Sonido de
un Tambor que va aumentando su
Percusión
poco a poco.
Voz
Masculina
Al principio, el Tambor no
pertenecía al negro.
Voz
Femenina
El Tambor era de los Dioses
Africanos
pero no pertenecía al negro.
Voz
Masculina
(canto yoruba)
Olúo Ma má
Olúo Ma má
Ese Umbó Esé
Ese Umbó Esé
Ese Umbó Esé
Voz
Femenina
El Tambor era de los Dioses
Africanos,
pero no pertenecía al negro.
Voz
Masculina
Siendo Shangó muy niño, su madre
le había
prohibido entrar en el bosque de
Oúo,
que era el Bosque de los Dioses.
Shangó había nacido en medio de
una tormenta,
entre relámpagos y truenos.
Del vientre de un reptil había
nacido.
Voz
Femenina
Una noche, el niño Shangó oyó un
tambor
percutir alegremente. Su sonido
contagioso
lo hizo saltar del lecho.
Sonido de
Tambor
Shangó
(Voz masculina)
Madre, y ¿quién toca ese Tambor?
preguntó el niño Shangó.
Madre
(voz femenina)
(hablando a través de sus manos
ahuecadas)
Hijo mío, son los Dioses
Africanos
los que hacen hablar al Dios
Tambor.
El Tambor tiene un alma.
Shangó
(voz masculina)
Madre, ¿Y los Tambores tienen
nombre?
Madre
(voz femenina)
Si, hijo mío.
El mayor, el más corpulento de
todos
se llama : Meta
Y el más pequeño de todos se
llama:
Itóntele.
Shangó
(voz masculina)
Madre, ¿y para qué los Dioses
Africanos
tocan y hacen hablar al Dios
Tambor?
Madre
(voz femenina)
Lo tocan para hacer llover, para
hacer
salir al Sol, para hacer salir la
Luna.
También lo tocan, para que las
plantas
crezcan, y para que las aguas del
río
corran mansamente.
Y cuando van a la guerra, a
luchar contra
los Dioses de los Bantú, también
lo tocan.
Los Dioses Africanos hablan por
medio
del Tambor.
SONIDO DE UN METAL PERCUTIVO.
(cencerro)
(voz masculina)
(canto yoruba)
Oh Babá mí Babá
Oh Babá mí Babá
Shangó Olufiná Shangó
Shangó Olufiná Shangó
Oh Babá mí Babá
Oh Babá mí Babá
Shangó Olufina Shangó
Shangó Olufiná Shangó
Narrador
En el Bosque de Oúo sonaba el
Tambor
SONIDO DEL TAMBOR
NARRADORA
El joven Shangó, se había
acercado al
Bosque de Oúo muy a pesar de la
probición
de su mamá. El repiqueteo del
Tambor
lo atraía peligrosamente.
(Voz Masculina))
(canto yoruba)
Oní Oní Babá mí
Oní Oní Babá mí
Olufina Shangó Oní
Olufina Shangó Oní
Oní Oní Babá mí
Oní Oní Babá mí
NARRADORA
El joven Shangó se fue acercando
lentamente,
y sin ser visto por los
guardianes
penetró en el Bosque de Oúo.
Debajo del mantó de la noche se
ocultó
Shangó.
Madre, (voz femenina)
¿Shangó, hijo mío dónde estas?
Narrador
Un roedor que era guardián de
Olofi el
Creador, divisó, al joven Shangó
que se
Deslizaba entre las ramas bajas
de los
Árboles y chilló, dando así el
aviso…
Narradora
Descubierto Shangó, fue apresado
y llevado
a los pies de Olofi el Creador.
Olofi
(voz masculina)
(con voz colérica)
¿Dime tu mortal? ¿ cómo te has
atrevido a
penetrar en nuestro bosque?
¿Sabes tu cuál es el castigo por
dicho
délito?
Shangó
(voz masculina)
Soy Shangó, Padre mío, y solo he
venido a
escuchar tu Tambor y si me lo
permites,
bailar hasta que los tambores se
desmayen de cansancio.
La noche
(voz
femenina)
Soy la Noche, Padre mío y pido
clemencia
para éste infeliz mortal.
Voz
masculina
(canto yoruba)
Olofí Obatá Isá
Olofí Obatá Isá
Olofí Olodumare Obá
Olofí Olodumare Obá
Olofí Obatá Isá
Olofí Obatá Isá
Olofí
(voz masculina)
Soy Olofí Obatá Isá, creador de
la piedra,
de la estrella, del r ío, del mar, de la montaña,
del ciervo, del reptil, de huevo
que dio origen a todo lo creado.
La Noche
(voz femenina)
Señor de la Luna. El Sol s tu
lucero, los lagos son
tu copa, el viento tu abanico.
Shangó
(voz masculina)
Oh Padre mío, Soy Shangó, un
pobre mortal
que sólo pide bailar en su reino
prohibido.
