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sábado, 1 de julio de 2017

RETORNO AL PASADO


 

RECUERDOS DEL AYER: TRINIDAD / CASILDA

René León

Sobre el autor: Dr. Rowland J. Bosch

Introducción: René León

Editado por CreateSpace, Amazon, págs. 104. Great Britain, 2017

 

 

Carlos Benítez Villodres  

Málaga (España)



René León, además de ser un insigne escritor, poeta, ensayista, periodista, editor, es un excelente historiador. En la introducción del presente libro, el autor nos manifiesta que, aunque nació en La Habana, “parte de mi niñez y juventud la pasé en el puerto de Casilda, provincia de Las Viñas”. En los años que vivió en este pueblo, su vida transcurrió felizmente. Asimismo, el escritor nos refiere que los personajes que protagonizan esta historia son reales, así como las evocaciones que vierte en las páginas de este libro sobre sus propias experiencias de infancia y juventud. Por consiguiente, esta obra la escribió René León en homenaje al pueblo de Casilda.
“Recuerdos del ayer: Trinidad / Casilda” es un libro de vivencias y rememoraciones, es decir, de memorias, tanto positivas como negativas de esos primeros años de la vida de nuestro autor y de la época en la que se desarrollaron estas dos fases de su vida. “¿Debe afligirme, se cuestiona Emanuel Geibel, una hermosa felicidad porque huyó rápidamente?”. Y él mismo se responde: “Un breve encuentro y un largo recuerdo hace el alma rica y libre”. Ciertamente, en esta incursión retrospectiva que nos presenta René, el lector saborea los paisajes del alma del autor, los mismos que quedan impresos, fijados en la retina del corazón y que van ayudando a descubrir la frondosidad de su existencia y cómo esas capas de vivencias se superponen unas con otras, dando lugar a lo que comúnmente llamamos la experiencia de la vida. “Los recuerdos, dice Jacinto Benavente, tienen más poesía que las esperanzas, como las ruinas son mucho más poéticas que los planos de un edificio en proyecto”.
René León nutre el alma del lector con las narraciones de esta obra, y no sólo la nutre, sino que nos enseña que, gracias al amor, el ser humano se realiza íntegramente como persona y que, al adquirir conocimiento su intelecto, está enriqueciendo y ampliando su bagaje sociocultural.
Tras la Introducción, el libro comienza con la historia de Casilda y Trinidad (Los primeros años), dos pueblos cubanos que distan uno del otro unos 4 km., desde el siglo XVI hasta finales del XIX, aunque los recuerdos del autor comiencen en su infancia y concluyan hasta ya iniciada la segunda mitad del siglo XX. Dicha historia continúa con el relato Tal y como me contaron (sobre Trinidad y la vida en este pueblo hasta enero de 1959)). Continúa el libro con la narración sobre las vicisitudes de dos enamorados, Amparo Albalat y Francisco Niebla, que se suicidaron por negarse el padre de ella a que ésta se casara con Francisco. Tras este capítulo, podemos leer los siguientes episodios o secciones: La Recibidora (Lola Alonso), Dos espacios vacíos, negros (Lola y Pelayo Alonso y los hijos de ambos), Costumbres navideñas: las serenatas (similar a las españolas, aunque éstas se lleven a cabo cualquier día del año), Caucubú: La Maravillosa (la joven y bella Caucubú y la cueva La Maravillosa), Semana Santa en Trinidad (semejante a la de Sevilla, pero, actualmente, no queda de ella ni su sombra. Obviamente, es innecesario explicar aquí el porqué de esta desaparición), El Cristo de la Vera Cruz (venerado en la iglesia Mayor de Trinidad), ¡Cómo pasa el tiempo!, Trinidad (el autor recuerda a este pueblo durante la época que en él vivió), La tintorera (avistamiento y captura de este tiburón azul), El sacristán de la iglesia parroquial, La mano del negro, El bandido Caniquí, El Cristo de la Vereda, Vasco Porcallo de Figueroa, Fugaz crónica de un puertecito marino, De la vida real: 25 de febrero de 1945, La llovizna, etc., etc. En total, “Recuerdos del ayer: Trinidad / Casilda” consta de 32 relatos.   
            La narrativa de René León sobresale por su leguaje diáfano, terso, pulido, su destreza en el desarrollo de sus evocaciones y experiencias, su excelente descripción de los hechos históricos y los personajes que en ellos intervinieron, su perfecto acabado formal, en definitiva, el prosista nos cuenta sus memorias más interesantes y de forma genuina. El auge de la narrativa del escritor cubano radica, pues, en la riqueza de su léxico, en la sencillez de su labor creativa, en su capacidad cultural y de atracción, de sorpresa y entretenimiento… El lenguaje de René León le permite describir genialmente lo vivido, lo visto, lo acontecido, así como la historia de Trinidad y Casilda, tras ser inconscientemente memorizado, como no sería posible a un narrador impersonal o distante. En lo narrado por René León, el lector se encuentra viviendo esas evocaciones, esas historias…, ya que nuestro escritor logra no sólo que el lector admire, se sorprenda, se emocione con lo narrado, sino que se sienta inmerso en dichas rememoraciones, en dichos acontecimientos históricos.
Lo verdaderamente importante de esta obra es lo que nos aporta su lectura a cada uno de nosotros (pocas artes existen más subjetivas que la literatura, pues la misma historia siempre es distinta para cada lector). Por consiguiente, lo importante es leer. Y una vez hemos leído, tenemos el primer factor de peso para emitir un juicio sobre un libro. Y cuánto más leamos, más rigor tendrá esa opinión, aunque siempre encontremos en la lectura unos parámetros fijos, de apoyo, constantes.
La narrativa para René León es un firmamento infinito, con grandes astros que mantienen inmutable su posición con el transcurso de los siglos, y estrellas jóvenes que aportan nuevos parpadeos a sus ojos, a su mente de buscador incansable de nuevos mundos, más allá de las fronteras espaciales y temporales. La labor del autor de “Recuerdos del ayer: Trinidad / Casilda” consiste en tratar de bajarlos a la tierra para plasmarlos en papel y, de esa forma, acercarlos al lector, lo que consigue perfectamente en esta obra.
En esta obra su autor busca el vigor, la expresividad y la frescura. Y sobre todo escribe una literatura que acerca al lector a la verdad vivida o no vivida, pero sí acontecida en el pasado lejano y próximo. El meollo de este libro es esa pugna entre el autor, que tiene su propia sensibilidad, y los recuerdos e historias que se encuentran en las distintas salas de su memoria mezclados con los valores recibidos. Si preciosa es aquella cuarteta asonantada o tirana que inmortalizó Antonio Machado: Cuando recordar no pueda, / ¿dónde mi recuerdo irá? / Una cosa es el recuerdo / y otra cosa es recordar//, no menos bello y radiante es el presente libro, una obra de orfebrería literaria que a cualquier buen lector le ha de impactar y sorprender y atraer.

            Para finalizar, creo que el propio libro “Recuerdos del ayer: Trinidad / Casilda” crea una comunidad memorística imprescindible para conocer aquella Cuba, en especial los dos pueblos ya mencionados, desde el siglo XVI hasta las últimas décadas del XIX mediados del siglo XX. Los ríos de sus personajes y los vaivenes de sus oleajes, internos y externos, recrean un espacio textual genuino y especial en su dinámica, de tal modo que, cuando se concluye su lectura, al estar impregnada la obra de sentimiento y bondad y amor, todo lo narrado permanece en la memoria de quien lea este libro sublime. 


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