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viernes, 15 de marzo de 2019

GOTAS DE SABER Crónica #1



 cargo de Roberto Soto Santana,
de la Academia de la Historia de Cuba (Exilio)

Como recordarán los más veteranos lectores, “Gotas de Saber” fue el título de una sección semanal fija que mantuvo durante muchos años el periodista Miguel Ángel Martín en la revista cubana de circulación nacional BOHEMIA –la cual todavía se publica, pero rebajada a fungir periodísticamente como otro pregonero vocinglero más de la Tiranía dinástica instalada en Cuba a partir de 1959-. Era una colaboración tan amena como instructiva, que elevaba constantemente el nivel de conocimiento del público, sin pontificar, como quien no quiere la cosa.

En la misma vena ilustradora, sería de gran contento ir goteando gozosamente en este rincón de PENSAMIENTO unas perlas que enriquecieran nuestras sinapsis o conexiones neuronales con el resultado de que, no siendo posible por ello convertirnos en más listos y quiera Dios tampoco en sabihondos o sabichosos, por lo menos nos haría algo mejor enterados.

“Sic fiat”-en latín, ‘así sea’-, como se diría en “la culta latini parla” (con el subtítulo de “Catecisma de Vocablos para instruir á las mugeres cultas y hembrilatinas”), que es la cabecera de una ingeniosa colección de epigramas con los que el enorme Francisco de Quevedo satirizó, con su vasta cultura y dominio de la lengua española, a “las damas gerigonzas, que parlan el Alcoran macarrónico”, atribuyendo fingidamente la autoría de la escaldante obra a “Aldebrando Anatema Cantacuzano, graduado en tinieblas, docto á oscuras, natural de las soledades de abaxo.”

Entrando en materia, ¿sabía el apreciado lector que a fines del siglo XIX un cubano nativo fue Alcalde de París y Ministro de Obras Públicas del Gobierno de la República francesa?

El mulato cubano Severiano de Heredia, nacido de una pareja de mulatos libres en La Habana el 8 de noviembre de 1836 y fallecido en suelo galo –a causa de una meningitis- el 9 de febrero de 1901, se había naturalizado francés en 1870. En su país de adopción, al que llegó todavía niño en 1845, fue elegido en comicios como Consejero municipal del Barrio parisino de Ternes (17º Distrito) en 1873; desempeñó la Presidencia del Consejo municipal de París –sí, la capital de Francia- entre el 1 de agosto de 1879 y el 12 de febrero de 1880 (fue el primer ciudadano de ascendencia africana que ocupó una alcaldía en toda Europa occidental); en 1881 de nuevo por votación popular pasó a ocupar hasta 1889 un asiento en la Cámara de Diputados, en representación del Departamento del Sena; asimismo sirvió brevemente en 1887 como Ministro de Obras Públicas en el primer Gobierno nacional presidido por Maurice Rouvier.

Se le atribuyen el diseño y la construcción de las mejores carreteras de su época en Francia. Radical progresista, laico y francmasón, durante su ejecutoria pública participó en el Primer Congreso Francés en favor de los Derechos de la Mujer (1878) –como representante del Gran Oriente de la masonería francesa en su Comité de Iniciativa-.

Contrajo matrimonio el 3 de noviembre de 1868 con Henriette Hanaire, con la que tuvo un hijo, Henri-Ignace (1869-1882), muerto por causas accidentales; y una hija, Marcelle (1873-1962), reconocida neurofisióloga que casó con su colega de profesión Louis Lapicque, quienes hicieron hijo adoptivo a su sobrino Charles Lapicque (1898-1988), autor de numerosos trabajos científicos e igualmente reconocido como pintor.

Se retiró de la política tras no resultar elegido en las elecciones legislativas de 1889 y 1893, dedicando el resto de su vida a la historia de la Literatura y a la colaboración en obras benéficas.

Sus restos reposan en un sepulcro permanente en la división 8, fila 1, número 39 del cementerio parisino de Batignolles.

Ha sido el celo del profesor emérito de la Universidad de París VIII, Paul Estrade, el que ha rescatado del olvido histórico a esta eminente figura cubano-francesa, con la publicación de una biografía que lleva como título el nombre de Severiano de Heredia.

La entonces alcaldesa de París, Anne Hidalgo, inauguró en 2015 una pasarela peatonal con el nombre de “calle Severiano de Heredia”, en cuya ceremonia inaugural ella manifestó que “El primer alcalde negro de París y a la sazón ministro de la República Francesa fue rechazado y estuvo relegado durante mucho tiempo entre los olvidados de la Historia. Estamos hoy aquí a fin de corregir esa omisión culpable”.


 

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