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miércoles, 1 de mayo de 2013

¿DÓNDE NACIÓ JOSÉ MARTÍ?


Roberto Soto Santana

En la investigación histórica, sucede algunas veces que el estudioso que aborda un asunto con pretensiones de novedad termina “descubriendo el Mediterráneo”, debido  a que el tema en cuestión en muchas ocasiones ya ha sido aclarado y despejado con  bastante anterioridad, sin dejar lugar a dudas.
Una vez más está siendo puesta en circulación, en las fechas que corren, la especie de que el lugar natal de José Martí no fue la casa sita en la calle habanera de Paula sino la fortaleza de La Cabaña.
El interrogante ha sido retomado en el artículo “¿Martí nació en La Cabaña?”, publicado en la edición digital del 2 de marzo de 2013 de JUVENTUD REBELDE (órgano oficioso de la Unión de Jóvenes Comunistas) [véase http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2013-03-02/marti-nacio-en-la-cabana/] por el periodista del oficialismo cubano Luis Hernández Serrano –asimismo, ocasional panegirista de la figura del aventurero internacional Ernesto “Che” Guevara, elevado a la peana  icónica del revolucionarismo tercermundista del siglo XX-.
Este autor da cuenta del hallazgo en 2006 del expediente militar del padre de Martí, sargento de artillería del Ejército español. Relata que de este descubrimiento documental dio cuenta la historiadora oficialista cubana Olivia América Cano Castro, beneficiaria a su vez de las pesquisas hechas por el Dr. Manuel de Paz, catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, en Santa Cruz de Tenerife (islas Canarias).
Prosigue el relato periodístico con la manifestación de que el Coronel Director del Archivo General Militar de Segovia expidió certificación, con fecha del 5 de octubre de 2006 y con la escueta frase “No hay nada”, en respuesta a la petición de que se expidiera testimonio de “la Orden por la que se obligaba a los Sargentos Primeros de Artillería destacados en la Fortaleza de La Cabaña (Habana) a residir en dicha Fortaleza”, así como de que estuvo hospitalizada en la Enfermería de la Fortaleza de La Cabaña o Castillo del Morro de La Habana, Doña Leonor Pérez Cabrera, esposa del sargento D. Mariano Martí Navarro, en los alumbramientos de un niño y una niña, ocurridos el 28 de enero de 1853 y 29 de julio de 1854, respectivamente…”
En entrevista con el mismo diario JR, la historiadora en cuestión supone “que no haber encontrado los datos para los certificados pedidos, después de más de un siglo y medio, si bien no permite demostrar el nacimiento de Martí en La Cabaña, tampoco es suficiente para negarlo, considerando la burocracia militar española de aquella época”.
Ésta constituye una muestra clásica de la argumentación de “petición de principio”, una falacia que ocurre en un pretendido discurso lógico cuando la proposición a ser probada se incluye implícita o explícitamente entre las premisas. Cualquier investigador podría argüir, entonces, mudando lo mudable, con respecto al incontable número de personas que han nacido dentro de la especie “homo sapiens” (1) que no existe prueba alguna de que tal persona hubiera nacido o hubiera estado ingresada en el Hospital San Felipe y Santiago de La Habana –que estuvo abierto entre 1602 y 1886-, (2) sin embargo, esta ausencia de prueba no sería suficiente para negar el hecho que se busca probar –es decir, que el lugar de nacimiento hubiera sido ése-, (3) por lo cual, en  consecuencia, tal persona de todas formas podría haber sido alumbrada en ese Hospital. La “cojera” raciocinante de este argumento es tan descomunal que asombra que haya sido planteado.
  La citada historiadora –siempre, según la crónica periodística- evocó el hecho de que Gonzalo de Quesada y Miranda -hijo del discípulo predilecto de Martí- pusiera en duda el hecho de que el natal del Apóstol tuviera lugar en la casa de la calle Paula, al tener conocimiento de la versión alternativa de que Martí realmente había nacido en La Cabaña, dando como fundamento la información aportada por los cónyuges cubanos Miguel Fernández Ledesma (que había cumplido condena en las canteras de San Lázaro al lado de Martí) y Ángela del Castillo Agramonte, así como por la hija de ambos, Isabel Carolina Fernández del Castillo (Cocola) y el esposo de ésta, Emilio D. Cassi, respecto de un comentario hecho en la casa de ellos, en Nueva York, con ocasión de tener alojado allí a Martí, a su llegada a esa ciudad, el 3 de enero de 1880.
