relacionada con el lugar en que se construyó. Debajo del promontorio en que se hunden sus cimientos había varias cuevas, y una de ellas, existente todavía en las primeras décadas del Siglo XIX, era la célebre Cueva de Taganana, así llamada porque una leyenda asegura que había servido de refugio, en el Siglo XVI, a un indio de ese nombre, y la leyenda sirvió de base al famoso novelista cubano Cirilo Villaverde."

EN LOS JARDINES DEL HOTEL NACIONAL, AL FONDO EL FOCSA.

El Hotel muestra en su arquitectura un estilo ecléctico, donde están presentes el Art Déco, las reminiscencias árabes, las características de la arquitectura hispano- morunas, así como lo Neoclásico y Neocolonial, hasta se muestran detalles del ambiente californiano de siglos atrás, todo esto ha hecho que el Hotel sea el más interesante y excepcional en la región del Caribe como muestra única de tantas corrientes arquitectónicas.

Hay que destacar que el 2 de octubre de 1933 se produce el cañoneo al Hotel Nacional de Cuba, al acantonarse en el Hotel oficiales de la élite del ejército del depuesto presidente Gerardo Machado, debido a la sublevación de los oficiales de baja graduación, entre ellos Batista, contra los privilegios de la alta oficialidad (después ellos pasarían a ser todos de alta graduación, sin haberse graduado de nada y tendrían similares o mayores privilegios).

Es grandísima la lista de ilustres huéspedes del hotel: Johnny Weismuller (Tarzán), Eduardo VIII (Príncipe de Gales), Jack Dempsey (campeón mundial de boxeo de los pesos pesados), Tom Mix (artista de cine de los primeros filmes del oeste), José Mojica (religioso franciscano y destacado actor y tenor mexicano), Buster Keaton, Emilio Roig, Rita Montaner, José Raúl Capablanca, Tito Guízar, Trío Matamoros, Ñico Saquito, Errol Flynn, George Raft, Amanda Ledesma, Betty Grable, Rómulo Gallegos, María Félix, Jorge Negrete, Pedro Vargas, los duques de Windsor, Karol II de Rumanía, Mario Moreno (Cantinflas), Tyrone Power, Rita Hayworth, Ali-Khan, Ernest Hemingway, Fred Astaire, el Trío Los Panchos, Ernesto Lecuona, Hugo del Carril, Germán Valdés (Tin Tan), Bola de Nieve, César Romero y Gary Cooper. Se hospedó en el hotel por más de 12 años el jefe del clan del acero Barón Thyssen Bornemisza.
La administración estadounidense le niega el hospedaje en el hotel a Josephine Baker y a Nat King Cole, pues no se permitían huéspedes negros, luego en 1957 admiten a Nat King Cole como huésped y realiza aquí inolvidables descargas musicales.


HOTEL NACIONAL. LOBBY E INTERIORES.


