René León
El nuestro fue un encuentro
que rompió con nuestro pasado.
Ayer la vi vestida de blanco
y sus largos cabellos negros.
Al verla, recuerdos ya tristes
se agolpan en mi mente,
y creo a ratos que nunca existió;
sin embargo, llevo la herida en mi corazón.
De ella sólo me quedaba
su recuerdo y su ausencia,
en una playa desierta
junto al mar frío.
La había perdido para siempre
sin haber tenido el placer de gozarla
y hoy al verla me sentí estremecido
de lujuria y de embriaguez.
Todavía hoy guardo en un cofre
una flor roja que bese delante de ella,
y luego busqué sus labios
y nos besamos largamente.
Como son las cosas de este mundo,
cerca de la playa nos conocimos,
nos dijimos adiós
y hoy nos encontramos.
Ella siguió su camino indiferente,
como si yo no existiera.
Las olas del mar pasaban atropellándose
unas con otras, alejándose de la playa.
Muy bonito y sentimental este poema. Me ha gustado.
ResponderEliminarCristi rodriguez
Miami, Florida