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miércoles, 1 de febrero de 2017

En román paladino




“Quiero fer una prosa en román paladino
en el qual suele el pueblo fablar a su vecino..."
 (S. Dom. 1)

            Cuando en el siglo XIII, surge el mester de clerecía,  erudito y cultivado por los clérigos así como por todo hombre culto y letrado,  poseedor de una educación latino-eclesiástica, éstos van paulatinamente dejando el latín,  e incorporan la lengua popular para acercar la cultura de sus bibliotecas al pueblo llano.
            El clérigo Gonzalo de Berceo, el más importante representante del mester de clerecía, civilizó el naciente idioma castellano creando la lengua literaria, para lo cual trasvasó numeroso vocabulario desde el latín (cultismos) y recurrió a fórmulas de la literatura oral tradicional.
            R. Menéndez Pidal, en su “Poesía juglaresca y orígenes de las literaturas románicas”, Madrid, 1957, escribe: "Berceo, aunque clérigo, confiesa que no es bastante letrado para escribir la lengua de los doctos; sólo sabe algo de latín para entenderlo, y quiere entonces servir de intermediario entre la ciencia de los clérigos y la ignorancia del vulgo...
            El público para quien Berceo escribe es, en esencia, el mismo para quien cantan los juglares..El clérigo piensa siempre en el público iletrado para quien escribe...' 'Berceo no se aparta desdeñoso de la juglaría; colabora para enriquecer el repertorio de los juglares, que son los habituales propagadores de toda la literatura”.
            Más abajo,  R.M.P. afirma que los clérigos pretenden reemplazar la temática de los juglares por otra que estiman de mayor dignidad y elevación, aunque siempre destinada a la recitación pública.
            Sentadas, pues, las premisas anteriores, cabe asegurar que, en literatura, no es en absoluto necesario recurrir a culteranismos ni eufemismos para crear belleza porque la verdadera belleza de la palabra radica en la sinceridad y se perfecciona en la habilidad del autor para engarzarla ricamente lo mismo que el orfebre realza la luz de la gema con una talla apropiada.
            Esto hemos querido aportar los autores que aquí participamos. Si lo hemos logrado has de determinarlo tú, lector. Tú eres el Jurado.

Eliana Onetti
Presidenta


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