También visitaron el hotel Nelson Rockefeller, Frank Sinatra, Ava Gadner, Sir Alexander Flemming, Arturo de Córdoba, Agustín Lara, Hermanos Iturbide, Pedro Armendáriz, Spencer Tracy, Marlon Brando, Pablo Casal, Lucho Gatica, John Wayne, Mickey Mantle, Stan Musial, Leopoldo y Balduino de Bélgica, Walt Disney, los Chavales de España, Libertad Lamarque, Porfirio Rubirosa, Esther Borja, Lola Flores. Y también Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Alejo Carpentier, Wilfredo Lam, Gabriel García Márquez, Mario Benedetti y el primer cosmonauta del mundo Yuri Gagarin.  Geraldine Chaplin, Danielle Mitterrand, Harry Belafonte, Manuel Vázquez Rañas, Pierre Cardin, Paco Rabane, Michelle Legrand, Robert de Niro, Arnold Schwarzenegger, Diego Armando Maradona, Alicia Alonso, Ana Belén, Víctor Manuel, Francis Ford Coppola, Mohamed Ali (Cassius Clay), Imanol Arias, Rubens de Falco, Adriana Estévez, Klaus María Brandauer, Victoria Abril, Henry Aaron, Javier Sotomayor, Teófilo Stevenson, Dany Glover, Soraya (ex-emperatriz de Irán), Nikita Mijalkov, cineasta ruso; Álvaro Torres, Sarita Montiel, Peter Coyote y Robert Duval, actores norteamericanos; Juan Esteban Aristizabal (Juanes) y Olga Tañón, los integrantes del Grupo Norteamericano "Kool & the Gang", James Carter, ex-Presidente del los Estados Unidos; Sultán Kosen, el hombre más alto del mundo, Eduardo Galeano, intelectual y escritor uruguayo, Annette Bening, actriz estadounidense; Steven Spielberg, Kate Moss, Javier Bardem y Sean Penn también estuvieron hospedados.
Son pocos los hoteles en el mundo que pueden contar con tantos clientes ilustres.
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La imagen de estas personalidades son presentadas en el Bar Vista al Golfo, conocido también como Salón de Fama, con el objetivo de mostrar panorámicamente todos los huéspedes ilustres que desde 1930 hasta la actualidad se han hospedado o visitado el Hotel.
Se han conservado celosamente como tesoros un grupo de habitaciones que hospedaron a grandes figuras (Nat King Cole, Compay Segundo, Ava Gardner y Frank Sinatra, Fred Astaire, María Felix, Johnny Weismuller, Bola de Nieve, Tyrone Power, Gary Cooper, Agustín Lara, Jorge Negrete, Mario Moreno, Rita Hayworth, Stan Musial, Paul Casal, Errol Flynn), han sido declaradas históricas, en su interior se encuentran fotografías y una reseña biográfica del huésped, así como objetos que se han podido conservar.
En 1956 se inaugura el Cabaret Parisien con la cantante Eartha Kitt y entre las voces que lo han amenizado están las de Vic Damone, Nat King Cole, René Cabel, Esther Borja, el cuarteto Los Modernistas, Yma Sumac, con la excelente animación de Mario Martínez Casado y mas recientemente Las d´Aida, La Orquesta Aragón, la Orquesta Jorrín, entre tantos que han dado vida a las noches del Parisién.
En febrero de 1946 visita Cuba y se hospeda en el Apartamento de la República destinado al Presidente de la República y sus invitados, el ex-primer ministro inglés y personalidad de la Segunda Guerra Mundial, Sir Winston Churchill.
En diciembre de 1946 se produce la gran reunión de la Mafia, el Hotel Nacional de Cuba cierra sus puertas para hospedar a los más connotados jefes de las familias mafiosas de los Estados Unidos reunidos en La Habana, participaron en la reunión los mafiosos Charles “Lucky” Luciano, Santos Traficante (padre), Meyer Lansky y Amadeo Barletta, éstos coordinaron los futuros negocios de los casinos de juego.
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No se puede decir que en las varias veces que pudimos hospedarnos en ese hotel éste estaba en su mayor esplendor. El paso del tiempo requería de un mantenimiento mayor al que se llevaba y además, había sido un centro de entrenamiento de mujeres campesinas a principios de la revolución, lo que siempre dejó su huella.
Pero lo cierto es que a cualquiera le deslumbran los amplios pasillos, los bien conservados ascensores, las monumentales y elegantes habitaciones y sobre todo su terraza con vista al mar y los portales donde se disfruta a plenitud la naturaleza en pleno centro de la capital.
Creo que Bola se quedó corto en lo que nos había dicho, todo era como un sueño y la comida fantástica, los precios, si no he hablado de eso, para alguien de buenas entradas (monetarias porque respecto a entradas de las otras, con mi incipiente calvicie, era millonario) como nosotros, era perfectamente asequible, el hospedaje costaba 10 pesos cubanos solamente y recuerdo una anécdota, habíamos ido a almorzar o comer, no recuerdo porque muchas veces empatábamos viernes y sábado para quedarnos más de un día, y pedimos una langosta a la mexicana (por suerte hecha por un cubano, si fuera a la mexicana hecha por un mexicano, después de conocer todos los platos a la mexicana que hay aquí, tendría una cantidad de chile tremenda), la ración eran dos colas de langosta bien grandes con una salsa de tomate con un poco de picante y mucha cebolla, deliciosa. Todo regado con un buen vino blanco español de los que aún quedaban en Cuba.
Estaba tan delicioso que decidí pedir otra ración, pero el camarero se equivocó y trajo dos raciones, por lo que le pedí retirara una. No hay problema me dijo, y de inmediato se metió detrás de una cortina y comenzó a comerse aquellas dos colas gigantes de langosta. No sé de qué artes se valió para aquello, pero la ración que se comió no vino en mi cuenta. Seguramente la apuntó en el hielo.
Treinta años después un tío de mi nuera, de nacionalidad argentina pero que vive en Bélgica hace muchos años y está reconocido entre los 100 personajes más importantes de la cultura en el mundo, Sebastián, que es un destacado curador de museos, visitó La Habana con motivo de la Bienal de La Habana, evento de las artes plásticas y nos invitó a cenar al Nacional, donde se hospedaba.
Encontramos el Hotel bien remozado y con algunos detalles más lujosos que antes. La cena fue en uno de sus más famosos salones y pedimos lo mismo que él, camarones flameados. Era un plato exquisito, pero, como toda la buena cocina, bien escasa y bien cara la ración. Tomamos un vino escogido por él que como buen argentino y persona de mucha cultura, sabía lo que pedía y al tomarnos el contenido de la botella, pidió otra, pero esa era la última, así que el somellier le aconsejó vinos con parecida textura, pero se abrieron dos botellas y ninguna era de su gusto, a la tercera fue la vencida y estuvimos en el hotel hasta bien pasada la medianoche como únicos comensales. Para un hotel de esa categoría eso es normal.
Hemos estado durante nuestra vida en una buena cantidad de hoteles, pero ninguno con tanta vida propia y señoría como el Hotel Nacional de Cuba.
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PROPAGANDA DEL HOTEL NACIONAL EN LOS AÑOS 50

