Foto tomada de: Wikipedia Edmund Brewster, New Orleans, 1822 |
UN FRAILE QUE FUE AGENTE
SECRETO DE ESPAÑA, POR MEDIO SIGLO,
EN LOS ESTADOS UNIDOS
Intrigante ejemplar, fue el Padre Sedella agente insuperable del gobierno de La Habana
en su política continental. Máximo inspirador del centro de espías y saboteadores
en Nueva Orleans, ayudó a organizarlo desde su llegada a Luisiana, y su red
de servicios secretos, puesta al servicio de España y de Washington
durante la Guerra de Independencia, colaboró en gran medida
con la independencia de los Estados Unidos
Dr. Salvador Larrúa-Guedes
Ya se sabe que Juan de Miralles, delegado del reino de España ante el Congreso de
los Estados Unidos, fundó una red de agentes secretos que contribuyó en gran
medida a la independencia de los Estados Unidos, a la que aportó, además del talento
de una bien montada inteligencia, una inmensa ayuda militar, material y financiera
que decidió a favor de Washington muchas batallas, entre ellas, la de Yorktown, que
abrió las puertas al nacimiento de la gran nación.
Desde 1777 Juan de Miralles y su red de agentes contaban, además, con los servicios
inapreciables del fraile capuchino Antonio de Sedella, designado Inquisidor de
Nueva Orleans. El famoso Père Antoine (Padre Antonio), llegó a ser Vicario General
de Nueva Orleans y una figura clave en los servicios secretos españoles por su
inquebrantable lealtad a la Corona del Reino, que sólo estaba detrás de su doble
condición de sacerdote y misionero, porque Fray Antonio de Sedella, natural de
Málaga, donde nació en 1748, era un verdadero asceta, un sacerdote ejemplar de
vida muy humilde que murió muy querido por todo el pueblo, que lo adoraba y
quería verlo en los altares.
La figura de este sacerdote tan querido por los habitantes de Nueva Orleans presenta
ángulos muy distintos. Fue Rector del Sagrario de la Catedral y también Comisario
del Tribunal del Santo Oficio, por lo que tuvo funciones de inquisidor. Era un
monárquico convencido además de español de pura cepa, y un hombre de gran
cultura, introvertido y misterioso. Sobre la actuación de este religioso se ha dicho:
Intrigante ejemplar, fue el Padre Sedella agente insuperable del gobierno de La
Habana en su política continental. Máximo inspirador del centro de espías y
saboteadores sostenido en Nueva Orleans, ayudó a organizarlo desde su llegada a
Luisiana. Bien es verdad que su traslado al Nuevo Mundo obedecía pura y
simplemente al propósito de mantener la influencia española en estas tierras…
traslado que tuvo su origen en el informe reservado número 250, fechado en Nueva
Orleans a 25 de febrero de 1779, dirigido por el (entonces) brigadier Bernardo de
Gálvez, gobernador de la provincia de Luisiana, al Sr. Joseph de Gálvez, Secretario
del Despacho Universal de Indias…1
Vida singular y novelesca la de este fraile aventurero, mezcla de heroísmo,
abnegación y barbarie, consagrado exclusivamente al servicio de su amada Patria,
España. Por una de esas singulares coincidencias de la historia, fray Antonio de
Sedella llegó a Nueva Orleans el 25 de febrero de 1779 y ese mismo año, el 21 de
julio, el rey Carlos III de España dictó la Real Cédula por la que Juan de Miralles
Traillon se convirtió en delegado oficial del gobierno de España ante el Congreso de
los Estados Unidos. En esos momentos, ya Miralles había probado hasta la saciedad
el valor de sus servicios al reino, al tiempo que eran ya invalorables los servicios que
había prestado a la causa de la independencia norteamericana.
Desde esos momentos, Juan de Miralles y fray Antonio de Sedella quedaron
íntimamente unidos por el vínculo común de su amor a España y su igual condición
de agentes que actuaban contra todo lo que pusiera en peligro el poder de la Corona
en tierras del Nuevo Mundo. Después de la muerte de Miralles en 1779, la actuación
del P. Sedella continuó, durante muchos años, al servicio de su Patria, sin vacilación
de ninguna índole.
