Por: René León
Considerada actualmente por muchos críticos literarios modernos como una pieza de museo literario, la novela de Jorge Isaacs llenó su cometido literario en su época.
Incomprendida y vituperada actualmente por muchos críticos de la literatura hispanoamericana, “María”, además de ser un hito en nuestra producción literaria, inició un estilo, un modo autóctono de contar y decir las cosas dentro de nuestra narrativa romántica:
En las palabras del crítico literario Fernando Alegría, “María” es, incuestionablemente, la expresión máxima de la novela romántica hispanoamericana”. (1)
Contemplando retrospectivamente la época en que se escribió “María”, vemos que la América sufría todavía, esa sumisión intelectual europea, sumisión padecida por el largo coloniaje de las potencias europeas en nuestros países.
Teniendo en cuenta que la inspiración de Jorge Issacs la buscó éste en autores europeos, hay que reconocer que puso algo muy suyo, algo muy americano, al momento de escribir su novela.
En Europa tenía vigencia dentro de la literatura “el realismo”, no así en América, que se sabía todavía sometida a ciertos cánones literarios europeos. Sin embargo, analizada en su momento “María” fue un aire renovador, que refrescó la inspiración subsiguiente de muchos escritores nuestros de aquella época.
Siempre América –por espacio de siglos- aguardó que le llegase de Europa todo el baraje intelectual, religioso, político y social, que nuestra tierra no sabía ni podía elaborar. Es así que “María” representa, dentro de la línea romántica, un bello esfuerzo literario.
Europa esta metida dentro de la línea realista, pero en América todavía se seguía viviendo, el tema costumbrista. Cuando aparece “María”, los intelectuales nuestros estaban enfrascados en leer a Chateaubriand, a Goethe, a Victor Hugo.
Es así, que nuestro reloj marcaba un horario distinto dentro de la literatura que el de Europa. Al respecto nos dice Alberto Zum Felde: “María” es la flor más pura e inmarcesible del romanticismo hispanoamericano; sin historia, sin política, sin filosofía, sin nada, sin nada más que el simple sentimiento y la pintura simple de la naturaleza y del ambiente humano.
Algunos historiadores la incluyen en la promoción realista porque en la fecha de su aparición el realismo literario dominaba ya en Europa; pero en América no. En esto de periodos y escuelas cronológicas, América no señala igual hora que Europa”. (2)
Leer la novela de Jorge Isaacs, representa un esfuerzo. Porque desubicados por el paso del tiempo, la historia y los acontecimientos modernos, nuestra mentalidad no comulga con la forma narrativa de Jorge Isaacs. Aunque tengamos en cuenta, que hizo época y que se le consideró y se le considera como un “clásico” de nuestra literatura, su enfoque de la realidad ambiental, se nota “disociado”. Crea en su imagen narrativa, un ideal de las relaciones humanas. Sus personajes no tienen ningún conflicto social, político, ni filosófico.
Los personajes centrales –Efraín y María- se desenvuelven dentro de la novela como dos seres desligados del mundo de la realidad. Ella –María- huérfana a temprana edad, viene al mundo padeciendo de ataques epilépticos, y es educada y criada por los padres de Efraín. Éste, con una educación esmerada, gracias al peculio de sus padres, desconoce del mundo, los trabajos y vicisitudes económicos. Ambos, han crecido bajo un ambiente de seguridad económica y superprotección emotiva.
Los mismos personajes que se mueven alrededor de ellos carecen de esa personalidad psicológica, que pudo haberles dado realce. La narrativa se hace en “primera persona” y adolece, como toda narrativa hecha en este estilo, de opiniones distintas, de juicios contrarios pero certeros.
