Isabel
Díez Serrano
San
Lorenzo del Escorial (Madrid)
"En medio de la selva", qué título tan
verdadero, amigo, me ha sorprendido una vez más muy gratamente. Coincido con el
prologuista en cuanto al andamiaje lingüístico, para crear con la destreza
lírica que te caracteriza en toda tu obra anterior; todo aquel que te haya
seguido entenderá lo que decimos, sin duda. Nos regalas tres partes del libro a
cual más valiosa. Sonetos a nuestros mayores que nos han precedido, los
que yo llamase también "Testigos del amor y la locura", tan bien
ejecutados, pulcros, perfectos en la forma y en la rima variada como ellos nos
enseñaron, los buenos, pero no solo el continente es de alabar sino el
contenido donde sabes poner siempre el corazón abierto de par en par,
terminando este capítulo con el amor a la madre y el perdón, ahí es nada.
"El perdón --dices-- nace del amor más puro" Y qué sería de nosotros
si no supiésemos perdonar, a la vez que perdonados en este laberinto de un
mundo cada día más ennegrecido y caótico, "en medio de la
selva". Pero a ti y a mí, al menos nuestra Poesía sincera nos lleva
de la mano y de la mano del bien, aunque el mal yazca a nuestro lado, ahí está
la grandeza del hombre, en este caso hombre y poeta. Villanueva del Rosario
también nos conmueve, solo que en este caso no hemos pisado sus calles ni
recorrido sus jardines, basta con que tú lo hayas hecho con ese amor que te
desborda por todos los rincones, ese sueño que dices vivir "con
celo", "la generosidad y los frutos maduros que el saucedeño dona al
mundo y a sus hijos"
Le sigue, a estas páginas, la
presentida partida que todo poeta adelanta, sin saber si acertará o no (nuestra
profecía); "me iré en la sangre de un viento" y "funeral"
creo que son signos proféticos de cómo será o como quisiéramos que fuese, pero
cierto que progresará tu vida en los años venideros, como lo ha venido haciendo
hasta ahora al asegurar:
que contemplo a todo el mundo
hasta su núcleo profundo
con esa gran nitidez
que al cabo de mi vejez
veía al mar más jocundo.
Y no es ni más ni menos que la
luz que ya llevas arrastrando desde hace años, la sabiduría del hombre, poeta o
no, que aprende en su peregrinaje y sabe que "si me conozco, te
conoceré", es regla natural.
Después de todas estas páginas nos
sigues regalando una tanda de décimas, hoy salmantinas, según las enseñanzas
del Frente de Afirmación Hispanista en México y sus investigadores, te atreves
con lo social, sin pelos en la lengua, sin juego de palabras, sin decir y no
decir, ya que en esta época, hoy siglo XXI los poetas no se atreven a
pronunciarse, a decir lo que está bien y lo que está mal, al mal gobierno que
es malo para todos, a las voces que no callan sin saber lo que pregonan,
lo tienes muy claro y además, para eso está el Derecho a decir, la libertad de
expresión pero que hoy en día es mejor agachar la cabeza y que otros se
arreglen como puedan, aplasten la serpiente, mueran los alacranes, convivan con
ellos...
Y más tarde, excelentes décimas
que nos suenan a gloria y en las de pié o pies quebrados que sabes también
participé con algunos poetas de México, Miami, Cuba, que a mí al menos tanto me
enseñaron. Maestro te veo, Carlos en todo lo que haces.
Para finalizar, nos rizas el rizo,
por si fuera poco, con tu Poesía gráfica o visual y verdaderamente me ha
impactado. No conocía esta faceta tuya y me parece genial. Ya pues, de maestro
para arriba pues es una genialidad añadida a tu ya
"genio" anterior de la palabra. Además de la belleza que
reflejan algunos de estos gráficos, están clavadas sus personas o su
idiosincrasia.
Algunos que nos son
imprescindibles, ¿verdad?, sobre todo andaluces, como Vicente
Aleixandre, Bécquer, Juan Ramón, Cernuda, Manuel Machado, Altolaguirre,
Lorca, ah, y Miguel Hernández y si sigo, serían todos, todos acertadísimos, y
en la página final ya el colofón de lo creado en la Poesía visual tiene una
belleza singular y mucho bien para los ojos que dicen ser la puerta del
espíritu,
" Málaga surgió de un beso
de mar y
sol"
Y esos peces...
Foto tomada de: Pensamiento Poetico |
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