ORTO Y
OCASO DE LAS ORGANIZACIONES DE PROFESIONALES
Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres
humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una
buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe,
sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Ryszard
Kapuscinski (1932-2007), periodista, historiador y poeta polaco
En abril de 1902, un mes antes de la
proclamación de la República ,
se produjo la que terminó por ser la primera
fundación de la Asociación de la Prensa de Cuba, en una tumultuosa asamblea
eleccionaria en la que don Nicolás
Rivero, dueño del ya entonces decano de la prensa diaria, el “Diario de la Marina ”, resultó elevado a
la presidencia de la
Asociación , tras una maniobra electorera, por dos votos de
diferencia (aportados fuera del plazo reglamentario por dos redactores de ese
periódico) respecto de Alfredo Martín
Morales –quien posteriormente se desempeñó como Jefe de Información de los
periódicos “El Mundo”, “El Triunfo” y el propio “Diario de la Marina ”. En 1909, el
general José Miguel Gómez, a su arribo a la Presidencia de la República , lo designó
Jefe del Despacho de las Oficinas del Palacio Presidencial, en cuyo cargo se
hallaba cuando falleció, el 29 de mayo de 1921-.
Ante el pucherazo de abril de 1902,
muchos de los periodistas participantes en aquella reunión fundacional de la Asociación de la Prensa de Cuba –entre
ellos, José M. Carbonell, Víctor Muñoz, Néstor Carbonell, Álvaro de la Iglesia , Manuel Márquez
Sterling, Jesús Castellanos y Diego Vicente Tejera- publicaron una esquela en
el periódico “El Mundo”, en repudio del fraude habido en la votación. Y la Asociación quedó nonata.
En 1904 tuvo lugar la segunda y definitiva constitución de la Asociación de la Prensa de Cuba, bajo la
presidencia de una Junta Directiva encabezada por Alfredo Martín Morales e
integrada además por periodistas de la talla de Rafael Conte (un escritor todoterreno, que escribió sobre béisbol,
boxeo, la actualidad política y social nacional, y fue corresponsal en el
extranjero para el “Diario de la
Marina ”, de la
Habana , “La
Nación ”, de Buenos Aires, “El Heraldo”, de
Puerto Rico, y el “Mercurio”, de Santiago de Chile), Manuel Márquez Sterling, Eduardo Varela Zequeira (que había sido Comandante del Ejército Libertador y
en cuya carrera periodística se destacó por sus sensacionales crónicas de
sucesos criminales), Ramón A. Catalá (comentarista
de la actualidad en La Lucha ,
el Heraldo de Cuba y el Diario de la Marina , y fallecido el 10 de noviembre de 1941),
Jesús Castellanos (columnista,
caricaturista, novelista, abogado de oficio primero y después fiscal de la Audiencia de La Habana , fallecido en 1912 a la temprana edad de
33 años) Víctor Muñoz (quien,
dándole impulso a una iniciativa planteada en Santiago de las Vegas encaminada
a conmemorar un Día de las Madres anualmente, el segundo domingo de mayo, fue adoptada
a propuesta suya el 27 de abril de 1921, por el Ayuntamiento habanero, en el
cual Muñoz fungía como Concejal), Mariano
Pérez de Acevedo y José Manuel
Fuentecilla.
A esta Junta Directiva fueron incorporados, como Vocales Natos, don
Nicolás Rivero (director de Diario de la Marina ), Antonio San Miguel (de La Lucha ), Manuel María
Coronado (de La Discusión ),
Wilfredo Fernández (de El Comercio), Abelardo Novo (de la Unión Española ),
Manuel S. Pichardo (de El Fígaro), Juan Gualberto Gómez, Ricardo del Monte y
Raimundo Cabrera. El único director que rehusó formar parte de esa sección fue
José Manuel Govín (de El Mundo).
Volvamos a los avatares de
Posteriormente, esta entidad se convirtió
en el Círculo Nacional de Periodistas, que se encargó de organizar los trabajos
del Primer Congreso Nacional de Periodistas, efectuado en La Habana entre el 3 y el 6 de
diciembre de 1941, en el que participaron delegados de cuarenta Asociaciones de
periodistas y de la redacciones de los medios de prensa, congregados al efecto
en la sede de la
Asociación
Los delegados al
Congreso, designados por las agrupaciones de periodistas y las redacciones de
las publicaciones, se reunieron en el local de la Asociación de Repórters
de La Habana ,
ubicado en la calle Zulueta casi esquina a la calle Neptuno. El 21 de junio de
1923 la Asociación
recibió cuarenta mil pesos de manos del Dr. Alfredo Zayas Alfonso, Presidente
de la República ,
destinados a costear la construcción del edificio donde alojar el domicilio
social, que incluyó Biblioteca y Museo Periodístico.
Los
De consuno con la Asociación de la Prensa de Cuba, la Asociación de Repórters
de La Habana
logró que el 23 de agosto de 1935 el Presidente Carlos Mendieta y Montúfar
promulgara el Decreto-Ley 172 (publicado en la Gaceta Oficial del día 27), de
creación del Retiro Periodístico. En 1943, siendo Lisandro Otero Masdeu
Presidente de los Repórters, se crearon el Colegio Nacional de Periodistas y la Escuela Profesional
de Periodismo “Manuel Márquez Sterling”. A partir de los 24 miembros iniciales,
esta entidad llegó a contar con ochocientos asociados.
La
liquidación del periodismo libre la llevó a cabo la trituradora castrista
en dos direcciones: una, confiscando TODAS las empresas periodísticas; otra,
posesionándose “revolucionariamente” –como se decía entonces- de las
instituciones de profesionales y demás trabajadores del sector, hasta entonces orgánica
e ideológicamente independientes. Así, el 25 de febrero de 1961, la Junta de Gobierno del
Colegio Nacional de Periodistas, la dirección de la Asociación de Repórters
de la Habana ,
la representación de la
Milicia de Periodistas “Félix Elmuza” y la Junta de Gobierno del
Colegio de Periodistas de La
Habana , así como los representantes de los colegios
provinciales de Camagüey, Las Villas y Matanzas, efectuaron una reunión
conjunta en la que se acordó la instauración de un “Frente Revolucionario del
Periodismo Nacional”, encargado de
-
“integrarlo totalmente en la
Revolución
- “Liquidar, por ineficaces y obsoletos,
los andamiajes legalistas y estatutarios que impiden el progreso de la obra
revolucionaria en nuestra profesión, y acometer, además de las funciones
específicas, las insoslayables tareas de defender a la Patria y hacer avanzar la Revolución ”,
- “Cambiar radicalmente la estructuración
orgánica, y precisar las finalidades y tareas que deben ejercer plenamente los
hombres revolucionarios de la prensa...
- “Abogar ante las autoridades revolucionarias por la derogación dela Ley No. 10 de 1944, relativa a las profesiones no
universitarias, y del precepto constitucional de la colegiación, concepto
divisionista y discriminador que nos impedía nutrir nuestras filas con savia
nueva
- “Abogar ante las autoridades revolucionarias por la derogación de
- “Crear los Comités de Defensa de la Revolución en todos los
centros de trabajo y en los organismos de la profesión”.
Así se ha hecho un hiato –que dura ya más
de cinco décadas- en el ejercicio de la libertad en la estructura profesional
del periodismo cubano.
Auferre, trucidare, rapere falsis
nominibus res publica, atque ubi solitudinem faciunt, pacem appellant. En cristiano, “A la rapiña, el
asesinato y el robo los llaman por mal nombre gobernar y donde crean un
desierto lo llaman paz” (Frase de Tácito, en sus Annales)
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