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domingo, 1 de marzo de 2015

W. Somerset Maugham: El Arte de Escribir

Foto tomado de: Wikipedia
René  León

  Conocí el nombre de W. Somerset Maugham, al ver la película “Al Filo de la Navaja” interpretada por el artista americano Tyrone Power. Desde ese día, busqué el libro para tratar de penetrar en su estilo. Hubo críticos que buscaban una excusa para criticar sus obras; otros, que eran la mayoría, lo elogiaban y mencionaban en sus artículos en los periódicos. Otros decían que “Al Filo de la Navaja” (1944) era una “delicia”. Gore Vidal calificaba  esta obra como “impresionante viaje en busca del sentido del mundo”. La novela fue la más importante de las publicadas por el autor. Se desarrolla en Europa, y sus personajes son americanos, y no británicos. Describe cómo el autor, decepcionado de la Primera Guerra Mundial, lo abandona todo y sale en busca de un cambio general de su espíritu. El personaje, como se verá, es un retrato del mismo Maugham, como voluntario de una unidad de ambulancia de la Cruz Roja. Su búsqueda del misticismo oriental y el rechazo de los horrores de la guerra conformó un tema que fue de mi gusto, y desde entonces, busqué siempre, en revistas y diarios, comentarios sobre su obra. Leía todo lo que se refería a él.
  Un día, Maugham, rodeado de amigos y como es natural de criticones, dijo: “Antes de llegar a la treintena, los críticos decían que yo era brutal. Cuando cumplí los treinta dijeron que era frívolo. En mi cuarentena dijeron que yo era cínico; en mi cincuentena que era competente. Y ahora, que llegué a mi sesentona, que soy superficial”.
  Su carrera no fue muy fácil, pero se supo sobreponer a los contratiempos de la vida. Obtiene el título de Doctor en Medicina, para satisfacer a su padre. Al pasar el tiempo, llegó a la conclusión de que su destino no iba ser esa carrera; el cambio fue trascendental: había escogido la pluma.
  Su primera novela,  sobre los recuerdos de su vida en el Hospital de Lambeth (1897), fue recibida con gran entusiasmo y se vendió en cuestión se semanas: Liza de Lambeth, narración sobe un adulterio en la clase pobre y sus consecuencias. El mismo Maugham, en el prólogo de la novela, dice que “…es imposible eliminar los errores del hablar de Liza y de los otros personajes, por lo tanto tendrá que recomponer en sus pensamientos las imperfecciones necesarias de los diálogos.”Gore Vidal ha dicho que “sus viajes parecen escapatorias de lugares de trabajo o de descanso, escondites”.  Después vienen otras que no son del agrado de los lectores: Pasta de Santo (1898), Orientaciones (1899), y El Héroe (1901). Al ver que no había obtenido el elogio de los críticos y los lectores, se dedica a escribir obras de teatro. Las primeras representaciones no recibieron los aplausos a los que él aspiraba. Tiene que volver a intentarlo, como él dice en su bibliografía, y presenta otra de sus obras de teatro, Lady Frederick, que alcanza desde su comienzo él éxito esperado. Es desde este momento que su fama se eleva velozmente.  Sus cuentos son del agrado del público en general, sus novelas son escogidas para aparecer en el cine. Se traducen a diferentes idiomas, su vida da un cambio general, el dinero le llegaba a manos llenas, a todas partes adonde iba era una sensación.
  Pero son sus cuentos cortos los que llamaban la atención al público en general. Su técnica era sencilla.  De las pequeñas cosas de la vida que se le presentaban en su camino podía escribir una aventura. De los hombres, de las mujeres, de las cosas cotidianas, de sus viajes alrededor del mundo, de ellos salían cuentos agradables al mundo que lo rodeaba. Sus amigos y los políticos aparecían con nombres figurados. Estos relatos tenían un don especial de alegrar al lector.
  Maugham era bisexual, Contrae matrimonio con Syrie Wellcome, hija del fundador del Orfanato Barnardo para Niños Indigentes, Thomas John Barnardo, y quien había estado casada en primeras nupcias con el empresario farmacéutico inglés nacido estadounidense, Henry Wellcome. Tienen una hija llamada Mary Elizabeth Maugham. Pero sus dos amores en su vida fueron Gerald Haxton, que muere en 1944, y al final de su vida, Alan Searle. Of Human Bondage (Servidumbre humana), llevada al cine, y que es considerada como una de las obras maestras de Maugham, viene a ser una novela autobiográfica; su protagonista es Philip Carey, un huérfano criado por su tío piadoso, tal como había sucedido en la vida de Maugham. Escribió otras novelas importantes: The Magician (1908), The Moon and Sixpence (1919), The Painted Veil (1925), Ashenden or the British Agent (1926), Cakes and Ale (1930), y otras más.
Teatro:
Lady Frederick (1912), The Constant Wife (1927), The Letter (927), The Sacred Flame (1928) y otras.

  Viajó por numerosos países del mundo y de cada visita siempre escribía cuentos de personas o de hechos acaecidos en esos lugares. Gran observador, en esa cualidad él se basaba para sus historias. Ganó mucho dinero de todas sus obras escritas, pero nunca se sintió lo suficientemente feliz con ellas. En el año de 1928 compró una villa de doce acres en Cap Ferrat en la Riviera Francesa. Cuando da comienzo la Segunda Guerra Mundial, se va para los Estados Unidos. Regresa posteriormente a su Villa Mauresque, donde mantiene su residencia hasta su fallecimiento en 1965.
  Su prosa hallaba inagotables fuentes de inspiración. Él habla de cosas reales que ve y palpa. Encuentra su inspiración en pequeñas cosas, y en accidentes de la vida que lo rodea, y las cuenta con gran exquisitez.  Relata las cosas de Inglaterra, que conoce por haber vivido en ella y caminado por sus calles, por los barrios pobres, y haber entrado en  lugares que otros no visitarían, escudriña en ellos y luego los lleva a sus libros o cuentos cortos. Algunas de sus obras han alcanzado el rango de “clásicas” en la literatura británica.


  Antes de morir, donó todos sus manuscritos a la Royal Literary Fund. 






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