Dr. Salvador Larrúa-Guedes
Un poco de historia
El Relicario de los Tres Reyes Magos, en alemán Dreikönigsschrein, es una gran caja primorosamente
decorada donde reposan los huesos de los famosos personajes. Es un gran sarcófago triple, dorado y
ricamente decorado, colocado encima y detrás del altar mayor de Catedral de Colonia, y se ilumina con
preciosos candeleros de bronce. Se considera el punto culminante del arte Mosano1 y es el relicario más
grande del mundo occidental.
Santa Elena y las primeras reliquias del cristianismo
Fue largo el camino de las reliquias antes de llegar a su actual hogar. Todo comenzó en el año 300 D.C.
cuando la emperatriz Elena, madre del emperador romano Constantino, quiso rescatar las reliquias de la
cristiandad y viajó a Tierra Santa para buscar la Cruz de Cristo, la llamada Vera Cruz, y los restos de los
Reyes Magos. Buscando la cruz, demolió el templo que los romanos habían erigido a Venus en el monte
Calvario y ordenó excavar en el sitio de la crucifixión, hasta que se encontraron los maderos de tres cruces,
y se identificó la del medio como la de Cristo, crucificado entre dos ladrones. Para recordar el trascendental
acontecimiento, Elena mandó construir allí la Iglesia del Santo Sepulcro, y otra en el monte de los Olivos.
Elena regresó de Jerusalén en el año 327 llevándose la Vera-Cruz y numerosas reliquias de los primeros
años del cristianismo que se guardaron en la capilla privada del palacio y que se conservan en la Basílica
Romana de la Santa Cruz en Jerusalén, donde fueron llevadas las reliquias mucho después. Los clavos de
la Cruz, que también fueron encontrados, fueron agregados por disposición de Elena al casco de su hijo, el
emperador Constantino, y el otro en la brida de su caballo, para que lo protegieran durante las batallas.
Los restos mortales de los Reyes Magos
Mientras se realizaban excavaciones buscando la Vera – Cruz, Elena envió comisionados a las regiones de
Oriente donde supuestamente vivieron los Santos Reyes. Comparando testimonios y tradiciones de Persia,
Arabia, Saba y Armenia, y la profecía de Isaías, se concluyó que los reyes venían todos de Sabá, o sea, de
Arabia: Te inundará una multitud de camellos, de dromedarios de Medián y de Efá. Vienen todos de Sabá,
trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor (Is 60, 6), como predijo el profeta.
No se conocen los hechos de los Magos después de su visita al Niño Jesús, y se supone que vivieron en paz
en sus tierras. Según la tradición de los Padres de la Iglesia, los Reyes reaparecen en escena con la muerte
y resurrección de Jesucristo. Después de la Resurrección, Santo Tomás Apóstol se encontró con ellos en
Sabá, donde fueron bautizados y consagrados como obispos. Veintiún años después, en el 54 d.C., con
pocos días de diferencia, murieron los Tres Reyes, después de celebrar juntos la Navidad según su
costumbre, recordando la llegada del Hijo de Dios al mundo.
En el santoral de Colonia se encuentra una nota necrológica que concuerda con este relato mostrando que
la religiosidad popular los conoció a través de las tradiciones, aunque el Evangelio deja de mencionarlos
después de su adoración al Niño de Belén: Habiendo sufrido muchos juicios y fatigas por el evangelio, los
tres sabios se encontraron en Sevá (Sebaste, en Armenia) el año 54 d. C. para celebrar la fiesta de Navidad.
Poco después de la celebración de la misa, murieron: San Melchor, el 1 de enero, a la edad de ciento (1 El arte mosano es un arte cristiano medieval que floreció en el valle del río Mouse en vigor durante los siglos XI, XII y XIII. La
región mosana corresponde a las fronteras de la antigua diócesis de Lieja, que se situaría en la actual Bélgica, más concretamente
en una gran parte de Valonia, no es sin embargo todo este espacio y rebosa por otros lugares (en Flandes, Francia y Holanda).
dieciséis años; San Baltasar, el 6 de enero, a la edad de ciento doce años, y san Gaspar, el 11 de enero, a
la edad de ciento nueve años2) Se sabe que los agentes enviados por la emperatriz Elena localizaron en Sabá los cadáveres de los Reyes.
