Lola Benítez
Molina
Málaga
(España)
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| Foto tomado de: La mente es maravillosa |
Estos
días de nubes inciertas, el poder de la mente incauta sobrevuela sin descanso.
Al alba, las luces sombrías pugnan con el resurgir de un nuevo día que, al
nacer, nos acerca al clamor de la dicha. Esos sentimientos cautelosos asoman
sutilmente y nos envuelven de nostalgia. Las brumas no cejan en su empeño, y la
niebla envolvente nos acerca a un mar de dudas, que se disipa con la lectura de
un suplemento cultural que transporta a un pasado que me inquieta y, a la vez,
me atrae.
Este año se cumplen doscientos años
del nacimiento del poeta, periodista, ensayista y humanista estadounidense Walt
Whitman, llamado padre del verso libre. Con una vida no exenta de dificultades
y penurias, le tocó vivir de cerca la Guerra Civil estadounidense, lo que
reflejó en su obra y lo llevó, incluso, a trabajar como enfermero
voluntario. Su libro, denostado en
numerosas ocasiones, “Hojas de hierba”, que revisó y amplió durante el resto de
su vida, lo catapultó a la fama e influyó poderosamente en Rubén Darío, León
Felipe, Fernando Pessoa, Federico García Lorca, Pablo Neruda, entre otros.
Son célebres sus frases sobre la
motivación y la obstinación por luchar por aquello que merece la pena, como
expresa en su poema “Carpe diem”, y como diría Vincent Van Gogh: “No olvidemos
que las pequeñas emociones son los grandes capitanes de nuestras vidas y las
obedecemos sin darnos cuenta”.
Whitman se debatió entre el
trascendentalismo y el realismo filosófico, estuvo en contra de la esclavitud y
es célebre su poema dedicado a Abraham Lincoln. Mucho se ha hablado sobre su
vida y sus tendencias. Para él “solo en sueños puede ser libre el hombre”.
Para Mark Manson, escritor y experto
en filosofía y psicología, “la clave para ser feliz es aprender a manejar lo
negativo”.
Sin duda, un año más, Walt Whitman
permanece en la memoria, espacio sublime, que nos acerca a los pensamientos y
vivencias de personas que, con sus enseñanzas, contribuyen a que nuestros pasos
no decaigan y nos acercan al conocimiento que, en definitiva, es lo que nos
hace verdaderamente libres.
Walt Whitman
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