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viernes, 1 de marzo de 2019

DEJAR HUELLA

Foto tomado de: David Hormiga



Lola Benítez Molina
Málaga (España)


Es curioso, ya que conocer ciertas vidas nos fascinan por lo que tienen de distinto, de fuerza o de novedoso. Descubrir la trayectoria que siguieron en sus caminos y tener la suficiente empatía como para plantearnos si nosotros, en las mismas circunstancias, hubiésemos actuado de igual forma o, por el contrario, la corriente del destino nos hubiese llevado al abismo. Es algo que a muchos nos despierta la curiosidad.
    La historia nos desafía constantemente y, aún más, cuando nos toca vivir tiempos difíciles como fue el caso de Françoise Frenkel, propietaria de la primera librería francesa en Berlín, y que fundó en 1921, “La Maison du Livre”.
    Françoise nació en Polonia en 1889 y estuvo al frente de su librería hasta 1939, año en que se vio obligada a huir de manera clandestina a París ante los avances del nazismo y la persecución judía. Su amor por la literatura la llevó a reflejar en su única novela los designios por los que el ser humano atraviesa y así, nos muestra su particular visión de los acontecimientos vividos a través de su propia mirada.
    Quien lee el libro no queda indiferente, y es esto lo que le ocurrió al escritor Patrick Modiano, quien conmovido, por la narración de esta mujer, nos seduce con el prólogo que antecede en una nueva publicación de esta novela, redescubierta en 2015, en Suiza, y que ya había publicado una pequeña editorial del lugar en 1945, zona en la que se sabe que vivió su autora y que, sin duda, coincidiría plenamente con las palabras pronunciadas por Albert Camus: “En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible”.
    Su corazón y su espíritu generoso soportaron las inclemencias de los años que le tocó vivir y quizo dejar constancia de los acontecimientos en honor de todas aquellas personas que perdieron su vida, para que sus huellas permanecieran intactas.
    Patrick Modiano diría: “Prefiero no conocer el rostro de Françoise Frenkel, ni las peripecias de su vida tras la guerra, ni la fecha de su muerte, De ese modo su libro será siempre para mí la carta de una desconocida, olvidada en la lista de correos desde hace una eternidad y que parece que recibes por error, aunque tal vez eras en realidad su destinatario”.
    El estoicismo de esta heroína la llevó a cosechar un porvenir esperanzador al no perder nunca la fe en el ser humano.


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