René León,
de la Academia de la Historia de Cuba (Exilio)
”Morir a
manos del vencedor, o ser esclavo, tal fue la suerte común que cupo en
la antigüedad a los prisioneros de guerra” (1)José Antonio Saco, La
Historia de la
esclavitud, Ediciones Júcar, 1974, Madrid, España.
Algunos
historiadores creen que el origen de la esclavitud de la raza negra en el Nuevo
Mundo empezó con el Descubrimiento. Están equivocados, pues ya había negros
esclavos en Europa, pero su número nunca fue tan significativo. Al ser
descubierto el Nuevo Mundo, los Conquistadores no estaban acostumbrados a
trabajar la tierra, ni a buscar oro en las minas o ríos, ellos pensaban que la
población indígena podía suplir la mano de obra, pero lo que ellos hicieron fue
abrumarlos con tareas a las que no estaban acostumbrados.; la muerte, las
enfermedades y el suicidio los diezmaron. El padre Fray Bartolóme de las Casas, sin imaginarse las consecuencias,
recomendó traer esclavos negros al Nuevo Mundo. La Orden de Predicadores, que
se encontraba en La Española ,
en 1540 defendió a los indios y expuso al Rey la mejor manera de preservar a
los naturales; sus frailes decían: “…que como el trabajo de un negro era más
útil que el de cuatro indios, se tratase de llevar a La Española muchos negros de
Guinea”. (2), Saco, p.166.
Por lo
que vemos en los libros de estudios sobre la esclavitud, ha existido
prácticamente desde el inicio de las civilizaciones. José Antonio Saco dice :”
… Atendiendo el rey Don Fernando a la flaqueza de los indios para el trabajo de
las minas de la Española ,
mandó en 1510 que se empleasen en ellas negros esclavos, y al efecto encargó a
los Oficiales Reales de la Casa de Contratación de
Sevilla que enviasen inmediatamente cincuenta esclavos, y más adelante otros
hasta el número de doscientos, para que poco a poco se vendiesen en su real nombre a los vecinos de aquella
isla”. (3) Saco. p.166. Aquí vemos, por este ejemplo, la importancia del futuro
tráfico de esclavos que iba a dar
comienzo con los negros de Guinea, no nacidos en poder de cristianos en el Nuevo Mundo.
Antecedentes
Portugal contaba con dos grandes puertos en su costa: Oporto y Lisboa.
Pero no contaba con una marina organizada, y los reyes de la primera dinastía
miraban al mar como una fuerza para expandir su poderío naval. Pero les
faltaban los hombres experimentados y los barcos. En tiempos del Rey D. Diniz
se contrató al genovés Passana para que organizara su flota y preparara hombres
capaces para llevar a éxito su cometido. En el puerto de Oporto había un
comercio constante con Flandes y Francia. En los tiempos del Rey Alfonso IV se extendió la navegación
hacia las Canarias. Durante el reinado de D. Fernando el tráfico marítimo había
aumentado a 250 mil toneladas anuales. En sus puertos se podían encontrar
genoveses, lombardos, y vizcaínos. Los navíos iban y venían de Inglaterra e
Italia, llevando los productos agrícolas y trayendo mercancías. El Rey don
Fernando, por medio de sus consejeros, establece franquicia y abanderamiento;
se premia a los mejores constructores de navíos. Crea la inspección para evitar
averías; los navíos no solamente son preparados para el comercio, sino para, en
caso de guerra, ser utilizados contra los moros que eran los que se dedicaban
al saqueo en los mares de la
India. Así marchaba Portugal en el siglo XIV.
El
infante D. Enrique quería encontrar ese mundo desconocido del Preste Juan de
las Indias, de que tanto se hablaba, pero para ello necesitaba hombres que
supieran los secretos del arte de la navegación, y no sólo del Mediterráneo.
Hizo venir al cartógrafo Jaime de Mallorca, que según los cronistas era muy docto en el arte de navegar y
diseñar cartas marítimas.
Uno de
los primeros cambios que se hicieron se debió a que las “galeras” no servían,
por emplear remos, y con el uso de la artillería eran presa rápida. Se empiezan
a construir las “carabelas”, consideradas en aquellos tiempos “las gaviotas”
por su movilidad. Se contaba ya con el astrolabio y con la brújula.
Tras el
descubrimiento de la costa occidental de África, que abarca del 1420 al 1440,
con los años los navegantes van reconociendo nuevos mares y tierras. Son los
navegantes Antonio Gonzalez y Nunho Tristán quienes reconocen, en el río del
Oro, el puerto de Caballero, de donde traen a los primeros esclavos a Portugal.
El rey de Portugal apela al Papa Eugenio IV para que le conceda las bulas a
Portugal para el dominio de las nuevas tierras descubiertas .
