Otro importante
futuro jefe de Palmares lo fue Ganga Zumbi dos Palmares, sobrino de Zumba, que
había nacido en 1655 en Palmares, pero que había sido capturado siendo joven
por los portugueses, llevado como esclavo, y educado por los religiosos. Escapa
a la edad de 15 años de edad, y retorna al quilombo; al crecer, se convirtió en
un gran guerrero, llegando a ser jefe de un mocambo, denominado por su nombre.
Desde 1670 Ganga Zumba rechazó todos los
ataques de los portugueses, aumentando Palmares hasta una población de 20,000
habitantes entre negros, mestizos, indios y blancos perseguidos por las
autoridades portuguesas. En 1676 el gobernador de Pernambuco llega a una tregua
con Ganga Zumba, después de numerosos fracasos en su guerra contra Palmares. Se
reconoce la libertad de los nacidos en el quilombo, dándoles posesión de
algunas tierras poco fértiles en el valle de Cucaú, con la condición de aceptar
la paz. Dicha oferta provocó una división entre los principales jefes de
Palmares, en especial con Ganga Zumbi,
que se fue para Palmares con sus seguidores; esto trajo la muerte por
envenenamiento de Gamga Zumba, y todos aceptaron el liderazgo de Zumbi. Daba
comienzo su reinado de prosperidad.
Según Péret, “La transferencia de poderes de
Ganga-Zumba a Zumbi, debido al envenenamiento del primero, adquiere un sentido
particularmente claro: los negros se declararon enemigos de los blancos y
entablaron con ellos una lucha
decisiva. Una de las dos fuerzas debía desaparecer: el quilombo o los
blancos.” (18) p.84
Se inicia una época
de grandes cambios en Palmares. Ganga
Zumbi organiza sus tropas y se dedica a atacar a los portugueses por sorpresa,
robando esclavos y armas. Los portugueses realizaron varios ataques contra el
quilombo pero fracasaron todos.
Pero todo no iba a ser bienestar, libertad y
tranquilidad. En el año de 1693, el gobernador de Pernambuco, Caetano de Mello,
decide la destrucción de Palmares. Los plantadores temían su fuerza y eran
avasallados muchas veces por grupos de negros que eran ajenos a la república.
El primer contingente de soldados que es
enviado es derrotado en las afueras del quilombo. Mello se encontraba furioso
por la lucha ofrecida contra sus tropas. No había pensado en la valiente
resistencia de los vecinos de Palmares. Envía otro ejército compuesto por más
de 5,000 soldados y artillería. Las fuerzas iban mandadas por Bernardo Vieira.
La defensa es heroica, Zumbi iba de un lado a
otro de la fortaleza dando órdenes. Las murallas de troncos resistieron la
artillería y el fuego. Pero al fin abrieron una brecha por donde entraron los
enemigos. La batalla de Palmares fue palmo a palmo. Combatían hombres, mujeres
y niños. Cuando al fin los principales jefes del quilombo la vieron perdida, se
arrojaron desde lo alto de un peñón cercano, cayendo despedazados ante los pies
de sus enemigos, que los cortaron en pedazos. Zumbi, con un grupo de sus
guerreros, escapa y se interna en las montañas para continuar la lucha contra
los portugueses. Los prisioneros fueron exterminados, solo se salvaron unos
pocos. El quilombo y los plantíos, destruidos. Así acabaría el Quilombo dos Palmares, centro de la Primera República
Negra en Brasil y América. Los pocos sobrevivientes que pudieron escapar se
internaron en lo profundo de la selva, formando pequeños quilombos. Vivieron, a
través de los años, de los asaltos que hacían en las haciendas de los blancos.
Ganga Zumbi y sus hombres mantuvieron en constante movimiento a los
portugueses, que destruyeron los otros mocambos a lo largo del año 1694. El
grupo de Zumbi vive en constante peligro de ser exterminado, se limita a la
táctica de guerrillas. Los portugueses cogen prisionero a uno de sus hombres de
confianza, el cual, después de ser torturado es obligado a decir su escondite,
y Zumbí muere emboscado el 20 de noviembre d 1695. Es decapitado y su cabeza,
expuesta como trofeo en Recife. Esto sucedió en 1695, un 20 de noviembre, fecha
que hoy en Brasil se conmemora como el DIA
NACIONAL DE LA
CONCIENCIA NEGRA.
Palmares fue una esperanza en su mundo lleno de maltrato, hambre y miseria.
