Tomado del blog: Miraádose Adentro |
Medité un momento
una de esas noches huérfanas
con que a veces me contento.
En la noche bruma,
fue tan sólo un gesto
sin importancia ninguna,
pero a veces basta.
Subióseme a la garganta
un lamento iconoclasta
y aullando, lancé a la luna
toda mi pena y mi rabia.
una de esas noches huérfanas
con que a veces me contento.
En la noche bruma,
fue tan sólo un gesto
sin importancia ninguna,
pero a veces basta.
Subióseme a la garganta
un lamento iconoclasta
y aullando, lancé a la luna
toda mi pena y mi rabia.
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