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lunes, 15 de abril de 2019

"El Cosaute"

Marco Antonio Landa (†)

  Jorge Manrique, el poeta que ostenta hoy el preciado galardón de ser considerado uno de los poetas más repre­sentativos de la poesía española, nació en 1440 y murió en 1479. Fue antes que nada guerrero, en aquel siglo XV tem­pestuoso y agitado, escenario de los cruentos conflictos sustentados entre los señores feudales de la España medie­val en sus permanentes esfuerzos de dominación y enfrentamiento a la autoridad real. Luchas en la que apenas as el pueblo intervenía aún cuando nunca dejó de sufrir las consecuencias más dolorosas de las sangrientas batallas.

  El autor de las famosas "Coplas a la muerte de su padres" hijo de don Rodrigo Manrique, Señor de Paredes y de doña Mencía de Figueroa. Don Rodrigo vió transcurrir toda su vida, en unión de sus hijos, en una lucha infatigable contra otros señores feudales, que con sus mismas ambiciones luchaban entre sí, para conquistar posesiones y honores con que adornar su vida y dar "patrimo­rio a su linaje." Don Rodrigo invirtió en esas luchas todos sus vienes, en ellas agotó su fortuna y hasta la muerte se esforzó para lograr el honor y el poder que conferían el ser Gran Maestre de la Orden de Santiago, la orden de caballería más poderosa e influyente de su época. Se enfrentó al vacilante rey de Castilla Enrique IV y al final tomó partido junto a Isabel, media hermana de aquel, en la lucha entre ella frente a las pretensiones al trono de la hija Enrique y Juana de Portugal, más conocida por "La Beltraneja", por creérsela hija de la reina con el valido del Rey Beltrán de la Cueva. A esta etapa de conflictos por la corona de Castilla dedicó Orestes Ferrara uno de los estudios más penetrantes escritos sobre el tema: "Un pleito sucesorio". Isabel era hija del segundo matrimonio de Juan II de Castilla, el que le había concedido tantas prerrogativas a su favorito Alvaro de Luna, lo cual no fue óbice para que al final el rey ordenara su decapitación. 

  Sabido es que la facción de Isabel triunfó y ella llegó a ser Isabel de Castilla, Isabel la Grande, que con su esposo Fernando de Aragón completaron la reconquista de España en manos de los moros. Con la conquista de Granada terminó en España la Edad Media, a las puertas del Renacimiento. Isabel y Fernando fueron los artífices de la unidad de España y por su parte, hasta donde fue posible, se esforzaron por eliminar la corrupción de sus predecesores. Rodrigo Manrique murió en 1476. A su muerte su hijo Jorge, poeta cortesano de relativos méritos, se enfrascó en la tarea de narrar la vida y encomiar las virtudes de su padre, el Gran Maestre de Santiago, en las famosas Coplas de todos conocidas.

  La tumultuosa historia de ese siglo XV, con los conflictos feudales y la corrupción de las cortes, así como un estudio exhaustivo del contenido y estilo de las coplas manriqueñas está contenida en el libro Personalidad y Destino de Jorge Manrique , del escritor español Antonio Serrano de Raro, (BRH, Editorial Gredos, Madrid, España,1966). Pero lo que despertó particularmente mi atención de entre todo el material del libro fue lo referente al "COSAUTE". Y como quiero compartir ese interés con mis lectores, me tomo la libertad de recoger literalmente los párrafos dedicados a él por la importancia que tiene, a mi juicio, para valoración particular del folklore cubano: 
  "Música y poesía. Música, danza y trova contituían la atmósfera de los estados cortesanos. El COSAUTE era una de las más conocidas formas en que las tres artes colaboraban y nos da un cabo perdido para devanar la madeja en que se enredaban. Era una composición musical cantada , que aceptaba sucesivas letras diferentes. ESTAS LETRAS PODIAN IMPROVISARSE, lo que aumentaba el ambiente de la reunión. Se podía danzar a los acordes de esta música. He asistido en la Alpujarra cercana al mar a una sesión de los llamados "Trovadores de Guarea" que parece un vivo traslado al marco rústico de los palaciegos festejos medievales , Iniciada al anochecer, la fiesta puede prolongarse hasta el día siguiente. Con muy rudimentarios instrumentos de cuerda que repiten la misma melodía se organiza un baile y un recital de canciones. Es un baile de parejas sueltas con pocos pasos y figuras. Sobre la música de la danza se suceden las canciones, habitualmente como una CONTROVERSIA ENTRE CANTORES que se van eliminando hasta quedar dos o pocos más que se INTER­ PELAN Y REPLICAN EN UN PUGILATO POETICO. Se contempla la unión de estas tres actividades, música , danza y poesía, naciendo de la entraña misma de la naturaleza hum ana. Y se advierte como en un medio inculto y al margen del tiempo la misma situación origina similares efectos a los que encontramos en los cancioneros medievales. El verso está marcado por el ritmo musical. SE USA EL PIE FORZADO, la reiteración de conceptos y es­presiones QUE UNOS CANTANTES TOMAN DE OTROS PARA INSERTARLOS EN SUCESIVAS 
COPLAS. Lo raro es la originalidad. Predomina el tópico. SE VALORA EL INGENIO, el acabado de las estrofas." Insensiblemente, nos lleva la imaginación a nuestros campos de Cuba donde los improvisadores de puntos guajiros parecen reflejar en su inspiración el espíritu de los primitivos bardos y trovadores medievales que se ejercitaban en el COSAUTE

Interesante ¿verdad? Pero también interesante comprobar que esa palabra "COSAUTE" no aparece en la 21a. Edición (1992) del Diccionario de la R.A.L.Española.

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