Loma de Principe |
Publicado: 2012.11.08 - 23:43:37 / web@renciclopedia.icrt.cu / Juan Blas Rodríguez
Aunque los cubanos de la región oriental, santiagueros, holguineros bayameses, etc. se enorgullecen de tener en su geografía gran cantidad de lomas, las más hermosas y famosas del país, los capitalinos también tenemos lo nuestro, aunque más discretos en cantidad, tamaños y fama, pero eso sí, todas las tenemos en la misma capital. Y con la sencillez acostumbrada les digo que nuestras lomas no son muchas, ni tan grandes, ni tan hermosas, pero son nuestras lomas. Lean, lean.
-La loma del Mazo. Se encuentra en la Víbora, y jugo un papel importante durante la toma de La Habana por los ingleses.
-La loma de Luz, de Joaquín o de Chaple. Se encuentra en el barrio de Jesús del Monte. Sus dos primeros nombres se deben a Joaquín de la Luz y el último a Don Eduardo Chaple, que fue su urbanizador.
-La loma de Soto, de Manuel González y de Atarés. Por su altura y ubicación, en ella se construyó el histórico Casillo de Atarés.
-Loma de Ánimas, antiguamente llamada El Cristo de Ánimas, al pie de la Calzada de la Infanta. En ese lugar se construyó el antiguo leprosorio de San Lázaro.
-Loma de los Reguladores, de los Jesuitas y de Monserrate. En ella se construyó la ermita de la virgen de Monserrate, el pueblo la llamó la ermita de los Catalanes. En este lugar se encuentra hoy la Plaza de la Revolución. Creo que no se requieren más datos sobre su ubicación.
-Loma de Pedroso o Arostegui. En ese lugar se encuentra la Universidad de La Habana. Tradicionalmente también se le ha nombrado la Colina Universitaria. Jamás soñó una loma ser un centro de tan alta cultura, y alto espíritu combativo, siendo tan pequeña su elevación geográfica.
-La loma del castillo del Príncipe. Fortaleza colonial. Fue prisión de presos comunes y revolucionarios durante la dictadura de Fulgencio Batista. Es la más alta colina de la capital, llamada así en honor del príncipe Carlos, hijo del rey Carlos III, ilustre monarca español.
-La loma del Paredón: Se le puede encontrar en la Ave. de 10 de octubre y Mangos, a cuatro pasos de la famosa esquina de Toyo.
-La amorosa loma del Ángel, se llamó también, Cayaguanayo, loma del Cayo o Peña Pobre, donde por las tardes se paseaba una linda mulata llamada Cecilia Valdés, según Cirilo Villaverde, aunque el pescador Manuel García Juantorena, me asegura que ha visto esa mulata muchas veces, pero que utiliza otros nombres, y se disfraza con un jeans tan apretado que hasta el ombligo se le ve.
-La loma del Burro. Se encuentra en los límites entre Lawton y Luyanó, a dos pasos del castillo de Atarés. Este burro, que asegura el señor Juan Ignacio que cuando él era niño le daba hierva de comer, se une en popularidad con el burro Perico, de Santa Clara, el de Bainoa, que todos los inviernos pasa tremendos fríos, el burro cervecero de Mayabe, en Holguín, y la histórica Expedición de los Burros, que llegó cargada de armas para los mambises, y un arrea de mulos para llevar la pesada carga hasta el campamento de los mambises, los que se alegraron mucho, no solo por las armas recibidas, sino por los mulos cuya carne sirvió para mitigar el hambre de las fuerzas insurrectas. Mulos de doble propósito, le llamaríamos hoy.
Loma de Angel |
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