RECUERDOS DEL
AYER: TRINIDAD / CASILDA
René León
Sobre el autor: Dr. Rowland J. Bosch
Introducción: René León
Editado por CreateSpace, Amazon, págs. 104. Great
Britain, 2017
Carlos Benítez Villodres
Málaga (España)
René León, además de ser un insigne escritor, poeta,
ensayista, periodista, editor, es un excelente historiador. En la introducción
del presente libro, el autor nos manifiesta que, aunque nació en La Habana,
“parte de mi niñez y juventud la pasé en el puerto de Casilda, provincia de Las
Viñas”. En los años que vivió en este pueblo, su vida transcurrió felizmente.
Asimismo, el escritor nos refiere que los personajes que protagonizan esta
historia son reales, así como las evocaciones que vierte en las páginas de este
libro sobre sus propias experiencias de infancia y juventud. Por consiguiente,
esta obra la escribió René León en homenaje al pueblo de Casilda.
“Recuerdos
del ayer: Trinidad / Casilda” es un libro de vivencias y rememoraciones, es decir, de
memorias, tanto positivas como negativas de esos primeros años de la vida de
nuestro autor y de la época en la que se desarrollaron estas dos fases de su
vida. “¿Debe afligirme, se cuestiona Emanuel Geibel, una hermosa felicidad
porque huyó rápidamente?”. Y él mismo se responde: “Un breve encuentro y un
largo recuerdo hace el alma rica y libre”. Ciertamente, en esta incursión
retrospectiva que nos presenta René, el lector saborea los paisajes del alma
del autor, los mismos que quedan impresos, fijados en la retina del corazón y
que van ayudando a descubrir la frondosidad de su existencia y cómo esas capas
de vivencias se superponen unas con otras, dando lugar a lo que comúnmente llamamos
la experiencia de la vida. “Los recuerdos, dice Jacinto Benavente, tienen más
poesía que las esperanzas, como las ruinas son mucho más poéticas que los
planos de un edificio en proyecto”.
René León nutre el alma del lector con las
narraciones de esta obra, y no sólo la nutre, sino que nos enseña que, gracias
al amor, el ser humano se realiza íntegramente como persona y que, al adquirir
conocimiento su intelecto, está enriqueciendo y ampliando su bagaje
sociocultural.
Tras la Introducción, el libro comienza con la
historia de Casilda y Trinidad (Los primeros
años), dos pueblos cubanos que distan uno del otro unos 4 km., desde el
siglo XVI hasta finales del XIX, aunque los recuerdos del autor comiencen en su
infancia y concluyan hasta ya iniciada la segunda mitad del siglo XX. Dicha
historia continúa con el relato Tal y
como me contaron (sobre Trinidad y la vida en este pueblo hasta enero de
1959)). Continúa el libro con la narración sobre las vicisitudes de dos
enamorados, Amparo Albalat y Francisco Niebla, que se suicidaron por negarse el
padre de ella a que ésta se casara con Francisco. Tras este capítulo, podemos
leer los siguientes episodios o secciones: La
Recibidora (Lola Alonso), Dos
espacios vacíos, negros (Lola y Pelayo Alonso y los hijos de ambos), Costumbres navideñas: las serenatas (similar
a las españolas, aunque éstas se lleven a cabo cualquier día del año), Caucubú: La Maravillosa (la joven y
bella Caucubú y la cueva La Maravillosa), Semana
Santa en Trinidad (semejante a la de Sevilla, pero, actualmente, no queda
de ella ni su sombra. Obviamente, es innecesario explicar aquí el porqué de
esta desaparición), El Cristo de la Vera
Cruz (venerado en la iglesia Mayor de Trinidad), ¡Cómo pasa el tiempo!, Trinidad (el autor recuerda a este pueblo
durante la época que en él vivió), La
tintorera (avistamiento y captura de este tiburón azul), El sacristán de la iglesia parroquial, La mano del negro, El bandido Caniquí, El Cristo
de la Vereda, Vasco Porcallo de Figueroa, Fugaz crónica de un puertecito marino, De la vida real: 25 de febrero de 1945, La llovizna, etc., etc. En total, “Recuerdos
del ayer: Trinidad / Casilda” consta de 32 relatos.