Saba era el territorio de Makeda3
, la famosa reina que visitó al rey Salomón. La situación geográfica exacta
y la extensión real del reino se desconocen, y se cree que abarcaba parte del Cuerno de África y parte de la
península Arábiga. Estudios posteriores de los que dio cuenta Su Santidad Benedicto XVI nos dicen que
los Reyes, o Magos, representaban a todos los hombres buscadores de Dios en todos los tiempos y de todos
los lugares del mundo hasta entonces conocido, y cuyo límite occidental era Tartessos, en la península
ibérica. Benedicto XVI se refiere a este límite del mundo en el siglo I a. C, “los Magos son de Oriente pero
que en esa inquietud por buscar a Dios están representados los hombres buscadores de Dios de todos los
lugares y de todos los tiempos”.
Sobre los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, las referencias nos llevan al siglo V a través de dos
textos, Excerpta latina bárbari, en el que son llamados Melichior, Gathaspa y Bithisarea. y en un evangelio
apócrifo, el Evangelio armenio de la infancia, donde los llaman Balthazar, Melkon y Gaspard, con una
fonética parecida y semejante a la de los nombres de los tres personajes en la tradición siria.
Las reliquias de los Tres Reyes: de Roma a Milán, a Constantinopla, Milán y Colonia
Los restos de los Reyes fueron conservados en Roma por la familia imperial. En el año 344 se entregaron
a San Eustorgio4
, obispo de Milán, y a la caída del Imperio de Occidente se trasladaron a Constantinopla.
Los cruzados que tomaron Constantinopla en 1200, las devolvieron a Milán por ser peligroso que siguieran
en la ciudad, que estaba en peligro constante.
Con el tiempo, las reliquias de los Magos fueron traídas de Italia por el emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico Federico Barbarroja, quien en 1164 asaltó y tomó Milán, se apropió de los sarcófagos
con los restos de los Reyes Magos, que entregó al Arzobispo de Colonia, Reinaldo de Dassel. Desde
entonces las reliquias atrajeron una corriente constante de peregrinos a Colonia: En los días de Felipe de
Heinsberg fue construido el relicario de los tres magos. Esto me fue confirmado por algunos testigos
oculares que estaban presentes cuando los tres magos fueron puestos en el relicario 5.
La Catedral de Colonia y el Relicario de los Santos Reyes
En 1248, cuando Federico Barbarroja gobernaba el Sacro Imperio Romano, comenzó la construcción de
una catedral para albergar los restos, la Catedral de Colonia, construida sobre ruinas de templos más
antiguos, que datan de la época romana. Hoy, dicha catedral, cuya construcción duró más de seis siglos, es
uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Un detalle particular y original es que su
torre no está rematada por una cruz, sino por una estrella, la Estrella de Belén que iluminó la ruta y guió a
los Santos Reyes, y es la única Iglesia del Mundo coronada por una Estrella... tanto los peregrinos (2 Nota necrológica en la Santa Iglesia Catedral de Colonia.
3 Makeda, según el nombre etíope, gobernaba el reino de Saba, que se extendía en los actuales territorios de Etiopía y Yemen. En la tradición árabe
se la denomina Bilki, o Balki.
4 San Eustorgio I fue un prelado italiano del siglo IV (344 - 349). Fue obispo de Milán y uno de los más ilustres por su ciencia y virtudes que han
ocupado dicha diócesis.
Acérrimo partidario dela inmunidad e inviolabilidad de la Iglesia, defendió tenazmente sus derechos, aumentó considerablemente sus bienes y dotó
y enriqueció a su catedral con ricas dádivas. Difundió con ardiente celo la doctrina de Cristo, celo que no pudieron mitigar sus padecimientos por
causa de enfermedades ni el peso de sus años. Tomó parte en varios concilios y publicó varios tratados contra los herejes de su época. La Iglesia lo
conmemora el 18 de septiembre.
5 Cf. Vita Estorgii (Estorgius). latin original: "Temporibus domini Philippi episcopi, qui successit Reinoldo, fabricata est eis capsa... sicut nobis
narraverunt qui presentes erant eorum translatoni... " Floss, Dreikoenigenbuch, 1864, page 116-122) medievales, como los turistas en la actualidad, se asombraban ante las dimensiones y los decorados de la
iglesia. Las torres se elevan 157 metros por encima de la ciudad, sus puertas de bronce son colosales, y su
longitud es de 144 metros por 45 de ancho y 43 de altura, y es una de las iglesias más grandes del Mundo.
