Comentario de: Roberto Soto Santana
La primera piedra del Sanatorio Antituberculoso de Topes de Collantes se dedicó el 15 de junio de 1937. La iniciativa para su construcción provino del entonces Jefe del Ejército, coronel Batista. La obra se enlenteció durante las presidencias del propio Batista (1940-1944), del Dr. Grau San Martín (1944-1948) y del Dr. Prío Socarrás (1948-1952) hasta que el general Batista, reinstalado en el Poder tras el golpe de Estado de 1952, ordenó su reanudación y terminación. La construcción la había dirigido inicialmente el prestigioso arquitecto Cristóbal Díaz González. En 1954 la reanudaron los arquitectos José Pérez Benitoa y Rafael Castiz. El Sanatorio se edificó a una altura de 850 metros, sobre una superficie de 32.000 metros cuadrados, con 11 plantas, 183 metros de frente, 63 de fondo y 36 de alto. El acceso se practicaba por una empinada carretera de 23 kilómetros. Se emplearon unos seis millones de ladrillos. Su estructura era de acero, y se utilizaron 2,860 toneladas de vigas, 4.760 toneladas de cemento, 542 toneladas de cabilla, 23 600 metros cúbicos de piedra y 40,000 metros cúbicos de arena. La inauguración tuvo lugar el 11 de noviembre de 1954. Su nombre oficial fue "Sanatorio General Batista". Provisto de la más avanzada tecnología médica de la época, tenía además una sala-teatro con capacidad para 400 espectadores, biblioteca y sala de estudios. En la planta baja se encontraban la dirección y la administración, así como la cocina, frigorífico y otros servicios. En el sótano, los almacenes, la lavandería y la casa de calderas. Se le habilitó con capacidad para atender a 1,000 pacientes. Desde su apertura a fines de 1954 hasta el 30 de junio de 1958, ingresaron allí 1,930 enfermos, de los cuales 1,285 fueron dados de alta por curación, 30 fallecieron y 615 permanecían hospitalizados y en tratamiento. También se brindaba asistencia médica a los vecinos de la comarca, a los que se les prestaron 454,953 servicios, de ellos 13,785 de emergencia y casa de socorro. A la conclusión del año 1958, y como parte de la proyectada "Ciudad Collantes", se habían levantado la residencia del director, veinte viviendas para médicos y dos edificios multifamiliares (uno para alojamiento de enfermeras y empleadas, y otro para el personal masculino). Dependientes de la Jurisdicción Autónoma de Topes de Collantes (creada por la Ley 1008 de 6 de agosto de 1953), en este sexenio cerrado en 1958 al Sanatorio se le fueron incorporando la Península de Ancón, el acueducto y el Hospital Civil de Trinidad, la Unidad Médica del Puerto de Casilda y la Colonia Antituberculosa "Luis Ortega Bolaños" en la provincia de La Habana. Tras la toma del Poder en 1959 por el Gobierno liderado por Fidel Castro, los edificios del Sanatorio se utilizaron, primero, para alojar -y proceder a su adoctrinamiento político- a los contingentes de Maestros "Anton Makarenko" en formación, después para tratar a personajes del Régimen aquejados de trastornos respiratorios -como el mismísimo Che Guevara, en 1965-, y, con el paso del tiempo, han terminado formando parte del Parque Nacional Topes de Collantes, dedicado a la explotación del "turismo de salud" -para turistas extranjeros que paguen su estancia en divisas fuertes-.
El Sanatorio Topes de Collantes durante su construcción |
Unos de los pasillos del Sanatorio Topes de
Collantes tras ser inaugurado.
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Teatro principal del Sanatorio Topes de
Collantes tras ser inaugurado
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Es una obra de Ingeniería que ha tenido poca publicación, es tan bueno como el Hotel Focsa que sí ha tenido, varias publicaciones, como la Carretera Central enttre otras. Su construcción en las montañas del Escambray es un a Maravillo, que requiere más promoción, para conocimientos de todos. Y el Capitolio en la Habana.
ResponderEliminarGracias por su comentario.
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