La
narrativa de René León sobresale por su leguaje diáfano, terso, pulido, su
destreza en el desarrollo de sus evocaciones y experiencias, su excelente
descripción de los hechos históricos y los personajes que en ellos
intervinieron, su perfecto acabado formal, en definitiva, el prosista nos
cuenta sus memorias más interesantes y de forma genuina. El auge de la narrativa
del escritor cubano radica, pues, en la riqueza de su léxico, en la sencillez
de su labor creativa, en su capacidad cultural y de atracción, de sorpresa y
entretenimiento… El lenguaje de René León le permite describir genialmente lo
vivido, lo visto, lo acontecido, así como la historia de Trinidad y Casilda,
tras ser inconscientemente memorizado, como no sería posible a un narrador
impersonal o distante. En lo narrado por René León, el lector se encuentra
viviendo esas evocaciones, esas historias…, ya que nuestro escritor logra no
sólo que el lector admire, se sorprenda, se emocione con lo narrado, sino que
se sienta inmerso en dichas rememoraciones, en dichos acontecimientos
históricos.
Lo
verdaderamente importante de esta obra es lo que nos aporta su lectura a cada
uno de nosotros (pocas artes existen más subjetivas que la literatura, pues la
misma historia siempre es distinta para cada lector). Por consiguiente, lo
importante es leer. Y una vez hemos leído, tenemos el primer factor de peso
para emitir un juicio sobre un libro. Y cuánto más leamos, más rigor tendrá esa
opinión, aunque siempre encontremos en la lectura unos parámetros fijos, de
apoyo, constantes.
La
narrativa para René León es un firmamento infinito, con grandes astros que
mantienen inmutable su posición con el transcurso de los siglos, y estrellas
jóvenes que aportan nuevos parpadeos a sus ojos, a su mente de buscador
incansable de nuevos mundos, más allá de las fronteras espaciales y temporales.
La labor del autor de “Recuerdos del ayer: Trinidad /
Casilda” consiste en tratar de bajarlos a la tierra para plasmarlos en papel
y, de esa forma, acercarlos al lector, lo que consigue perfectamente en esta
obra.
En
esta obra su autor
busca el vigor, la expresividad y la frescura. Y sobre todo escribe una
literatura que acerca al lector a la verdad vivida o no vivida, pero sí acontecida
en el pasado lejano y próximo. El meollo de este libro es esa pugna entre el
autor, que tiene su propia sensibilidad, y los recuerdos e historias que se
encuentran en las distintas salas de su memoria mezclados con los valores
recibidos. Si preciosa es aquella cuarteta asonantada o tirana que inmortalizó
Antonio Machado: Cuando recordar no
pueda, / ¿dónde mi recuerdo irá? / Una cosa es el recuerdo / y otra cosa es
recordar//, no menos bello y radiante es el presente libro, una obra de
orfebrería literaria que a cualquier buen lector le ha de impactar y sorprender
y atraer.
Para
finalizar, creo que el propio libro “Recuerdos del
ayer: Trinidad / Casilda” crea una comunidad memorística imprescindible para conocer aquella Cuba,
en especial los dos pueblos ya mencionados, desde el siglo XVI hasta las
últimas décadas del XIX mediados del siglo XX. Los ríos de sus personajes y los vaivenes de sus
oleajes, internos y externos, recrean un espacio textual genuino y especial en
su dinámica, de tal modo que, cuando se concluye su lectura, al estar
impregnada la obra de sentimiento y bondad y amor, todo lo narrado permanece en
la memoria de quien lea este libro sublime.
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