No tiene nada que ver con este artículo, pero como mencioné a Don Jacinto Benavente, ese gran dramaturgo, director, guionista y productor de cine español, Premio Nobel de Literatura 1922, y que expresó una de las frases más memorables: “Todos creen que tener talento es cuestión de suerte; nadie piensa que la suerte puede ser cuestión de talento.” , me recordé de uno de los cuentos con que más me he reído, por supuesto del genial Alvarez Guedes.
Cuenta, y la verdadera gracia es oírlo contando el chiste, que una señora es invitada a una fiesta en donde también se encontraba el laureado Premio Nobel y hasta lo sientan a su lado. La mujer no sabía qué tipo de conversación entablar con una persona tan culta, así que finalmente lo interpela y le dice: -Pues bien Don Jacinto, yo también tengo un hijo maricón.
Claro ésa es la versión de Alvarez Guedes, que es más rica que la anécdota verdadera
Cuentan que fue con la madre de Estrellita Castro, aquella famosa cantante y actriz española del Siglo XX (falleció en 1983), que aparece en filmes como El Barbero de Sevilla o Mi patio andaluz.   Pues el escritor don Jacinto Benavente se encontraba de visita en casa de Estrellita, quien siempre andaba con su caracolillo en la frente.
Así que, no más le presentaron a la madre de la actriz, la buena señora le espetó al autor de Los Intereses Creados:
-¡Don Jacinto, qué alegría conocerlo! ¡Las ganas que tenía yo de conocerlo!
-¿Por qué, señora?
-Porque yo tengo un hijo que, vamos, es igualito, igualito que usted.
-¿Escritor?
-No, don Jacinto, es maricón.

BOLA.Rafael Alberti le definió como “un García Lorca negro”.
“No se puede hacer más con una canción”, decía el dramaturgo español Jacinto Benavente.
Pero la descripción más inmensa fue la del inmenso Pablo Neruda:
"Bola de Nieve se casó con la música y vive con ella en esa intimidad llena de pianos y cascabeles, tirándose por la cabeza los teclados del cielo. ¡Viva su alegría terrestre! ¡Salud a su corazón sonoro!" Bueno esto sól podía haberlo escrito Neruda.

Se trata sin duda de uno de los más geniales músicos que ha dado la isla caribeña y un genuino icono de la idiosincrasia cubana.
Todos estos comentarios acerca de Ignacio Villa, llamado por sus compañeros de escuela Bola de Nieve (todo lo contrario a lo bien prieto que era), apodo que entonces le disgustaba, a los doce años empezó estudios de solfeo y teoría de la música. Ya mayor, matriculó en la Escuela Normal para Maestros.
Por los años treinta del siglo pasado se destacó como pianista acompañante y, por indisposición de Rita Montaner, a quien acompañaba en el piano, el presentador lo anunció como Bola de Nieve y a partir de entonces, América empezó a rendirse ante su ángel.

BOLA DE NIEVE AL PIANO.

Después de exitosas giras, Ignacio Villa regresó a Cuba en 1935, bajo contrato exclusivo de Ernesto Lecuona. Con el Maestro se presentó en prestigiosos escenarios de toda América y España y Estados Unidos. En este último lugar el periódico The New York Times lo calificó como una verdadera revelación por su personalidad artística. La radio, el teatro y el cabaret eran sus plazas preferidas.
Le compararon con Maurice Chevaliér y Nat King Cole. En el famoso Carnegie Hall tuvo una de las grandes emociones de su vida al recibir una ovación que no se acababa, interminable. En los años 50 conquistó Francia, Dinamarca, Niza, Roma, Venecia y Milán. Volvió a México, su segunda patria. y allí participó con figuras como Pedro Vargas, Toña la Negra y Agustín Lara. Por esa época conoció a Edith Piaf, quien dijo: “Nadie canta “La vida en rosa” como Bola de Nieve”.