Bailar un día y otro día, hasta
que todos
se duerman con mi danzar. Y si
pierdo,
Oh Padre Mío, te entregaré mi
vida, que es
todo lo que poseo.
Osá
(voz femenina)
Soy Osá, soy el viento, el que
humedece
con mi aliento el mundo de los
mortales.
Soy el Viento que derriba los
grandes árboles.
Soy Osá, soy el Viento.
Oh Padre mío, a ti pido me
concedes tan
Sencilla petición, y permite al
joven
Shangó, bailar al son de tus tambores divinos.
(voz masculina)
(canto yoruba)
Olufiná Shangó
Batá Iyá Olufiná
Batá Metá Olufiná
Batá Itóndale Olufina Alé
Olufina Shangó.
Shangó
Shangó
La Muerte
(voz
masculina)
Soy Ikú, soy la muerte. Soy la
que al mortal
lleva en brazos hasta el reino
del silencio.
Soy Ikú, soy la Muerte.
Soy Ikú, soy la Muerte.
Soy la que arranca lágrimas de los ojos
del guerrero derrotado.
Soy Ikú, soy la Muerte
Y pido, Oh Señor Oloffí, que si
Shangó
pierde, me dejes llevarlo en los
brazos
míos hasta el mundo d la
oscuridad; hasta
el mundo del silencio eterno,
dónde todos
se pudren y de dónde nadie
regresa jamás.
Soy Ikú, soy la Muerte.
Oshún
(voz femenina)
Soy Oshún, Diosa del Río.
Soy la que refresca la garganta
de los valles.
La que lleva el agua a tus
palmeras.
La que canta entre las piedras.
La que refleja en su espejo a la
luna nuestra.
Permite Oh Olofí Obá Isá, que
Shangó baile
ddelante de nosotros y si gana,
entrégale
un Tambor, el más grande de
todos, el Tambor
Iyá, para que con él regrese a su
sucio mundo.
Sonido del
Tambor que gana intensidad.
Narrador
Y por espacio de muchas noches,
bailó Shangó
haciendo desmayar uno a uno a los
tambores de Olofí.
Victorioso regresó Shangó…
Vencedor de la Muerte, al mundo de
los
Mortales regresó Shangó.
Desde entonces el Tambor no ha
regresado al reino de Olofí.
Sólo los negros hacen sonar el
Tambor.
(Narradora)
Ya el Tambor no es de los Dioses
Africanos.
El tambor es el alma de los
negros.
Nota:
(enero 2 de 2001)
Simbología:
El Tambor.- Es el Puente entre los hombres y los dioses
Primer difundidor de noticias entre
las tribus. Cada año se le sacrificaba un animal totémico (carnero, toro,
ratón). Al tambor de la tribu para que la
“Entidad” que habitaba dentro de el fuera propicia e hiciera llegar ante los dioses
africanos el ruego o petición de sus hijos en la tierra. Entre los yorubas la “Entidad
que habita el tambor se llama Aña”.
Hay tres tambores sagrados entre los yorubas: El Tambor Madre, el Mediano y el
pequeño. Entre todas tribus africanas que llegaron a Cuba, todas le dedicaban
un ritual secreto a sus tambores sagrados.
Los abakúas o carabalis (procedentes de la región del Calabar o Río de la
Cruz) se le safricaban gallos al tambor “Senseribo” que todos los años sacaban
en la procesión de iniciados.
Los Araras y Bantú igualmente
hacían con sus tambores sagrados.
Hay tambores en forma de barril
abultado como simulando una mujer en estado de gestación, entre los yorubas
este tambor se le llama “La Madre”.
Los tambores abakúas tienen forma
de caliz estrechos en el medio y anchos en las dos extremidades relacionándolo con la cosa metafísica de sus
ritos de sangre.
Los tambores Arara son más rectos
en sus formas aunque están adornados con una serie de abalorios y cuentas de
muchos colores y se le rinde un culto secreto y se le habla como si fuese un
ser humano.
En Cuba los hechiceros africanos
utilizaban hasta cajas de cuadradas y barriles abombados, pero tan pronto como
pudieron sus tambores los hicieron a imagen y semejanza como los primitivos
tambores que habían dejados en las selvas de su continente perdido.
Los yorubas le rinden al tambor el
culto que se le rinde al “Rey del Rayo o sea a Shangó”. Ya que su sonido tiene
relación con el trueno. La idea del sacrificio entre los pueblos primitivos se
debe a que se sostiene la teoría que “sólo sacrificando el animal totémico se
logra modificar una situación y se materializa el deseo perseguido”, o sea es
la teoría de que “como nada desaparece sino se transforma”. El sacrificio
realizado produzca una transformación favorable. Las palabras rituales son de
gran importancia ya que sirven para lograr el conocimiento de los dioses a fin
de que accedan al pedido hecho.