Tenemos pues que ver, pensar, y razonar, al estilo del narrador. Es como si los literatos americanos, de los comienzos del romanticismo, entre ellos Jorge Isaacs, no sabiendo qué camino a seguir, en su fuero interno pensaran que su mundo real no era suficientemente importante, como para ocuparse de él, y se replegaran al Edén idílico, donde sólo hubiese “amor sin conflictos pasionales y sin luchas psicológicas”.
Esta forma acomodaticia del enfoque que hace Jorge Isaacs en su novela es una forma escapista” de mirar la realidad reinante. El amor, y la muerte están muy ligados a toda la producción romántica universal. Siempre muere uno de los dos amantes. O ella, como en “María”, o él, como en la novela de Goethe, “Werther”.
Al respecto nos dice Fernando Alegria, sobre la atmósfera que rodean a los personajes de “María”.“…los personajes muévense encadenados por la mitología romántica del amor, la fatalidad, y la muerte, y desconocen las circunstancias prosaicas de la realidad inmediata, manteniendo siempre una relación ideal, ya sean amantes, padres, hijos, amigos o aun patrones y esclavos”. (3)
Es Jorge Isaacs, hay que reconocerlo, uno de los primeros que introduce un elemento autóctono, -muy nuestro- dentro de la narrativa de su novela. El elemento africano, en su relación con la sociedad independizada del coloniaje. Veamos este párrafo de su novela:
“Cuando llegamos, Julián, esclavo capitán de la cuadrilla, salió a tomarnos del estribo y a recibir nuestros caballos. Estaba lujoso con su vestido de domingo, y le pendía de su cintura el largo machete de guarnición plateada, insignia de su empleo”. (4)
Se debe decir, que el estilo iniciado por Jorge Isaacs, estilo combinado entre su exuberante prosa, y su cultura europea, causó impacto entre los lectores de aquella época. Su estilo era nuevo para aquella América de finales del siglo XIX.
Sus explosiones amorosas, llenan gran parte de la novela. Veamos una de ellas:
“Primer amor…Noble orgullo de sentirse amado; sacrificio dulce de todo lo que antes nos era caro a favor de la mujer querida; felicidad que, comprada para un día con las lágrimas de toda una existencia, recibiríamos como un don de Dios; perfume para todas las horas del porvenir, flor guardada en el alma y que no es dado marchitar a los desengaños; único tesoro que no puede arrebatarnos la envidia de los hombres, delirio delicioso…inspiración del cielo…María, María, Cuánto te amé. Cuánto te amaré…” (5)
Isaacs transporta a sus lectores de aquella época, más que a los de hoy, a una visión idealizada del paisaje exótico, relacionándola con su sentimiento, al expresarse así en su novela: “A mi regreso, que hice lentamente, la imagen de María volvió a asirse a mi memoria. Aquellas soledades, sus bosques silenciosos, sus flores, sus aves y sus aguas. ¿Por que me hablaban de ella? ¿Que había allí de María en las sombras húmedas, en la brisa que movía los follajes, en el rumor del río ¿ Era que veía el Edén, pero faltaba ella.”. (6)
Su descripción de la zona del Cauca, que pasó a un plano de fama mundial, a través de la novela “María”, contiene todo el colorido de la exuberante vegetación nuestra. Veamos: “Nunca las auroras de julio en el Cauca fueron tan bellas…”. (7)
“Una tarde, tarde como las de mi país, engalanada con nubes de violeta y lampos de oro pálido, bella como María, bella y transitoria como fue esta para mi…” (8)
“Cuando desperté, las aves cantaban revoloteando en los follajes de los naranjos y pomarrosas, y los azahares llegaron a mi estancia con su aroma”. (9)
Durante todo el transcurso de la novela, Jorge Isaacs, deja ver claramente, que la misma, tiene un fondo inspirativo en la novela de Chauteau briand, “ATALA”.Ya en varias partes, hace que María lea algunos trozos de la misma.
Como la novela en sí no tiene conflictos de ningún tipo, el autor, ha creado artificialmente, desde el comienzo de ella el artificio de la enfermedad de María.
