Rowland J. Bosch (†)
La zarzuela, después de las corridas de toros y el balompié, ha sido por muchos años el entretenimiento más popular de España. Al presente, por la evolución histórica de los pueblos, ha pasado a un plano menor y muy a pesar de los esfuerzos hechos por revivirla por muchos de sus amantes; nos ha dejado, no obstante, un hermosísimo legado histórico.
El nombre de "zarzuela", viene de zarza, el arbusto rosáceo cuyo fruto comestible es la zarzamora, y de la que estaba rodeado el Palacio Real español. En esta mansión, se celebraban funciones teatrales para distraer al rey y a su corte, pero también se presentaban obras, para complacer al pueblo y que se efectuaban en los jardines afuera del recinto real donde crecían las zarzas; de ahí su nombre. En la actualidad el palacio residencia del rey sigue siendo el "Palacio de la Zarzuela".
La influencia posterior de las óperas italianas y las operetas vienesas y parisienses, y la de las óperas bufas de Joaquino Rossini (1792-1868) como "El Barbero de Sevilla", hizo su entrada en el marco teatral madrileño, convirtiendo el teatro hablado o recitado en teatro musical, y de ahí surgió la zarzuela tal como la conocemos hoy. Se cuenta que para eliminar los peligros de improvisación en la voz del cantante, que eran usualmente inesperados, Rossini escribió todas las notas para las voces y esto constituyó una innovación que se convirtió en costumbre.
Foto tomada de: actuaragon |
Las zarzuelas tal como las conocemos hoy, son en general obras ligeras. Originalmente eran basadas en temas históricos o mitológicos. La primera zarzuela popular que refleja tradiciones españolas, así como diálogos, costumbres y ritmos musicales de la madre patria es "Las Segadoras" de Vallecas, estrenada en 1768, aunque desde 1628, ya se hacían presentaciones bajo el reinado de Felipe IV. Después de un oscurecimiento que duró más de cuarenta años, Manuel García, el gran tenor español, sus hijas también divas, y hasta el mismo Rossini, le brindaron su entusiasmo al género.
A diferencia de las óperas italianas, francesas y alemanas, el argumento de la zarzuela es en general ligero, cotidiano y de final feliz. Durante la década posterior a la revolución que destronó a Isabel II, en 1868, las zarzuelas fueron tan populares que en ese corto período de la historia se escribieron más de 1,500 zarzuelas. Muchas son sentimentales, humorísticas y a veces cómicas. Son por lo general nuevas creaciones e idealizaciones de estereotipos de la vida española, gitanos como "La Leyenda del Beso", soldados que regresan de América, indianos que regresan a la madre patria como en "Los Gavilanes" o héroes del siglo XIX, como en "Luisa Fernanda". A veces son mitos clásicos o eventos históricos adaptados como "La Corte del Faraón", aunque esto es menos común.
Los títulos indican la acción más bien la falta de una buena trama, por ejemplo "La Gran Vía", la avenida más famosa de Madrid. La acción casi siempre trata de conflictos amorosos, o románticos, celos, pasiones y alegrías. Los diálogos son a veces cursi, de menor importancia. La música es casi el todo, gracias a la inspiración de sus compositores, aunque a veces el libreto es escrito por escritores famosos como los hermanos Álvarez Quintero, con sus zarzuelas "La Reina Mora" y "Doña Clarines" o como Carlos Arniches con su "Alma de Dios" y "La Alegría del Batallón", con música de Serrano.
El término género chico se refiere a trabajos de trama más ligeros logrados en un acto o dos en contraste con el "genero grande" destinado a obras de tres actos.
La popularidad de la zarzuela se extendió por toda España y por extensión a Cuba desde los últimos 25 años del siglo XIX hasta los años 30 del presente siglo. Al comenzar la guerra civil española decayó después, caída de la que jamás se ha levantado. Muchos artistas buscaron refugio y se establecieron en los países hispanos parlantes en la otra ribera del Atlántico. Compañías de teatro y variedades españolas viajaron por los países americanos y dieron a conocer su arte y su cultura especialmente en Cuba, el Caribe, Venezuela y México.
Los libretos de las zarzuelas son a veces escritos en verso, aunque generalmente no lo son, y muchas veces el autor depende de la habilidad e intuición del intérprete para presentar el carácter; de lo que es típico "la morcilla", o sea la introducción de un chiste de época en la trama, que si bien provoca en general la hilaridad del público, no siempre es de buen gusto ni aceptado por los académicos.
