Roberto Soto Santana
El fraile dominico Juan de las
Cabezas Altamirano, tras su nombramiento por el Papa como Obispo de Cuba y su
consagración en Madrid el 15 de abril de 1602, llegó a Cuba en 1603. Fue el
involuntario protagonista de su secuestro en Bayamo por el pirata francés
Gilberto Girón y su liberación, ochenta días después, por una partida de
vecinos de dicha villa –la segunda fundada por el Adelantado Diego Velásquez en
la Isla ,
precediendo a Trinidad en el orden
de establecimiento de las siete primeras poblaciones cubanas- .En esquela
fechada el 22 de septiembre de 1608, el Obispo Altamirano le dio cuenta al
monarca Felipe III de que, partiendo de La Habana , “No hay otro pueblo hasta la ciudad de Trinidad, que vendrá a ser otro pueblo
de 40 a
60 casas a lo más, y está a 90 leguas de este puerto y ciudad. Hay allí gente
que tiene corrales de ganado menor y con el trato que tienen con este puerto
por tierra, que por el mar el ir y venir es trabajo, por haber de doblar el
cabo de San Antón, en que se tarda muchos días y aún suele suceder meses.
Tienen algún caudal; hatos, si no es uno o dos de ganado mayor no entiendo que
los haya y cuando se saquen cada año1.000 cueros ha de ser todo lo del
mundo…Fue aquella iglesia consagrada, según dicen, de cinco obispos que iban
para Nueva España y debió ser a lo que he visto, muy poblada de número de
indios, antiguamente.”
Según las cifras calculadas por el
Gobernador Ruiz de Pereda (que ocupó el cargo entre 1608 y 1616), la población
de Trinidad, que era de 1,000
habitantes en 1610, se desplomó a apenas 150 en 1620, y todavía en 1688 no
pasaba de 1,500 cabezas. En relación con este último año, según un informe
preparado por los Oficiales Reales, en respuesta a una Real Cédula de 12 de
octubre de 1686, se informaba que los trinitarios “Viven en sus estancias por
temor del enemigo, de quien son muy infestados y saqueados” y que en esa
demarcación se “Labra mucho tabaco y tiene en mucho su saca y venta, en la que
fundan su utilidad. Tiene un río donde entran barcos de Cartagena para conducir
sus frutos”.
A punto estuvo Trinidad de ser despoblada de Real orden en época del Gobernador
Juan de Salamanca (1658-1663), cuando
éste propuso “que la ciudad de Trinidad,
que será de cien vecinos y está cada día padeciendo invasiones de los enemigos,
por tener mala situación, no capaz de hacer defensa, pase con su vecindad a
poblar…Jagua”. Este proyecto recibió el
respaldo de la Junta
de Guerra del Consejo de Indias, encomendándose su ejecución “al Virrey de
Nueva España por medio de tan práctico soldado como es Don Juan de Salamanca…y
si no…el que le sucediera en el gobierno”. A la postre, nada se hizo, y Trinidad permaneció donde estaba.
Todavía en 1675, en carta del
Capitán Diego Peñalver Angulo fechada el 25 de octubre, se informaba que “Desde
que se pobló, Trinidad ha sido
saqueada de los enemigos 3 veces, y la última en…1675 se ejecutó con tanto
rigor, que dieron muerte a varias personas, sin reserva aún de los niños…Los
vecinos con tanto temor…los más se han huido a los montes”.
FUENTES:
1- Archivo General
de Indias, Santo Domingo, 150 (A.A.).
2- Cuba: Economía y
Sociedad. Vol. III. Dr. Leví Marrero. Editorial Playor (1975).
3- Archivo General
de Indias, Contaduría, 1160 (A.A.)
4-Archivo General
de Indias, 110.
5-Archivo General
de Indias, Santo Domingo, 414
6-Historia
elemental de Cuba. Dr. Ramiro Guerra Sánchez, Capítulo X. Cultural, S.A., La Habana , 8ª edición, 1940.
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