El lector sabe desde el comienzo, que la misma tendrá un final trágico, porque, la forma melancólica de la narrativa, y la ingenuidad de su enfoque, dicen a las claras, el presunto final.
En mi opinión, la novela de Jorge Isaacs, analizada dentro de su época, y teniendo en cuenta la inmadurez literaria de nuestros literatos, es aceptable. Ahora bien, analizada
desde el punto de vista literario, no resiste el análisis crítico, por estas razones:
-Subjetivismo en el enfoque de la realidad
Idealización extremada de la relación que existe entre los personajes.
Una narrativa en primera persona que resulta cansosa al lector actual.
Falta de imaginación y dinámica en los diálogos.
Atmósfera real subjetiva al estilo “edénica”.
El drama se deja ver desde el comienzo. No hay suspense dramático.
El tono exclamativo amatorio es válido en su época, pero no resiste el enfoque crítico, por su ingenuidad e inmadurez.
Los diálogos costumbristas, regionales, son de poco valor al tema de la novela en sí. Pueden tener valor lingüístico, pero carecen de importancia dentro de la trama de la novela.
Habiendo sido un “best-seller” en su época, habiendo arrebatado a su público lector en su momento histórico, sólo produce cansancio y es incomprendida en nuestro tiempo.
Como obra clásica, puede servir. Pero como el “best-seller” que fue en su época, no le queda absolutamente nada.
Su regionalismo fue superado por otros novelistas nuestros.
Su temática igualmente.
Solo sirve como un punto de partida, como un hito literario de referencia.
MARÍA ha pasado al olvido de los lectores actuales. Su recuerdo es como un perfume que embriago en su tiempo, pero terminado su aroma, sólo resta el frío, desnudo, y compacto frasco que lo contuvo.
MARÍA, es una novela de referencia dentro de los estudios literarios, pero adolece de muchas faltas, desde el punto de vista crítico.
Bibliografía
1.- Alegría, Fernando. Historia de la Novela Hispanoamericana. Univ. De California, Berkeley. III
Edición, México. Edit. de Andrea, México, 1966.
2.- Zum
Felde, Alberto. Índice Crítico de la
Literatura Hispanoamericana. Edit. Guarania, México, 1959.
3.- Alegría, Nueva
Historia.
4.- Isaacs,
Jorge, María. Edit. Sopena, Buenos
Aires, 1938, p.11.
5-6-7-8-9-.
Isaacs, Jorge, María.
muy buena critica de MAria'
ResponderEliminarAna Sheridan
Rock Hil, SC
MUy bien comentado el libro de Maria.
ResponderEliminarAngelo Lagos
la verdad no entendi pero aja jajajajaj no mentira chevre lo re felicito
ResponderEliminarmuy extenso tu comentario pero muy bueno aunque muy critico para una de las obras importantes en el romantisismo.
ResponderEliminarme marece que es más que una critica, siento que destruye al autor, considero que la Maria, es rica en relato, soy joven y al leerla en mi mente cada parte de esta novela se recreo, describe cada cosas que te hace sentir estar allí en el lugar en donde acontece esta historia de amor, es una historia que en ningun momento muestra a un hombre machista, cosas que me sorprendió, muestra a un humano encerrado en un sentimiento y en un pensamiento fijo.....para mi la Maria es un libro de ensoñación, con un lenguaje rico para la epoca.
ResponderEliminarbuena critica ������
ResponderEliminarEs una muy buena critica pero es muy extensa al libro la maria que es muy bueno
ResponderEliminarpinga
ResponderEliminarXd
EliminarAmi en lo especial me parece que es una hermosa obra me me concentre tanto que pareciera que yo tambien estava alli en ella
ResponderEliminarMaría es una persona que es muy noble y ella es muy alegre y divertida lo único que dió tristeza fue que murió por lo mismo que tenía la mamá que era epilepsia
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