Por: Leonora Acuña de Marmolejo
En
continuo presente, Oh, Dios mío,
¡GRACIAS!, te damos por cada jornada,
por la
vida y los dones que dan brío
y
señorean en nos cada alborada:
Salud,
amor, y libertad, y paz;
los hijos
cual la vida prolongada
y los
seres que con Cristo traen solaz,
nuestra
tierra natal y la adoptada.
En
continuo presente demos gracias.
¡GRACIAS,
SEÑOR! que disfrutar nos dejas
de imponentes auroras y de ocasos;
de una paz
interior, grata, sin quejas
entre los
mimos de Natura en brazos.
* Poema del libro “Del
Crepusculo a la Alborada”.
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