Trinidad |
Por René León
Trinidad
está llena de historias, leyendas y recuerdos de los años, unos felices y otros
tristes. También en ella encontramos las ansias de los cubanos de libertad del
colonialismo español. Una de esas historias en La Expedición de los trece. Sobre ella diferentes historias, se han
escrito, pero la que se refiere a la zona de Trinidad, es la que voy a contar
hoy.
Pues sí señor:
Corría el
año de 1826. Era el 4 de marzo. Bolívar deseaba ayudar a Cuba en su liberación
del colonialismo español. Como comisionados de él había encomendado a los
Coroneles colombianos Juan de Betancourt y Juan José de Salas, para con
revolucionarios cubanos, estudiar las posibilidades de un desembarco en las
costas cubanas. Para hacerle más fácil el desembarco a las tropas que irían al
mando del General Páez. Llegaron a Jamaica y se reunieron con el Dr. Alonso
Betancourt y su hermano Fernando, el Dr. Francisco Deza, Santiago Zambrano. El
inglés Dolphy capitán de la balandra “Margaret”, cinco marineros ingleses y el
indio peruano Francisco. Salieron de la bahía de Montego Bay.
Se
dirigieron hacia las costas cubanas, e hicieron escala en el área de
Manzanillo, al saber que había tropas españolas, se dirigieron hacia las costas
trinitarias en busca de un lugar apropiado para desembarcar y hacer contacto
con los cubanos revolucionarios. Trinidad era conocida como un foco
revolucionario. El 29 o 30 de marzo de 1826 llegaron a la entrada del río Agabama.
El Coronel
Betancourt envió mensaje a José A. Iznaga y Pedro Sánchez entra
en Trinidad. El portador de las
cartas fue Alonso Betancourt. Se entrevista con Sánchez, por no estar Iznaga en
Trinidad, que se encontraba en su ingenio San
José de Abajo. Con todos los inconvenientes, le manda un mensaje a Iznaga
de verse en la boca del río Agabama.
El grupo
formado por el Coronel Salas, Alonso, Dolphy y dos marineros se dirigen al
lugar indicado en un bote que tenían escondido, en busca de caballos para ir al ingenio de Iznaga. Pero esta vez
la suerte les fallo y fueron
sorprendidos por soldados españoles. Los revolucionarios inventaron una
historia al oficial español de que habían sido apresados por un corsario cuando
iban para Trinidad, y abandonados en un cayo. El oficial creyó la historia y
dejo ir Betancourt. Que más tarde se entrevistaría con Iznaga. El resto de los
expedicionarios se dirigieron dónde estaba fondeada La
Margaret, donde emprendieron su salida de Cuba, Pero la suerte esta vez les
fallo. Al ser apresados.
Era Capitán
General de Cuba, Vives. Ordeno celebrar un juicio para los expedicionarios,
siendo encontrados culpables Por la Comisión Militar Permanente, que en ese
momento el Fiscal lo fue el cubano Don José Ildefonso Suárez. La Comisión
condeno a la pena de morir en la horca: Coronel Juan José Salas, Coronel Juan
D. Betancourt, Dr. Alonso Betancourt, Capitán Dolphy, Santiago Zambrano. Los otros marineros fueron
condenados.
Las
autoridades españolas supieron de la llegada de los emisarios colombianos por los informantes que siempre se encontraba
en las ciudades, que odiaban las ansias de libertad de los cubanos.
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