Nunca fue descubierto el humilde fraile que murió en 1829 con fama de santo.
Llevaba nada menos que 50 años dirigiendo el centro del espionaje español que tenía
su sede en Nueva Orleans, y su vida legendaria y controversial bien merece una
biografía que hasta el presente no se ha escrito.
Su actuación como agente de la Corona de España en Luisiana es poco conocida,
pero poco a poco y documento tras documento, se ha ido conociendo su papel en la
red secreta de Juan de Miralles. Un pliego fechado en Nueva Orleans en octubre de
1779, de carácter muy reservado, y dirigido al Capitán General de Cuba Diego
Navarro, nos da una muestra de sus actividades:
…como en otras ocasiones en que el servicio de S.M. qe. Dios gde. ha requerido de
mi esfuerzo paso a enviarles varios mensajes de Don Miralles en los qe. se pone en
su conocimiento y en el del gobernador de la Luisiana los movimientos de los
ingleses del general Clinton acerca de los indios tratando de allegarlos al
convencimiento de rebelarse y crear disturbios y distracciones contra las pocas
tropas que quedan en esta gobernación de territorio tan dilatado qe. pocos cientos
de hombres no pueden guarnecer dado que el general Gálvez (Bernardo de) anda
en otros planes y la frontera se debilita y puede convertirse en un peligro si los
1 Archivo Nacional de Cuba (ANC). Floridas, legajo 15, signatura 79 (Libro copiador de correspondencia del Sr. Bernardo de Gálvez, gobernador
de la provincia de la Luisiana, con el Sr. Joseph de Gálvez, Secretario del Despacho Universal de Indias), Cf. Franco, José Luciano. La batalla por
el dominio del Caribe y el Golfo de México, tomo I. Instituto de Historia de la Academia de Ciencias de Cuba, La Habana, 1964, pp. 203 ss.
ingleses y los indios sus aliados convencen y se ganan a los que son partidarios
nuestros…2
Otro documento habla claro de la actividad del P. Sedella
…recopilando todos los pliegos que llegan a esta dirigidos por Don Miralles,
Franco. Rendon o Esteban Miró para resumir y compararlos los unos con los otros,
cotejar y escribirlos de la forma qe. se necesita para luego hacerlos llegar a ese
gobierno (la Capitanía General de Cuba) por los medios y formas que se han
provisto…3
Lo anterior significa que el dedicado clérigo comparaba entre sí varios informes, los
analizaba y resumía, sacaba conclusiones y los resúmenes cifrados o escritos con
tintas secretas, según el caso, se dirigían a La Habana o al gobernador de la Luisiana,
para que se tomaran las previsiones necesarias en cada caso.
Tinta invisible y mensajes en clave. La toma del delta del Mississippi. Juan de
Miralles recoge donaciones y entrega sus propios caudales a la causa de la
revolución.
Fue fray Antonio de Sedella quien desde su sede en Nueva Orleans incorporó el uso
de tinta invisible y de mensajes cifrados a las prácticas normales de la inteligencia
española durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.
Hombre de gran cultura y vastos conocimientos químicos4
, fray Antonio llegó a
conocer muy bien el uso del cloruro de cobalto que empleaba como tinta invisible o
simpática. Extensos mensajes escritos con una solución de cloruro de cobalto
(CoCl2) disuelto en agua en cierta proporción se mantenían invisibles a temperatura
ambiente y sobre todo en invierno, pero se podían leer perfectamente cuando el papel
se planchaba de forma que su temperatura alcanzara 60 grados centígrados,
momento en que el texto adquiría un intenso color azul que permitía una fácil lectura.
Con el paso del tiempo, fray Antonio comenzó a emplear, además, el prusiato
amarillo como tinta para escritura secreta, porque esta tinta tenía la ventaja de ser
indeleble. Colocando encima del papel donde estaba el texto invisible otro
impregnado en sulfato de hierro, las letras invisibles se coloreaban inmediatamente
en azul.
