Tomado de: Pensamiento. Publicación Literaria e Histórica, julio-agosto de 1996 |
Alfredo
Leiseca (†) Cuba
La
guatemateca Gloria Antonieta Sagastume le ha dedicado un poemario a
la evolución, a la ciencia y a la vida. Su poesía es rara; tal vez
representativa de una nueva filosofía que pretende darle una
justificación química, física y biológica al misterio de la
existencia. Le canta a la energía, a los átomos, a los genes y a
las especies biológicas. A través del esteticismo lírico da la
respuesta de un nuevo concepto de cómo la ciencia justifica a
nuestras angustias, nuestros amores y nuestros temores. Le canta un
himno nuevo a una nueva corriente filosófica que pretende darle otra
justificación a nuestra razón de ser.
Mounier
dijo una vez que la principal debilidad del existencialismo era que
filosofaba como si la ciencia no existiera. Sin embargo, si lo
meditamos bien, también tiene que haber alguna razón científica de
nuestro dolor, de nuestros sentimientos y del enigma de nuestra
conciencia. Eso es la “Epopeya del Origen” de Gloria Antonieta.
Comienza
afirmando: “nada puede existir, ni aún Dios, sin la materia”.
Trata de confirmar esto basándose en la frase de Einstein “La masa
se transforma en energía y la energía en masa”. La tésis
continúa con el axioma del científico californiano Marc Davis: “En
la nada se crea ni se destruye, sólo se transforma”. De allí
parte su canto de que nuestra energía y de nuestros genes se llega a
algo nuevo y bello.
Eso
lo expresa en el siguiente verso:
“Semillero
en torrentes/ embriaga la abundancia/ a la madre natura. Se abre/ la
puerta molecular indefinible…”
Continúa
su lirismo afirmando:
“No
es lícito/ quebrantar una ley cósmica/ ¡Cuantos al cegar el alma/
ignoran su evolución…”
De
esa forma, se puede proseguir:
“En
espera/ del gran salto molecular/ espacio reposo y tiempo/
cristalizan deseos…”
Con
esa idea científica justifica el concepto existencial:
“…!Qué
difícil se hace el vivir,/ que terrible y difícil se hace el
morir…”
Continúa
afirmando:
“…Infinitudes
se manifiestan/ el veredicto/ Asumen. Nada es obligado…”
Añade
el siguiente concepto:
“Morir
a pausas/ sombría encrucijada/ resucitar un día/ con la Perla de
los inmortales”
Finalmente
todo se puede concluir con la primera estrofa:
“Enjambres
de chispas/ arremolinadas/ en el gran absoluto…”
No
sabemos si esos conceptos los sacó Gloria Antonieta Sagastume de su
propia cosecha o no. Tal vez se trate de una nueva filosofía en boga
que aún no conocemos. Sin embargo, el mensaje de Epopeya
del Origen
está expresado con mucho vigor e imaginación. En el estilo de la
autora se confunden imágenes futuristas, ultrístas y
existencialistas. Son muy apropiados para ese nuevo misticismo
científico. Su obra es muy refrescante.
©
Pensamiento. Publicación Literaria e Histórica, julio-agosto de
1996
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