28 Jueves Feb 2013
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Muy cerca de Santa Cruz del Norte, que es un municipio ubicado en la costa norte de la isla, se encuentra un lugar que lo compenetra a la naturaleza y los bellos paisajes. Nos referimos a los “Jardines de Hershey”, con exuberante vegetación y la posibilidad de darse un chapuzón en las cristalinas aguas del río que recorre toda la instalación. Lo cierto es que parece que el tiempo se ha detenido en este lugar, cuyas casas de piedra o madera con techos de zinc y ordenadas junto a calles perfectamente delineadas, recuerdan un poblado rural norteamericano del siglo pasado. ¿Por qué?
La historia cuenta que sus inicios giran alrededor de 1916. Con el inicio de la Primera Guerra Mundial, el azúcar de remolacha europea que Milton S. Hershey utilizaba en su fábrica de chocolate empezó a escasear, así que el magnate viajó a Cuba y empezó a adquirir plantaciones de caña y a construir refinerías para garantizar el abastecimiento de su fábrica en Pennsylvania. Hershey, dueño de “Hershey Corporation”, la industria del chocolate más famosa del planeta, se enamoró a primera vista de Cuba, de su clima, y de lo que él llegó a llamar “la eterna primavera tropical”.
Después de probar la calidad del azúcar cubano, el empresario Hershey optó por ocuparse directamente de su producción e incluso de su transportación hasta el puerto. Es por ello que allí mandó construir las fábricas y demás establecimientos , que tuvo mayor auge con la llegada del tren eléctrico, que pronto tuvo su línea para mover los materiales de lo que se llamaría como el “Central Hershey”, equidistante de La Habana y Matanzas.
Los primeros trenes eran a vapor, pero en 1919 “Hershey Ferrocarril Cubano” comenzó a pedir equipos eléctricos a “JG Brill” y “General Electric”. El servicio de pasajeros eléctrico entre Matanzas y “Central Hershey” comenzó en enero de 1922 y se extendió a Casablanca, al otro lado de la bahía de La Habana, en el mes de octubre de ese mismo año. En 1924 tenía una flota de 17 coches eléctricos de pasajeros y 7 locomotoras eléctricas. Además de los pantógrafos de los vehículos troles realizado con el fin de cruzar las líneas de tranvía en Matanzas y Regla.
Con el paso de los años nació la comunidad, diseñada al estilo y gusto de su fundador instalándose el ingenio, las plantaciones cañeras y el ferrocarril. Hershey construyó una pequeña comunidad para que sus trabajadores no tuviesen que viajar desde tan lejos y estaba basada en el modelo de comunidad que también había creado para sus trabajadores en Pennsylvania, USA.
Las casas de este pequeño pueblo eran bastante cómodas y tenían un estilo americano muy pronunciado, ya que a pesar del clima tropical contaban hasta con chimenea. Además de las viviendas, Hershey, que quería empleados saludables, mandó a construir un centro médico totalmente equipado y una farmacia bien abastecida, una escuela pública gratuita para los hijos de sus trabajadores, un club social deportivo con varias instalaciones, entre las que se incluían un campo de béisbol y ¡uno de golf!.
Quería empleados saludables, por eso también estableció una pequeña clínica, además de una céntrica farmacia bien abastecida, igualmente el supermercado y la carnicería estaban dotados de grandes frigoríficos y las paredes con azulejos relucientes. La comunidad contaba con su propia planta de energía, alcantarillado y agua potable. Incluso los más pequeños tenían su pequeño “parque de diversiones”, que era un parque infantil con toboganes y columpios.
El gobierno cubano de ese entonces condecoró y premió muchas veces a este empresario norteamericano, que de hecho cuenta con la presea más alta que Cuba concede: la “Gran Cruz a la Orden Nacional”.
A fines de la Segunda Guerra Mundial, la compañía ya tenía suficientes plantaciones en Estados Unidos y llegó a la conclusión de que ya no necesitaba del azúcar cubana. Todas sus fábricas y propiedades, incluido el ferrocarril, fueron vendidas a la “Cuban-Atlantic Sugar Company.”
En 1958, la “Hershey Chocolate Corp.” vendió este Central al industrial cubano Julio Lobo Olavarría (1889-1983) principal propietario de centrales azucareras, dueño de 16 centrales y el mayor productor de azúcar de Cuba, con una producción de 3 941 814 sacos de 325 libras.
Del municipio de Santa Cruz del Norte quedan muchos temas por publicar. Allí se encuentra actualmente la fábrica del “Ron Habana Club”, donde antes se fabricaba entre otros, el “Ron Sta Cruz”(1928), pues el “Habana Club” se producía en Cárdenas, provincia de Matanzas. También este Municipio, que hasta 2010 pertenecía a La Habana, es uno de los que conforman la nueva Provincia de Mayabeque… Es decir que el Habana Club ya se ha fabricado en tres provincias diferentes ¿Faltará alguna otra?
Como nota curiosa, en 1912 Milton Hershey y su esposa se salvaron de viajar -y quizás morir- en el “Titanic”, a causa de una repentina enfermedad de última hora de la Sra. Hershey, lo que los obligó a cancelar los pasajes que debían llevarlos desde Inglaterra a Nueva York. En el “Museo Hershey” en Harrisburg (PA) se conserva el cheque con el que se pagó los pasajes a la “White Star Line”, compañía naviera dueña del “Titanic”.
Un hombre de suerte…
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