El
infante D. Enrique y sus consejeros crean una compaña colonial y marítima, que
luego se formó en Lagos. Da comienzo a la trata de esclavos de la región
sudanesa. Se trajeron cientos de esclavos en los primeros viajes. En Lagos, el
Infante D. Enrique ve desembarcar a los esclavos y distribuye entre sus capitanes
a muchos de ellos. Las expediciones iban a dar comienzo. Se empiezan a
construir fortalezas y factorías para el trasiego de los esclavos. José Luciano
Franco dice: “Se instalan en Arguim, en la desembocadura de Senegal, Gorea,
Rufisque, Jol, Portugal, Saloum, Gambia, Casamance, en las islas Bissagos, en
el río Núñez, y desembocadura de los ríos de Sierra Leona y Gestos’. (4) José
Luciano Franco, Comercio clandestino de
esclavos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana , 1985, p.12.
El investigdor Gonzalo Aguirre Beltrán, en su libro sobre La población negra de México, D. F..,
1940, dice “…la trata del tráfico negrero había encementado los ladrillos de
cada una de sus casas con la sangre de los esclavos africanos”. (5) Aguirre
Beltrán se refiere a los palacetes de
Lisboa y Madrid.
Se construyen tres fuertes, el de Samá, la Mina y Axeon. André Duchase, Les Negriers en Le Trafic des Esclaves,
París, 1948, dice : “ Angola es un feudo portugués, con sus factorías, su trata
organizada, sus gobernadores, sus agentes. Al lado de sus cabañas, de sus
capillas católicas, construyeron fortines, el más antiguo en Samá desde 1526,
el más sólido en San Jorge de La
Mina , sobre esta Costa de Oro que deviene el centro de la
actividad esclavista.” (6)
Los negros esclavos siempre lucharon contra
la injusticia y la esclavitud, ellos amaban la libertad. Los primeros esclavos
que fueron traídos al Nuevo Mundo no fueron muchos, pero pronto, al verse la
necesidad del trabajo de ellos, se trajeron en grandes cantidades, en especial
a La Española ,
donde una nueva explotación iba a dar comienzo, la producción de azúcar, en los
primeros trapiches de caña. Saco dice: “Entre la producción del azúcar y el
comercio de esclavos negros hubo desde el principio tan estrecho enlace que
todo lo que ínfluía en aumentar o disminuir aquélla, daba en éste un resultado
equivalente.. No podía ser de otra manera, porque los negros fueron el brazo
poderoso, la palanca principal de los ingenios”. (7) p.174
Ya en La Española en 1518 había cuarenta ingenios, que
eran movidos unos por agua y otros por caballos, según Saco. Ahora veamos
cuándo fue la primera sublevación de negros esclavos en el Nuevo Mundo. Según
Saco, “ El 26 de diciembre de 1522 estalló allí la primera insurrección de
esclavos negros. Del ingenio del Almirante
Gobernador don Diego Colón huyeron veinte, los más de lengua jolofe; se
juntaron con igual número que los aguardaban en cierto lugar, y matando a
algunos españoles que estaban descuidados en el campo, pasaron a la villa de
Azua”. (8) p. 176. Fracasó su intento de liberarse de la esclavitud, pero ese
fracaso no mató su deseo de independencia.
En África eran comprados a otras tribus sus
esclavos, y les pagaban con mercancías sin valor, pero en especial con; piezas
de sarazas de algodón floreadas, de listado azul de algodón, pañuelos azules y
rojos de la India ,
taparrabos de algodón (que se conocían con el nombre de nicanes, tapsels, flotes), quitasoles de seda carmesí, gorros rojos y
azules, guineas de colores, pipas de fumar, fusiles, sables, cuchillos, cuentas
y objetos de vidrios, espejos, pólvora, piedra de chispa, navajas de afeitar,
aguardiente de caña, tabaco y caracolillos
de India, llamados cauris, que era moneda entre los negros. Esta
información aparece en (9) Archivo Nacional, Real Consulado y Junta de Fomento,
legajo 74, no. 2836.
Sobre los caracolitos
de la India , o
“cauris”, dice Juan Pérez de la
Riva :: “ Esta es la verdadera moneda (Trade-money) que
los africanos recibían por doquier con igual satisfacción”>(10) “Notas
sobre las monedas usadas en la costa de África durante el siglo XVIII”, Revista de la Biblioteca Nacional
José Martí, año IV, nos. 1-4, enero-diciembre, La Habana , 1962 .
De la Riva : Como es bien sabido el cauri (cowry, bouge) es un pequeño caracol
marino (Cyprae moneta) que abunda en las islas Maldivas y en otras del Océano
Îndico, pero que es totalmente desconocido en las playas africanas. El cauri fue llevado a la costa por los
primeros negreros portugueses, pero posiblemente ya los africanos lo conocían
gracias a los mercaderes musulmanes que desde tiempos remotos mantenían
relaciones con la costa de Malabar y el Océano Índico, para lo cual atravesaban
todo el continente”. (11)
En diciembre de 1498, una flota de ocho
carabelas, bajo el mando de Duarte Pacheco Pereira, llega a las costas
brasileñas, a la altura de los estados de Pará y Marrano, hecho que fue
mantenido en secreto a los españoles. Duarte Pacheco Pereira llegó dos años
antes que Cabral. Daba comienzo la historia del Brasil.
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