Además de los datos arquitectónicos de la colosal catedral, segunda de Europa en tamaño y que sólo cede
en dimensiones a la Catedral de Sevilla, el Relicario de los Reyes Magos es muy importante. Situado detrás
del altar mayor, es una pieza de orfebrería medieval en oro macizo decorada con personajes bíblicos. El
relicario o urna en forma de basílica tiene grandes proporciones: 2.20 por 1.10 metros, de oro fino,
incrustado con esmaltes y joyas de inmenso valor. Fue realizado por el mejor artista francés de la época,
Nicolás Verdún, hace 800 años. Tiene esculturas de oro de los profetas y apóstoles, y escenas de la vida
de Cristo. La confección se prolongó hasta el año 1225. Dentro reposan los cráneos de Melchor, Gaspar y
Baltasar, en tres cajas forradas de terciopelo y brocado, y los huesos están al lado de los cráneos: alrededor
de 1199, el emperador Otón IV entregó tres coronas áureas para los reyes magos como donación a la iglesia
de Colonia: Otto rex coloniensis curiam celebrans tres coronam auro capitibus trium magorum imposuit;
MGSS 17, 292.
Por la importancia del relicario y la catedral para el desarrollo de la ciudad, el escudo de Colonia ostenta
las tres coronas que simbolizan a los Reyes. El 20 de julio de 1864, el relicario se abrió para examinar los
restos. El informe de un testigo ocular nos cuenta: En un compartimiento especial del relicario que ahora
se ve –junto con lo que queda de antiguas, viejas y podridas vendas, probablemente de biso6
, y con restos
de resinas aromáticas y sustancias semejantes – numerosos huesos de tres personas, que bajo la guía de
varios expertos presentes se podrían reunir en cuerpos casi completos: el uno en su juventud temprana, el
segundo en su virilidad temprana, el tercero se envejeció más bien. Dos monedas, bracteates7
argentinos
sólo acuñados por una cara, acompañaban lo anterior; uno, probablemente de los días de Philipps Von
Heinsberg, demostró una iglesia8
, el otro mostró una cruz, acompañado de la espada de la jurisdicción, y
del báculo (la cuerva del obispo), a ambos lados 9
Los huesos se envolvieron en seda blanca y fueron colocados de nuevo en el relicario.
Descripción del Relicario
Dentro del relicario los sarcófagos están superpuestos, tomando la forma de una basílica: dos sarcófagos
descansan pegados el uno al otro, y el tercero descansa sobre los otros dos. Los laterales están
completamente cubiertos, y no hay espacio visible entre los sarcófagos. La estructura básica es de madera,
recubierta de oro y decorada con filigranas, esmalte, y unas 1000 piedras preciosas. Estas últimas incluyen
muchos camafeos y piezas grabadas, algunas de la época pre-cristiana. En total, se pueden admirar en su (6 Biso o byssus, deriva del hebreo būṣ 'lino fino,' arameo bus, griego βίσσος – 'un lino amarillento muy fino y el tejido obtendio de él', latín byssus
– algodón. El biso es un tipo de seda natural marina obtenida de un filamento que segregan ciertos moluscos cuya elaboración se desarrollaba en el
área mediterránea. Del biso se obtenían preciados y costosísimos tejidos con los que se confeccionan las ropas de los personajes importantes.
Asimismo el biso tenía propiedades terapéuticas bien conocidas por los pescadores, gracias a sus potentes propiedades hemostáticas era usado para
la curación de las heridas que los pescadores frecuentemente sufrían con los aparejos para la pesca.
7 Un bracteato (del latín bractea, pieza fina de metal) es un tipo de medalla generalmente de oro que se llevaba como ornamento en la Europa del
Norte en la edad del hierro germánica, principalmente durante la época de las invasiones bárbaras (incluida la era de Vendel en Suecia). El término
se usó también posteriormente para denominar a unas monedas de plata que se fabricaron en Europa central en la primera mitad de la edad media.
8 Así como la moneda de Philipp en Hartzheim, coloniensis de nummariae de rei de historia Pospone 3 No. 14, 16, (1754) 3
, todavía sin su
circunscripción; el otro (la moneda) está en la forma cuadrada, mostrado en el centro una cruz, acompañado de la espada de la jurisdicción, y del
báculo (la cuerva de obispo) a ambos lados, también sin trascripción, la mayoría del ciertamente no es más joven y puede ser asumido para resultar
quizás ser una moneda por Rainald [de Dassel]."