La historiadora reconoce que una comisión “ad hoc” designada por la Academia de la Historia de Cuba dictaminó, el 16 de agosto de 1940 y tras realizar una investigación en toda regla, que Quesada y Miranda había atribuido el surgimiento de sus dudas sobre todo a las manifestaciones del matrimonio Cassi-“Cocola”, quienes a su vez fiaban la verosimilitud de La Cabaña como lugar del nacimiento martiano al “hecho de haber sido bautizado Martí en la Iglesia del Santo Ángel Custodio, en vez de en la del Espíritu Santo (que correspondía al barrio de la casa de Paula)…” Y que esa comisión había determinado que “agotados todos los medios de investigación propuestos y considerados pertinentes, y después de medir cuidadosamente los antecedentes presentados a la misma, se llega a la conclusión de que evidentemente no se ha aportado ninguno que permita variar la versión hasta ahora aceptada como cierta de que José Martí y Pérez, Apóstol de las libertades cubanas, nació en la casa de Paula 41”.
La disipación de las dudas planteadas por Gonzalo de Quesada y Miranda se tratará en detalle más abajo.
El mismo periodista que revive ahora la cuestión de la credibilidad de la versión alternativa de La Cabaña como sitio del natalicio de Martí ya había escrito, nueve años antes, en 2004 y en el mismo periódico (véase http://jrebelde.cubaweb.cu/2004/octubre-diciembre/nov-11/pifias.htm, que otro historiador dentro de la Isla, Luis García Pascual, le había referido que Blanche Zacharie de Baralt (gran amiga de Martí y la primera mujer en graduarse –en 1902- de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana) “en cierta ocasión  publicó que don Mariano, el padre de Martí, le había dicho que su hijo Pepe había nacido en La Cabaña, pero la que nació allí fue su hija Leonor, ya que su partida bautismal no aparece en ninguna de las parroquias habaneras.
“Yo hallé una copia expedida por el presbítero Tomás Sala Figuerola, teniente capellán del Regimiento al que pertenecía don Mariano, que se conserva en el expediente matrimonial de Leonor Martí. Dicho sacerdote, por ser militar, poseía autoridad para bautizar en cualquier parroquia, y tenía la costumbre de asentar en un libro que él llevaba a su cargo, los bautizos que realizaba.
“Ésa es la razón por la que Martí tiene dos partidas bautismales, la de la Parroquia del Santo Ángel Custodio de La Habana, y la expedida por el presbítero Sala. Esta última fue la que presentó en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, cuando ingresó en él, como era costumbre.
“Esta partida y la de Leonor, su hermana, que citamos, fueron expedidas el día 30 de junio de 1856, lo que nos hace suponer que don Mariano las solicitó, como precaución, poco antes de embarcar con la familia para España, lo que realizó días después. Si hubiera nacido en La Cabaña, no tendría que estar nuevamente registrado en el Santo Ángel, como en el caso de su hermana Leonor, cuyo bautismo sólo aparece en el citado libro del capellán”.
Una fuente que no hemos visto citada hasta ahora por nadie –que sepamos- es el trabajo “PAULA NÚMERO 41”, de la autoría de Jorge Quintana, encargado de la sección de Historia del semanario BOHEMIA. Ese largo y cuidadosamente pergeñado artículo se extiende a lo largo de las páginas 12, 13, 106, 107, 108 y 119 de la Edición Extraordinaria del 1º de febrero de 1953 de la revista BOHEMIA, en homenaje al Apóstol [véase http://dloc.com/AA00012008/00001/1x].
El testimonio puesto en conocimiento de Gonzalo de Quesada y Miranda por el matrimonio Cassi-Fernández del Castillo consistía en que ambos afirmaban haber oído de labios de don Mariano Martí que su hijo José había nacido en el barracón número siete de La Cabaña, y que poco después del nacimiento fue cuando el sargento de Artillería y su familia se mudaron a la casa de la calle Paula número 41 (más tarde, 102 y finalmente calle de Leonor Pérez número 314).
