Carmina Benguría,
declamadora cubana, fallecida en Miami a los 97 años de edad. Foto de Archivo,
julio 2015.
Por Luis Felipe Rojas.
Carmina Benguría tenía 97 años de edad,
había interpretado magistralmente a poetas del calibre de José Martí, José
María Heredia, César Vallejo y Gabriela Mistral, entre otros. Era la viuda del
pintor Roberto Estopiñán.
Se apagó la voz que mejor decía a
Gabriela Mistral en Cuba. En la madrugada del domingo 15 de octubre falleció en
la ciudad de Miami, Carmina Benguría, a los 97 años de edad.
Era una mujer menuda, nació Camagüey en
1920 y en una tarde de su adolescencia declamó de forma tal en la Universidad
de Columbia en Estados Unidos, que el escritor y profesor español Federico de
Onís la invitó un acto para el día siguiente y no pudo bajarse más de los
escenarios.
En Cuba interpretó a Martí, Lorca, la
Mistral, Vallejo, Emilio Ballagas y José María Heredia. “Yo pude decir a todo
Lorca en un recital, y Franco no me lo prohibió. Él no se metió conmigo. El
(periódico) ABC me dedicaba editoriales, porque yo hablaba perfectamente el
idioma, pero no con el acento español”, explicó en una larga entrevista, concedida a Martí Noticias en julio
de 2015.
Carmina fue merecedora de la Cruz
Alfonso el Sabio, de España; la Medalla del Congreso del Perú; la Medalla
Alfaro, de Ecuador; la Medalla de Oro de la Universidad de Panamá; y la Medalla
Carlos Manuel de Céspedes, de Cuba, entre otros reconocimientos.
En 1960 sale exiliada de Cuba 1960 y se
establece en Miami, donde recomienza su vida sin dinero o la fama que le
acompañó. Al lado de su esposo, el pintor Roberto Estopiñán, inició el camino
del paria, y así lo diría a esta publicación:
“Afortunadamente salí con mi familia,
pero cuando llegué aquí yo no sabía hacer nada, no sabía trabajar. Aquí en
Miami yo empecé a limpiar en una oficina y un día el jefe me llamó y me dijo:
"Mire, nosotros no podemos seguir atendiéndola, usted no limpia, usted no
pertenece a 'eso', su ropa es distinta, usted es demasiado educada", y me
botaron”.
Junto a Estopiñán viajó con su familia
a Nueva York y pasaron muchos años para que volvieran, ambos, a engarzar su
vida con el arte y el público que los había aplaudido y los volvía a encontrar.
Sobre lo que ha pasado en casi sesenta
años de totalitarismo en Cuba resumió: “Yo tengo mucha tristeza. Yo creo que el
problema de Cuba es el Karma. Algo malo hicimos en el pasado, que estamos en
esta situación. Mira, no es para que lo digas si no te da la gana. Es demasiada
la destrucción: es moral, material, intelectual, es un derrumbe total del ser
humano. Es tanto y tan triste que tiene que ser que hicimos lago tan malo, que
tenemos que estarla pagando. No sé qué fue”.
Carmina Benguría presentó su último
poemario Desde el libro del alma, Ego Group Inc., 2015, en la librería
Books and Books, Coral Gables y fue editado por el poeta cubano Orlando Coré
Fernández.
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