Rowland J. Bosch
Bueno
podemos decir que desde tiempos de Caruso ningún cantante de ópera había tenido
tanta popularidad como éste italiano. El mérito mayor de Pavarotti es “haber
revivido” el gusto y la pasión por la música lírica como ningún otro. Ni Franco
Corelli ni D’Stefano. Citemos a Plácido Domingo quizás…José Carreras debido a
su enfermedad, no pudo menos que aceptar la ayuda de los dos tenores citados.
Hoy
tenemos a Andrea Bocelli, quien a pesar de su falta de vista ha popularizado
canciones, sonatas y otras tonadas atrayendo a personas aficionadas al
“regatton, la bachata” y otras “músicas”
de gusto mediocre.
Qué feliz
me siento cuando alguien, entre mis amistades, me habla de música lírica. En
parte ha sido culpa de la T.V, y la radiodifusión, al no transmitir programas
de esta índole como se debiera.
¡¡¡Pavarotti
ha muerto!!!...No fue quizás el mejor tenor del mundo pero sí el que trajo
muchedumbres a escucharlo con voz lírico-ligera, la que a veces parecía a punto
de quebrarse pero jamás ocurría: esto entusiasmaba al público, que respiraba
alegremente al escuchar cómo la voz imposible surgía intacta de la suprema
prueba.
En el
recital de los “Tres Tenores”, Pavarotti hizo una innovación en “O Sole Mio”
que le ganó la admiración del público.
Pavarotti
era bien parecido (de cara) pero su voluminoso cuerpo, que oscilaba entre 300 y
400 libras de peso, no era ideal, por su figura, ni el tenor adecuado para un
Radamés, un Manrico o un Rodolfo. Tal vez era más aceptable como Nemorino en el
“Elixir de Amor” de Donizetti, de la que hizo una gran creación.
Luciano
Pavarotti muere casi a los 72 años. Había nacido en Modena, en el Norte
Italiano. Hijo de un panadero a quien conocí personalmente y siempre acompañaba
a su hijo a los recitales y demás actuaciones. Voz de tenor ligero, desde niño
le inculcó al futuro cantante las condiciones necesarias para crecer en el
mundo de la ópera. Hay que pensar que en Italia todos quieren ser cantantes,
especialmente tenores…es el país del arte y la bella música.
Pavarotti
debutó con “La Boheme” de Puccine en Covent Garden y su alianza posterior con
Joan Sutherland, la soprano coloratura australiana lo encaminó rápidamente al
éxito, también Mirilla Freni, la soprano nacida en Modena, lo ayudaron
extraordinariamente. El público tiende a juzgar a los cantantes por su
predilección; ¿cuál es el mejor? Cosa imposible de hacer ya que hay que distinguir que hay tenores de
distintos timbres y no podemos comparar “manzanas con peras”. Por ejemplo,
Pavarotti y Domingo son voces distintas, cada una está en su género. Luciano
era un lírico pero aunque a veces se atrevía
LO “SPINTO”. Domingo por otra parte, es un tenor lírico-spinto a
dramático. Pavarotti temía cantar “Aida” de Verdi por su fuerte tacitura.
Hizo
algunas películas como “Giorgio” de éxito discutible. No era un gran actor.
Pavarotti
nace en 1935 y entra al salón de la fama en 1961 con el disco “El Rey de los
High C”, cuando su voz de 26 años estaba en el climax. Los años van mermando la
capacidad del cantante y va perdiendo las notas altas. Luciano las conservó
hasta los 60 años de edad.
Amaba al
público y era generoso. Ahora que partió de este mundo ha de estar seguramente
cantándole al “Señor de los Cielos”.
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