La Academia de la Historia de Cuba, en su sesión del 23 de noviembre de 1934, nombró una Comisión para esclarecer este hecho. Sus integrantes fueron los Académicos Joaquín Llaverías (capitán del Ejército Libertador y Director del Archivo Nacional), Emilio Roig de Leuchsenring (Historiador de la Ciudad de La Habana) y Gonzalo de Quesada y Miranda.
En acta consta que el Sr. Arturo R. de Carricarte (periodista, diplomático, fundador y Director de la Biblioteca Municipal de La Habana entre 1920 y 1931, profesor del Seminario Diplomático y Consular de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana) presentó, entre otros, los siguientes documentos: copia de la fotografía tomada el 28 de enero de 1899 en la habitación natal de José Martí y en la que figura su madre doña Leonor Pérez Cabrera; y copia del Acta número 357, de 5 de octubre de 1939, otorgada ante el Notario Público de La Habana Dr. Pastor del Río y Carrillo, dando fe de la declaración hecha en su presencia por la Sra. Amelia Martí y Pérez –hermana del Apóstol-, respecto a que ésta recordaba haber escuchado a su madre decir “que en el ángulo derecho, entrando, de la segunda habitación del piso alto, fronterizo  a la casa de la calle Paula luego Leonor Pérez, hoy 314, antes 102, donde está instalado el Museo consagrado a rendir homenaje a la memoria de su hermano el glorioso Apóstol de la Independencia cubana, fué donde estuvo colocada la cama en que nació el 28 de enero de 1853 su insigne hermano”. E igualmente manifestaba que reconocía como suyas la carta y la firma al pie de la misma, que en 29 de octubre de 1921 había dirigido al Sr. Carricarte, donde decía que recordaba que su madre le había señalado “un rinconcito que se hallaba en el alto, entre dos muritos que ya no existen, diciéndome habérsele hecho allí el caldo el día que vio la luz primera mi hermano...”
Otro deponente, el Dr. José A. Gelabert y Berruete, hizo constar que tanto su padre como otros ancestros suyos “eran amigos de la familia de Martí en Santa Cruz de Tenerife en las Islas Canarias, donde el padre de la madre de Martí era Director de una Banda de Música”. En relación con la declaración del Sr. Cassi de que Martí había nacido en La Cabaña, el Dr. Gelabert consultó con su padre, quien le aseguró que “Martí nació en la Casa de Paula 102, y puedo hacer esta afirmación categórica por la íntima amistad de la madre de Martí con mi familia que duró hasta su muerte…en distintas ocasiones hablamos de la coincidencia de que ambos hubiéramos nacido en la misma casa. Así es que puedo afirmar este hecho de manera categórica, porque recuerdo perfectamente que la propia madre me dijo que Martí había nacido en Paula 102” (los Gelabert habían sido inquilinos de la casa de la calle Paula antes de que la familia del sargento Martí la ocupara).
Ítem más, otra de las conclusiones de la Comisión nombrada por la Academia de la Historia fue “Que el dato ofrecido en la carta del señor Enrique H. Moreno y ampliado verbalmente por él al señor Gonzalo de Quesada y Miranda, que los capellanes de regimientos españoles podían bautizar libremente a los hijos de militares en cualquier iglesia, sin tener que sujetarse libremente a la parroquia del bautizado, destruye la afirmación del señor Cassi y su esposa que ese era el argumento para probar concluyentemente que Martí había nacido en La Cabaña, y que por eso al bautizarlo en al Iglesia del Ángel no había sido necesario obtener dispensas o pagar derechos parroquiales”.
Como seguramente diría nuestro Editor, el profesor René León, ¡Así se escribe la Historia! Y no parece que en la cuestión del lugar de nacimiento de José Martí  hayan surgido nuevas evidencias fehacientes como para cambiar la versión confirmada en 1940 por la Academia de la Historia de Cuba.

41 Paula Street, Havana, birthplace of José Martí

1 comentario:

  1. El Dr. R. Soto deja bien aclarado el nacimiento de Jose Marti, aclarando como siempre hace con suficiente informacion todo lo concerniente al lugar de nacimiento. La tragedia de los periodistas en Cuba hoy en dia, es que ellos no van a buscar las fuentes verdaderas de informacion y se basan en otras que no dejan aclarado el tema que ellos tocan. El tema es bien interesante y sigue manteniendo el recuerdo de Marti al pasar los anos.

    R. Leon
    Tampa, Fl










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