9 Hartzheim, Josephus, Historia Rei Nummariæ Coloniensis, Et Dissertationes De Eadem: Pars prima, De Nummis Archiepiscoporum
Coloniensium, Pars Secunda, De Nummis Ducum Juliacensium & Montensium, & Agnatorum Genti Juliacensi, Pars Tertia. De Nummis Civitatis
Coloniensis, 1754) superficie 74 figuras en bajorrelieve, sin contar figuras más pequeñas, en los relieves del fondo. En los
costados, imágenes de profetas decoran la parte inferior, y las de los apóstoles y evangelistas, la superior.
Al fondo, de izquierda a derecha, se ven las imágenes de la Adoración de los Magos, María entronizada
con el niño Jesús, el Bautismo de Cristo, y arriba, la de Cristo en el Juicio Final. El otro extremo muestra
escenas de la Pasión: El Martirio de Cristo y la Crucifixión aparecen abajo a la izquierda, con Cristo
resucitado arriba. Este extremo tiene asimismo un busto de Rainald de Dassel10 en el centro.
Un suceso extraordinario el 30 de Mayo de 1942
En la noche del 30 de mayo de 1942, por instrucciones de Sir Winston Churchill, 1064 bombarderos
ingleses11 dejaron caer dos millones de kilogramos de explosivos y fósforo incendiario sobre la ciudad de
Colonia. Según el relato del general Arthur Harris, a cargo de la expedición, y del jefe de la RAF, Mariscal
Sir Charles Portal, el objetivo era destruir la Catedral de Colonia, la más grande y hermosa Iglesia gótica
de Europa, para anonadar a los alemanes al propinarles un golpe tan duro, y darles a entender que los aliados
estaban dispuestos a borrarlos del mapa. Se conserva el diálogo del general antes del bombardeo:
-El objetivo central que nos ha sido asignado es el punto más sobresaliente de Colonia: una iglesia. Esta
iglesia está muy cerca de la estación principal y tiene dos agujas apuntando al cielo. Será muy fácil
reconocerla.
-¿Es sobre esa iglesia donde hay que soltar las bombas? –pregunta alguien que sabe perfectamente que
dicha iglesia no es otra que la mundialmente famosa catedral de Colonia.
-Sí. La iglesia es el objetivo que hay que alcanzar. ¡Tenemos la misión de que el fuego de nuestras bombas
destruya y prenda en el mismo centro de la parte vieja de la ciudad está justamente en torno de esa iglesia
¡Si los alemanes pretenden proteger su iglesia, que no hubieran declarado la guerra!
Esa noche espantosa se desataron cientos de incendios, hubo miles de muertos y heridos, desaparecieron
3,000 locales comerciales, y en la espantosa pira ardieron 41 mil viviendas. El humo alcanzó 7 kilómetros
de alto, pero la estructura de la Catedral de Colonia, en el centro de la ciudad, no sufrió daños, aunque las
vibraciones de la explosión de las bombas destruyeron parte de los magníficos vitrales, pues la mayoría
habían sido retirados previendo un ataque aéreo. De todas formas, nunca nadie imaginó un ataque tan
violento, el mayor de toda la II Guerra Mundial con explosivos convencionales. El famoso Relicario de los
Reyes Magos, que guarda la reliquia de los primeros personajes que se presentaron ante el Niño Jesús para
venerar al Rey del Universo que según las antiguas profecías había acababa de nacer, quedó ileso... poco
después se realizó la procesión del Corpus Christi, y los católicos de todos los rincones de la ciudad se
juntaron en el centro, con el Cardenal Michael von Faulhaber, ante la Catedral inmensa que seguía en pie,
arrogante en la plenitud de su belleza mientras que la antiquísima “Campana de los Tres Reyes”, inmensa
pieza de bronce de 38 toneladas de peso, la mayor de Europa, doblaba sin cesar anunciando que la Catedral,
y en ella el Relicario de los Santos Reyes, seguían existiendo, intactos, para la mayor gloria de Dios.
Dr. Salvador Larrúa-Guedes
Miami, 21 de enero, 2013
(10 Arzobispo de Colonia (1159-1167). En 1167, llevó de Milán a Colonia los restos mortales de los Reyes magos
11 1064 aviones: 708 Wellington, Whitley y Hampden y 356 Stirling, Halifax, Manchester y Lancaster.Casi todas eran bombas incendiarias de
termita de 100 kg., y 1012 tripulaciones declararon haber bombardeado Colonia. Al amanecer, cuatro Mosquitos B.Mk IV fueron mandados en
misión de reconocimiento fotográfico, hallando que el humo subía hasta los 7000m.La ciudad ardía.)
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