Su espíritu viviría por muchos años. En los cantos de “Kuna” que se hacían en
los quilombos, al son de atabaques, engones o ilus (distintos nombres de los
tambores sagrados) recordaban a los héroes de Palmares. En sus cantos, contaban
las tradiciones de sus dioses y poderosos reyes los Zumba y Zumbi de Palmares,
y sus anhelos de libertad, justicia, y el valor de sus guerreros.
En tiempo de la Colonia se formaron grupos
conocidos como “maracutús que eran “asociaciones de negros” de diferentes
naciones, que celebraban sus fiestas, y reproducían la solemnidad de la
coronación de un rey y una reina en la nueva tierra colonizada, y hacían
mención de sus luchas en las nuevas tierras colonizadas. Todavía hoy en Recife,
que es la capital de Pernambuco, en los Carnavales se rinde homenaje a la
memoria de sus ancestros y antiguos monarcas, bailando y cantando por las
calles, acompañados de sus instrumentos.
Se dice que aquellos anhelos de libertad
llegarían a través de los años a la colonia del Caribe más tarde conocida por
Haití, en poder de los franceses. Al pasar los años, los negros dirigidos por
Toussaint de Louverture, audillo de los insurrectos negros, barrieron con el
poder francés, para así constituir la primera nación de esclavos libres de
América. El Quilombo do Palmares fue el grito de libertad y protesta contra una
sociedad de abuso y violación de todos los derechos humanos.
Benjamín Péret dice: “ A pesar de todo, el
quilombo de los Palmares constituye un episodio de la lucha de los hombres por
su libertad. Esta tentativa no era viable en las condiciones que lo vieron
surgir, como no lo era el falansterio de Fourier, al que parece anticipar en
sus mejores momentos. Sea como fuere, el quilombo insufló a los negros del
Brasil una gran esperanza, del mismo modo que las calurosas anticipaciones de
Fourier parecieron por un instante aportar la solución ideal e inmediata a las
contradicciones que desgarraban la sociedad a comienzos del siglo pasado. Tal
vez sea preciso que el hombre cometa errores antes de descubrir, en el fondo de
sí mismo, el elemento de verdad capaz de germinar, cuyo reconocimiento
condiciona el éxito del cambio que se impone.” (19) p. 101
BIBLIOGRAFIA
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Historia de la
esclavitud , Ediciones Júcar, 1974, Madrid, España, p.1
2.- Saco, p.166
3.- Saco, p.166
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6.- André Duchase, Le Negríers en Le Trafic des
Esclaves, París, 1948
7.- Saco, p. 174
8.- Saco, p. 176
9.- Archivo Nacional, Real Consulado y Junta de
Fomento, legajo 74, no. 2836
10.-
Juan Pérez de la Riva ,
Revista de la Biblioteca Nacional
José Martí, año IV, nos. 1-4, enero-diciembre, La Habana , 1962
11.-
de la Riva , Revista de la Biblioteca , 1962
12.-
Benjamín Péret, El Quilombo de Palmares,
Colección Límite, num 2, Barcelona, 2000, p. II
13.-
Péret, p.20
14.-
Péret, p. 69
15.-
María Laura Bergel, Los quilombos y su
influencia en la interpretación cultural afro-brasilera. Una aproximación
antropológica, Abril de 2006
16.-
Bergel
17.-
Bergel
18.-
Péret, p. 84
19,.-
Péret, p.101
Publicaciones Consultadas
René
León, La Primera República Negra en América, Revista Pensamiento,
Publicación Literaria e Histórica, Vol. 2, num. 2, junio-agosto, 1986, p.8
Historia-Breve resumen de la Esclavitud en Brasil. Boletín Informativo Sou Eu Edicion, nr 5. Junio 2010
Historia de los guilombos de palmares, Ciencia y Educación – Maringa
Alfredo Cardona
Tabón, El Quilombo de Palmares,
Símbolo de la etnia negra, en Historia y región, 29 de abril de 2011
John Huxtable
Elliott, España en Europa, Estudios de
historia comparada; escritos
seleccionados, Valencia, 2002, p. 79-80
Paulino Montejo, El Quilombo de los Palmares, ALAI,
América Latina en Movimiento, oct. 1, 1995
Muy bien escrito sobre la primera republica negra en America. El senor Leon escribe cosas muy interesantes.
ResponderEliminarMagaly Contreras