Gonzalo Roig |
Puede decirse que la influencia de la música española en Cuba fue mucho mayor que en el resto de Hispanoamérica, motivada por el fuerte vínculo cultural con la Metrópoli cuya influencia se ha mantenido a través del presente siglo. Por otro lado, el africano trajo e introdujo sus ritmos y surgió una música autóctona formada por la amalgama de los distintos origines, además los franceses emigrados de Haití, hicieron también su aporte especialmente en la región Oriental de la Isla.
Ya por el año 1792 se estrenaron algunas zarzuelas en Cuba. Raro fue el año en que La Habana, durante el pasado siglo no tuvo una temporada teatral o músico teatral. En 1891 La Habana ya tenía dos teatros líricos, el Tacón y el Payret, dos de zarzuelas, el Albizu (para los peninsulares) y el Alhambra (frecuentado por los criollos) y el de Irijoa (después de Martí) con distintas variedades.
Quizás un obstáculo para el desarrollo de la zarzuela autóctona en Cuba ha sido la escasa producción de voces líricas, especialmente masculinas. Son pocos los nombres de tenores, barítonos y bajos del patio que descollaran en Cuba. Aunque muchas compañías líricas nos visitaban, los cantantes, en su mayoría italianos, preferían cantar en su idioma vernáculo, además de traer ya su propio repertorio. En 1928 se inauguró el teatro Auditorium que fue sede de Pro-Arte Musical, institución ejemplar gracias a la cual muchos artistas de fama mundial hicieron presentaciones en Cuba.
Entre los años 1 920 y 1 930 proliferan los Conservatorios de Música como el Hubert de Blank, Beniamín Orbón, Peyrellade, Conservatorio Municipal "Félix Alpizar" y surgen academias de canto como la de Lalo, Mariano Meléndez, Rafael Jardines, la de la yugoeslava Mariana de Gonich y otras.
El público cubano se aficionó a la zarzuela y se popularizaron las tonadas de "Los Gavilanes","Luisa Fernanda" y otras. En los años finales del 20 y en los años 30 florece el teatro lírico-cubano y entran en la historia de Cuba, los compositores Gonzalo Roig, Ernesto Lecuona, Rodrigo Prats y Luis Casas Romero quienes compusieron bellísimas melodías del rango operístico. Se populariza la radio, divulgando la música de zarzuela al nuevo público.
Ernesto Lecuona, es el iniciador de la época más importante del teatro lírico en La Habana y del estilo costumbrista en sus zarzuelas. Cantantes valiosos que contribuyeron con sus bellas voces a popularizar las arias de las zarzuelas cubanas en boga, entre ellos: Rosario García Orellana, Hortensia Coalla, Maruja González, Rita Montaner, Esther Borja, Zoraida Marrero, Miguel de Grandy, Rosita Fornés, América Crespo y otros. Se dan a conocer nuevos cantantes líricos y otros contínuan en primer plano: Emma Kramer, Alba Marina, Ana M. Martínez Casado, Armando Pico, Martha Pérez, Manuel Alvarez Mera, y otros.
Pro-Arte Musical hizo mucho por la cultura musical. Gracias a esta institución ejemplar los cubanos pudimos conocer y escuchar personalmente a los más grandes divos, músicos y artistas famosos. Su última función fue el 23 de septiembre de 1967 con un programa de canciones cubanas en el antiguo Lyceum and Lawn Tennis Club. El Teatro Auditorium, su sede por muchos años, había sido confiscado por el gobierno castrista.
En el exilio son incontables los esfuerzos que se han hecho para mantener y divulgar nuestra rica musical lírica (unas de las más fértiles de América). Otros esfuerzos encomiables se han realizado en el Town Hall de Nueva York, en el Teatro Park de Union City, en la iglesia San Rocco de North Bergen y en la iglesia San Agustín por la Compañía Lírico Musical.
Y hay que pensar que hay en Cuba buenos músicos, artistas y cantantes los que confrontan dificultades de toda índole y esperamos en un no lejano día que la zarzuela resurja en Cuba (ya libre el país), porque el alma artística del cubano está allí, inviolada, y comenzar una nueva etapa de creación que incluya el placer de escuchar buena música y buenas interpretaciones por artistas del patio.
(Conferencia en el CCP Capítulo de New Jersey.XII Reunión de Primavera, sábado 27 de abril de 1996.En la foto el conferenciante, sentados Dres.Elio Alba Buffil y Esther Grey de Alba. Conferencia Extractada)
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