2 Archivo Nacional de Cuba (ANC). Correspondencia de Capitanes Generales, leg. 12, 18. P. Sedella a Capn. Gral. Diego J. Navarro. Acciones de
los ingleses entre los indios de la Luisiana, 13.X.1779. En: CDHFC, Luisiana, XVIII, P. Sedella a Diego Navarro.
3
Ibídem, leg. 12, P. Sedella a Capn. Gral. Diego J. Navarro, sobre informes reservados, en 7.I.1780
4 Gassler, F.L. Père Antoine, Supreme Officer of the Holy Inquisition of Cartagena, in Louisiana. The Catholic Historical Review, Catholic
University of America Press, Luisiana, 1922, pp. 59-63, todo este asunto.
Además, fray Antonio elaboró procedimientos de cifrado, utilizando claves
criptográficas alfanuméricas por medio de algoritmos que cambiaba frecuentemente.
Era un procedimiento bastante seguro para el envío de mensajes, aunque el sólo
hecho de que el enemigo se apoderara del papel cifrado lo alertaba sobre la existencia
de trasiegos de información que podían perjudicarlo.
Muchas veces, el Padre Sedella utilizaba cierto libro. Había dos ejemplares: uno en
poder del emisor del mensaje, y otro en manos del receptor. Se acostumbraba utilizar
una secuencia de números: el primer trío de números se identificaba con una página
del libro, dos números a continuación identificaban el numero de un párrafo dentro
de una página, los dos siguientes el número de una línea dentro del párrafo, y los dos
otros dos números a continuación, una palabra del mensaje.
Por ejemplo, 056.05.03.15 se traducía: página 56, párrafo 5, línea 3, palabra 15.
El procedimiento del descifrador era laborioso, pero seguro, para localizar una a una
todas las palabras del mensaje.
Bastaban dos ejemplares de la misma edición de un libro cualquiera, uno para el
emisor, otro para el receptor. Sólo conociendo de qué libro se trataba se podía llegar
a conocer el contenido del mensaje.
La ayuda de fray Antonio de Sedella se convirtió, entonces, en una inapreciable
colaboración para el servicio secreto español en los Estados Unidos, ya desde el
tiempo en que lo dirigía Juan de Miralles y después en los años en que estuvo al
frente su sucesor, Francisco Rendón, igualmente comisionado de España ante el
Congreso Continental5
.
Después, el propio fray Antonio quedó al frente de los servicios secretos españoles,
encargándose de dirigirlos durante medio siglo, 50 años durante los cuales sus
adversarios nunca pudieron estar al tanto de los mensajes que se emitían o de los
conocimientos e informaciones que llegaban a la inteligencia española a través de
procedimientos muy discretos y sutiles en aquella época.
James Madison, en su correspondencia con Clayborne, afirmó que el Padre Sedella
era un hombre de educación refinada, aventurero, intrigante y muy peligroso. El
Rector de la Catedral de Nueva Orleans afirmaba que fray Antonio era un verdadero
santo, y esa era la opinión del pueblo que lo adoraba por su vida pobrísima y ascética,
su humildad, su dedicación a los desamparados y su sacrificado desempeño
sacerdotal, lo que no le impidió ser el más famoso agente de inteligencia al servicio
de Su Majestad Católica, el rey de España6
, y tal vez el único espía en la historia del
mundo que lo fue durante 50 años sin que nadie sospechara, porque algunos de sus
5
Ibídem.
6 Wyat Bishpam, Clarence. Fray Antonio de Sedella: an appreciation. Luisiana Historical Quarterly. New Orleans, 1922
actos sólo comenzaron a ser conocidos, muy despacio, después de su muerte. Otros,
que guardó en total secreto, quedaron sepultados para siempre…
Dr. Salvador Larrúa-Guedes
Académico Correspondiente en Estados Unidos
de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias,
Artes y Letras. Secretario de la Academia de la Historia
de Cuba. Cruz de Oficial de la Real Orden de Isabel la Católica.
Cruz de Caballero de la Orden Nobiliaria de Fernando VI.
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