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martes, 15 de abril de 2014

Ante el 250º aniversario del establecimiento del Servicio de Correos en Cuba


Roberto Soto Santana, de la Academia de la Historia de Cuba

Antonio Xavier Pérez y López escribió en 1794 -en su obra “Teatro de la legislación Universal de España e Indias”, Imprenta de Antonio Espinoza, tomo I, págs. 338 y 339- que “el correo en lo antiguo estaba a cargo de algunos particulares,  llamándose Correo Mayor aquel que siendo dueño de las Postas corría a su cuidado la prevención de todo lo necesario, y el exacto cumplimiento de la conducción y entrega de las cartas y pliegos. Posteriormente, los Reyes daban los títulos de Correos mayores, providenciaban sobre el gobierno de las Postas y exigían algunos derechos de ellas. Últimamente en el año 1706 se incorporó a la Corona todo lo perteneciente a Correos y Postas de España: y en el Reynado del Señor Don Carlos Tercero los de América, a cuyo tiempo se formaron los reglamentos que hoy rigen”.
En cédula de 26 de agosto de 1764 se decía que la ausencia de correspondencia regular entre España e Indias “ha ocasionado en todos tiempos retardación en el cumplimiento de mis Reales Órdenes…trascendiendo este mismo perjuicio a mis Vasallos ultra-marinos…de que resulta que el Comercio de unos y otros Dominios no puede tener curso constante, ni que los propietarios de España saber el estado de sus mercaderías, confiadas a sus Comisionistas, y Factores; viéndose en la precisión de pasar por la ley que estos les imponen, y que el giro de Letras se hace del todo impracticable en el sistema presente entre estos, y aquellos naturales; viéndose muchas veces obligados a valerse de las Colonias Extranjeras, para suplir la falta de estas noticias, y auxilios”.
Por Real Decreto de 6 de agosto de 1764, se dispuso que cada mes saliera del  puerto de Coruña un paquebote hacia el puerto de San Cristóbal de La Habana con toda la correspondencia de Indias, y que asimismo regresara de ahí con la americana. Este servicio quedaba incluido dentro de las competencias del marqués de Grimaldi, primer secretario de Estado y del Despacho y superintendente general de correos y postas de dentro y fuera del Reyno.
Los paquebotes dejaban la correspondencia destinada a Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba, en ese orden, antes de rendir travesía en el puerto de Veracruz, en la Nueva España. En La Habana también descargaban el correo dirigido a Tierra Firme y a Perú, para que el Administrador de Correos la remitiera a un puerto de la costa sur de la Isla –singularmente, Trinidad, “por considerarse en él embarcaciones y marinería que tienen tráfico continuo con Cartagena”- desde donde se reexpedía a sus respectivos lugares de destino, en barcos que operaban desde el puerto del Yayabo-.
La Isla de Cuba quedó así consagrada como el centro distribuidor de la correspondencia entre la Metrópoli y sus territorios de Ultramar en el Nuevo Mundo.
La primera emisión de sellos de Correos de la Isla de Cuba se realizó en cumplimiento de Real Decreto de 18 de diciembre de 1854 por el cual se disponía que toda la correspondencia pública se pagara mediante la fijación de sellos mandados imprimir al efecto, con antelación. Otro Real Decreto, de 15 de febrero de 1855, hacía obligatorio el previo franqueo de la correspondencia. Y el 20 de abril de 1855 se publicó en la Gaceta Oficial de la Colonia un Decreto del Gobernador General José Gutiérrez de la Concha (durante cuyo primer mando en la Isla se produjo el fusilamiento de Narciso López, y en cuya segunda tenencia de la Capitanía General de Cuba fueron ejecutados Francisco D’Estrampes Gómez y Ramón Pintó) por el que se ordenaba la primera emisión de sellos postales, que empezó a circular el 24 del mismo mes. De ahí que el 24 de abril se conmemore en Cuba como Día del Sello –desde que así lo ordenó el Decreto Presidencial de 16 de abril de 1957-, ya que fue la fecha del primer día de circulación del primer sello emitido.
Consistió la emisión en sellos de medio real (de color azul verde), de 1 real (de color verde), y de 2 reales (uno, de color carmín oscuro; el otro, de color rojo naranja).
El Capitán General de la Concha, atendiendo a que el 19 de noviembre de 1855 se celebraba el onomástico de la Reina Isabel II, hizo publicar en la Gaceta Oficial del día 15 del mismo mes la disposición por la cual se instauraba el Servicio de Correos Local o Interior, facultando al Administrador General de Correos para la prestación del servicio. Entretanto llegaban de España los sellos definitivos, los sellos existentes de dos reales se sobrecargaron con tipos de imprenta a tinta negra con la leyenda “Y ¼” –que significaba “Ynterior un cuarto de real fuerte”-.
Tras el inicio de la Guerra de los Diez Años, el gobierno de la República en Armas emitió un sello de 10 centavos, impreso por la American Bank Note Company, de los EE.UU., con autorización de la Junta Central Revolucionaria Cubana. Fue utilizado para franquear la correspondencia enviada desde la manigua, hasta que concluyó aquella Guerra, en 1878.



1 comentario:

  1. Muy inteesante este articulo sobre los sellos en Cuba. La verdad de que en esta pagina digital, se escribe cosas muy interesantes que uno desconoce.

    Herminia Quintero
    miami, Fla

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