Autora: Lola Benítez Molina
Llegó a mis manos por correo; anhelado correo que
hizo que mis ansias de disfrutarlo se engrandecieran.
La soledad del
cuerdo es una novela que nos atrapa desde la primera línea; la autora
dibuja imágenes fortísimas que denotan su exquisita sensibilidad. Cada palabra
habla de su don de gente.
En esta travesía literaria nos internamos en la
extensa cultura de Lola Benítez Molina; amplia conocedora de temas médicos, de
vida, psicológicos y filosóficos. Habla
de los más altos sentimientos del ser humano; con pasmosa brevedad relata también
sus miserias y toca el tema de las mochilas que cada uno portamos, y no siempre
nos atrevemos a asumir. Nos cuenta de la rebeldía con las consecuencias
(maravillosas para mí) que trae convivir con ella.
Trata temas metafísicos, como la vida después de la
muerte y el carrusel de aquellos que dan la “bienvenida” al que está por cruzar
el umbral de la luz.
Lola es una experta literata, puesto que maneja los
recursos con la habilidad, con la sabiduría que solo poseen los grandes
escritores. Maneja la analepsis con maestría; usa la digresión con esmero, en
la justa medida para que el lector no pierda el hilo conductor.
La soledad del
cuerdo versa sobre temas tan preciados como el trasplante de células madre,
enfermedades mentales; sobre la conducta humana ante situaciones límite. Los
desarrolla de manera que el lector comprenda sin ningún problema porque su
lenguaje es claro; las imágenes presentadas en las páginas son diáfanas. La
calidez de la autora está presente en cada trazo. El personaje principal es una
mujer fuerte, aunque melancólica. Mas esa melancolía, aun cuando a veces
pareciera doblegarla, no le impide sostener su espíritu, que tiene la luz de
los seres puros y nobles.
Somos los lectores quienes nos ponemos en la piel de
la protagonista; quienes vemos el mundo a través de sus ojos; sufrimos sus
dolores y miramos esa Granada ancestral y amada.
Es una novela de final abierto. Abierto a la
esperanza, a no cejar en lo que amamos, en lo que estamos seguros de que nos
hace sentir plenos. Abierto al amor y al tesón que debemos tener ante las
diversas circunstancias que a veces nos tocan transitar.
Felicito con toda mi alma a Lola Benítez Molina por
regalar a nuestros corazones esta obra.
Celebro el nacimiento de La soledad del cuerdo, que será de lectura imprescindible; que la
releeremos porque toca nuestras fibras más íntimas. Que se convertirá en un
libro de cabecera.
Viviana Álvarez
Poeta
Argentina
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