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miércoles, 15 de noviembre de 2017

La Romería de los "Doce Apóstoles"


Por: René León

Los años van pasando, y las costumbres de antaño se van olvidando, otras nuevas que no tienen valor alguno se van arraigando en los pueblos.
  El mundo cambia con tantos inventos y la vida, que unos creen es más fácil, se nos va complicando. Pero hay costumbres que nunca se olvidan, y son aquellas que se ban heredado de generación en generación.
  La Romería de "Los Doce Apóstoles" tiene más de cuatro siglos de antigüedad. Se remonta allá por el año de 1043, con la batalla entre el Rey Garcia de Navarra y los aragoneses, pero el primer testimonio escrito de la villa de Tafalla, en peregrinar a Ujue todos los años, nos viene de 1581, desde entonces sin interrupción se ha celebrado la Romería, que se celebra el domingo siguiente a San Marcos (25 de abril) donde participan los vecinos de los pueblos colindantes. Solo por tres años se ha dejado de celebrar, desde 1607. La Hermandad elige a los "Doce Apóstoles" que irán en la Romería, que se comprometen por un termino de 10 años. Van vestidos con túnicas y capotes negros, ceñido a la cintura un cordón y con un farol pequeño en la mano, llevando o manteniendo a través de la procesión, el mismo paso.

  La Hermandad de Esclavos de Santa Maria de Ujue, consta de unos sesenta u ochenta personas, antiguamente estaba formada de sacerdotes. En la peregrinación participan directamente doce elegidos, cuatro de reserva, por si alguno se enferma; el cura párroco y los ''jubilados" aquellos que ya no participan directamente, por ser mayores, o haber pasado sus 10 años.
  A las doce de la noche del 30 de abril, salen des pues de haber rezado en la iglesia de Santa Maria. Encienden sus faroles y a caminar por las calles empedradas de Tafalla, hasta afuera del pueblo, donde son despedidos.
  El cura párroco los acompaña a la cabeza de los penitentes, llevando en sus manos un crucifijo adornado con flores, rezando y pronunciando palabras de elogios a los penitentes hasta llegar al santuario, recorriendo una distancia de unos 30 kilómetros, algunos de ellos van descalzos, sin hablar entre ellos, pues es prohibido. En su caminar solo atraviesan un pueblo, San Martin de Unx.
  Llegan al santuario de Ujue, que es una iglesia-fortaleza, dedicada a la Virgen Blanca o Virgen de Ujue. Al llegar los penitentes, cansados se arrodillan y escuchan una Misa solemne, donde se reza por los hermanos muertos, y van a comulgar por orden de antigüedad. Al terminar la Misa acuden a un bodegón o mesón, donde desayunan. A las seis de la mañana emprenden el viaje de regreso.
  Sobre las diez de la mañana, a pocos kilómetros de Ta­falla, se detienen a almorzar , se toman unas copas de vino para coger calor en el cuerpo, batido por el frío de la mañana, se comen un caldero de sopa. Ya con el estomago lleno a caminar.
  El pueblo los espera cerca de la iglesia de Santa Maria, donde hacen su entrada a los doce del día. Al entrar en la iglesia los esperan cientos de fieles. Se hacen los rezos.

  El pueblo los espera cerca de la iglesia de Santa Maria, donde hacen su entrada a los doce del día. Al entrar en la iglesia los esperan cientos de fieles . Se hacen los rezos finales, se bendicen a todos los presentes. Se reparte pan bendiciendo entre los "penitentes", que van abandonando el templo con sus túnicas puestas y capote al hombro, y son rodeados por fa miliares y amigos.
  El pueblo de rodillas en la iglesia le piden a la Virgen milagrosa, por sus hijos o un familiar enfermo.
  En la medianoche del 30 de abril, dan gracias por haberlos librados de un mal, o de un peligro. En tiempos de la colonia, muchos de los que participaban daban gracias por no ser enviados a Cuba a pelear, o ser enviados a Africa.
  Y así, año tras año se va celebrando la Romería de los "Doce Apóstoles" en la iglesia de Santa Maria de Tafalla (Navarra). El pasado se nos enreda con el presente, la vida con la muerte. Cuando uno se ha criado entre católicos tiende a respetar las tradicionales consignas adquiridas en el hogar y en la iglesia. Al mirar hacia atrás y ver Romería, quisiera tener esa fe ciega de los "penitentes" de la Virgen de Ujue.

1 comentario:

  1. Muy bien escrito y bien detallado. Este senor Leon escribe muy bien.
    Micaela Lujan

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