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martes, 1 de enero de 2013

Bobby Breen. Niño Prodigio

Rowland J. Bosch


  Los niños prodigios en el campo del canto y de la música han asombrado con su talento gracias al don conferido. En el canto clásico han sobresalido algunos artistas infantiles que han enorgullecido a los pueblos en que han nacido. Tenemos por ejemplo a Joselito en España, cantor y actor quien por varios años asombró al mundo y muy en especial a sus coterráneos. Recuerdo a Juan Costa Marcote quien fue su representante en Cuba y de la compañía cinematográfica “Cifessa” hasta el advenimiento del castrato en Cuba. A Robertino que enorgulleció a los italianos especialmente con su interpretación de canciones napolitanas, Italia es un país donde el ver a sus hijos llegar a ser cantante lírico es un sueño de muchos padres. Lamentablemente esas voces infantiles se pierden al arribar a la adultez. Esto ocurre casi siempre  en el género masculino, ese fue el caso de Bobby Breen, quien asombró al mundo con su rostro angelical y como actor y cantante lírico en su infancia.
  Bobby Breen protagonizó una docena de películas. Comenzó su carrera artística a los 8 años de edad cuando hizo su debut cinematográfico con dos cintas en 1936. Breen había nacido en 1928 en Quebec en la provincia francesa canadiense. Estas películas fueron “Let’s Sing Again” (Volvamos a cantar) y “Rainbow on the River” (Arcoiris sobre el río), rodadas por la compañía RKO y estrenada con la colaboración de la actriz de color May Robeson (Aunt Jemina) y el italiano Henry Armetto.
  Aparte de ser un buen actor Breen poesía una voz infantil pero con matices operísticos que encantaba al público de aquella época. Su técnica era impecable. Su hermana mayor Sally Breen le educó su voz y le enseño música y fue al mismo tiempo su “coach”. Todo esto le permitió entonar con facilidad arias de ópera como “La donna e Mobile” de Rigoletto de Verdi y piezas clásicas como el “Ave María” de Schubert. En 1938 protagoniza “Make a Wish” (Haz un deseo) y “Hawaii calls” con Ned Sparks, Basil Rathbone y Pua Lani, auspiciado por el famoso cómico Eddy Cantor.
  Por esta época sobresalía otra actriz infantil Shirley Temple pero Breen poseía una voz maravillosa en lo que opacaba a la niña artista. En 1939 actúo en “Fisherman Wharf” y “Way Down South” con un argumento de la época anterior de la guerra civil en la Lousiana con un elenco escogido: Alan Mowbray y Ralph Morgan.
  En 1941 desafortunadamente  Estados Unidos se vio en la necesidad de entrar en guerra con los países del Eje y Bobby como muchos otros artistas fue escogido para ser enviado al frente de guerra para entretener a los soldados. Tenía entonces apenas 13 años. Bobby Green actuó con la alemana nacionalizada estadounidense Marlene Dietrich. En Chile al cantante y actor Arturo Catica lo comparaban en su patria con Breen y le llamaban el “Bobby Green Chileno”.
  Al terminar la guerra regresó del frente de guerra. Tenía entonces 17 años de edad. Al crecer hacia la adultez su voz cambió. Ya no era el (tenor-soprano) de la niñez,  había perdido por completo los maravillosos y melosos agudos que lo caracterizaban.
  Buscó el apoyo de su compatriota canadiense entonces en boga, la excelente cantante Diana Durbin, pero precisamente lo que lo hacía insustituible había desaparecido: su voz. Por aquellos tiempos consiguió un contrato en La Habana para cantar en el teatro Alkazar. Proyectaban 2 películas de su época de oro y la actuación personal del cantante que fue un fracaso absoluto.
  Como conocía y dominaba música se integró como director de una banda de baile británica (los Beatles) pero jamás superó la pérdida de su voz. Murió triste y olvidado en 1995 a los 67 años de edad. Sin embargo ahí han quedado como imborrable recuerdo aquellas cintas cinematográficas que asombraron y admiraron los públicos de todo el mundo.

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