El Bola había definido y perfeccionado su estilo de decir la canción. Para él no existía la improvisación: estudiaba y maduraba cada tema. Dominaba la canción caricaturesca, la de inalterable elaboración y la de inflexiones folclóricas de cualquier país. Como recursos expresivos utilizaba por igual la melodía, el ritmo y el mensaje de los textos.
Bola de Nieve recreaba canciones en inglés (Be careful, it´s my heart), en francés (La vie en rose), italiano, catalán y portugués; se atrevía con viejos romances españoles como El caballero de Olmedo y aportaba también sus propias composiciones: Si me pudieras querer, No dejes que te olvide o ese ¡Ay, amor!; y mención aparte de su inigualable versión de "la Flor de la Canela" de Chabuca Granda, la cual la autora alababa.


Un buen día estuvimos más tiempo del normal que se consume para comer para aprovechar y volver a ver la actuación de Bola y porque estábamos bien repletos y era un lugar bien alejado de nuestra casa. Pues Bola, que vivía en el Hotel Nacional entonces, y que era una persona superfina y un gran conversador, nos recomendó que fuéramos y nos hospedáramos allí, que no había traba alguna y que además desayunáramos en la Cafetería la Arboleda y almorzáramos en unos de los restaurantes de entonces en ese Hotel.
Así lo hicimos y todo con éxito.

RESTAURANTE MONSEÑOR, FRENTE A LA ENTRADA AL HOTEL NACIONAL.

En 1965 se remozó el restaurante “Monseñor”, situado enfrente del Hotel Nacional de Cuba. El sitio se convirtió en “Chez Bola”, íntimo lugar donde el artista además de cantar y tocar el piano, dialogaba, hacía cuentos, chistes anécdotas y saludaba de mesa en mesa.
Siempre nuestra primera opción al solicitar los turnos por teléfono, como conté era el sistema de reservación de la época, era el Monseñor por tres razones: por Bola de Nieve, por lo exquisito de la comida y por lo acogedor del lugar. De verdad es de las salidas que más disfrutábamos.

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SALON DEL MONSEÑOR

VII Congreso Mundial de Metafísica.


FUNDACION FERNANDO RIELO – Calle Goya, 20; 4º izq. Int.  – 28001 Madrid
Tf: 34 91 575 40 91
e-mail: fundacionfernandorielo@gmail.com
web: www.rielo.com



VII Congreso Mundial de Metafísica.
Salamanca, del 24 al 27 de octubre de 2018

El Congreso Mundial de Metafísica parte del supuesto de que el ser humano, para fundamentar y orientar su comprensión de las distintas realidades, se siente impulsado a concebir el campo último y originante de su pensar y su actuar. Esta visión se enriquece continuamente con las nuevas aportaciones de las ciencias particulares y de la experiencia personal.

Es un evento único en su género que, desde su origen en el año 2000, se ha convertido en un foro internacional de diálogo, donde exponentes de las más variadas disciplinas académicas conviven para enriquecerse mutuamente, tanto en lo humano como en lo intelectual, en la búsqueda del fundamento último de sus respectivas ciencias.
Las cinco primeras ediciones se han realizado en Roma (2000, 2003, 2006, 2009, 2012), convocadas por la Fondazione Idente di Studi e di Ricerca (FISER). En esta edición, como en la del 2015, se celebra en la Universidad Pontificia de Salamanca (España), vinculado a la Cátedra Fernando Rielo de la misma, siendo organizado por la FISER, por su homóloga española y por la Fundación Fernando Rielo.

Toda la información sobre el Congreso, fichas de inscripción, transporte, hospedaje, horarios, etc, en la siguiente dirección:
http://romemetaphysics.org/

FECHA LÍMITE PARA LA PRESENTACIÓN DE RESÚMENES: 15 de agosto de 2018
PLAZO DE PRESENTACIÓN DEL TEXTO FINAL: 30 de agosto de 2018
Se puede escribir directamente a la Organización del Congreso:
info@romemetaphysics.org
Un saludo
Magdalena Padilla
Secretaria General

Fundación Fernando Rielo.
Calle Goya, 20, 4º izq. Interior.
28001 - Madrid
Tlfn: 91 575 40 91
Correo electrónico: fundacionfernandorielo@gmail.com
www.rielo.com