Miguel
de Varona Navarro (†)
Hace ya mucho tiempo que el nombre
de Francisco Villaespesa figura en la despiadada lista de los poetas
marginados. Con Razón o sin ella, este excelente representante de la poesía hispánica
ha permanecido casi totalmente olvidado. Puede consolarnos a nosotros, asiduos
lectores de sus poemas, que sobre
muchísimos escritores contemporáneos de él. Que dieron lustre a las letras
castellanas, pesa también un largo e inmerecido silencio. A juicio de diversos
críticos y preceptistas, estudiosos de la poesía del bardo almeriense, el
olvido a que han sido relegados sus libros
poéticos se debe tanto al contenido intrascendente como a “una excesiva tendencia a la
improvisación”, amén de las “múltiples y dispares influencias” que de otros
poetas muestra en su obra el lírico de “El mirador de Lindaraxa”. Y con
respecto a estas influencias , es indubitable la gravitación que sobre la
creación poética de Villaespesa tuvieron José Zorrilla y Salvador Rueda, el
nicaragüense Rubén Darío, el italiano espectacular Gabriel D’Annuncio y los
lusitanos Eugenio de Castro y Antonio Nobre.
De 1900 a 1905 nuestro poeta fue el
primer lírico del modernismo movimiento renovador que abandonó, permaneciendo
siempre, pese a todos los defectos apuntados en su poesía, como magnífico vate,
romántico apasionado de lo antiguo, de las tradiciones y leyendas orientales,
insigne cantor de la España arábiga y de los gloriosos fastos del imperio
español.
“Para mí –palabras de Villaespesa-,
la poesía ha sido bien que una disciplina clásica, un desahogo romántico. He
amado sobre todas las cosas a la Naturaleza, y he procurado cantarla
incisamente. El Amor, la Muerte y la Patria so también temas fundamentales de
mi poesía. Creo en ella como una realidad que existe en sí misma, y en el poeta
como artista natural inconfundible con el literato. En cuanto a la rima, la he
sentido y empleado, no como una obligación, sino como el fruto de una
inclinación del sentimiento. El poeta es siempre libre para usarla o prescindir
de ella, para manejar el verso con plena libertad.”
Al cumplirse 136 años de su
nacimiento –nació en Laujar, Almería, en 1877-, hemos querido con estas líneas
rendir homenaje a Francisco Villaespesa, preclaro español, autor de poemarios
tan bellos como ”Intimidades”, “Flores de almendro”, “Las horas que pasan”,
“Canciones del camino”, y “El mirador de Lindaraxa”, etc.
Producto de su labor dramática son:
“El Alcázar de las perlas”, “Doña María de Padilla”, “La leona de Castilla”,
“Ahenhumeya”, “El rey Galaor”, “Judith”, “La maja de Goya”, “Bolívar”, loables
modelos de teatro poético con versos de rotundo acento. ¡Gloria al Poeta!.
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