Edificio Robins. Álbum de la Frederick Snare Co. 1920
En la obra La Habana y sus grandes edificios modernos, publicado en 1919, la casa de Frank Robins Company aparece entre las construcciones más notables de esos años junto a otros edificios de carácter civil-público que por entonces le dieron a la ciudad antigua el carácter de centro comercial y administrativo. En sus páginas se hace referencia a la edificación y sus funciones, lo que permite hacerse una idea de la imagen del inmueble a pocos años de su inauguración. Así el cronista lo registró: “Cabe al señor Frank Robins la gloria de haber iniciado en nuestra capital la construcción de los grandes buildings al estilo americano… Cuenta con seis pisos que se edificaron con especial solidez, en piedra artificial y abundancia de mármoles. Los huecos amplios y numerosos, le aseguran una ventilación efectiva y dan luz abundante en todo el interior. La planta baja consta de un salón-exposición de muebles finos para escritorio, objetos de arte, fonógrafos, pianos, automóviles y otros miles de objetos que constituyen el giro mercantil de la firma Frank Robins Company. Al fondo de este salón, una amplia escalera de mármol conduce al segundo piso ocupado por las oficinas de la empresa. Por la calle Habana tiene el edificio los ascensores y escaleras necesarios para los pisos altos, repartidos en despachos mercantiles, que están ocupados por valiosas empresas y oficinas extranjeras, entre estas, la del Agregado Naval de los Estados Unidos. La casa Frank Robins Co. constituye un centro comercial activo y un establecimiento de los más progresistas de la capital, pues se apresura atraer el mercado cuanta novedad aparece en el del extranjero”.
Anuncio. revista “Social”, 1923
Entre 1906 y 1908 esta casa instaló sus dependencias en La Habana dedicándose a un giro comercial bastante variado –como apunta la cita anterior–. Su celebridad, precisamente la alcanzó por traer con inmediatez al escenario mercantil de la capital habanera todo aquello que significaba progreso e invención, de ahí la necesidad de construir una sede propia que acogiera tanto sus oficinas, como otras para alquilar, y sobre todo, espléndidos salones de exposición y venta.
Obispo y Habana. 1944
Así, entre 1914 y 1915 la firma construyó esta casa en un solar esquinero de Obispo y Habana, dos de las calles más céntricas y transitadas de La Habana. La obra corrió a cargo del arquitecto Francis O´Keefe, en tanto como contratista participó Frederick Snare Corporation (Contracting Engineers), una empresa norteamericana de gran prestigio en el ramo y a la que se deben pródigas y valiosas obras de carácter industrial en toda Cuba, como muelles, puentes y fábricas.
Mientras la casa de Frank Robins Company utilizó el edificio el salón de exposiciones se mantuvo en la panta baja; sus propia oficinas en la segunda, y en el resto de los pisos, otros departamentos destinados a la renta.
En fachada se divisan dos cuerpos, en los que destaca el almohadillado de su superficie, más pronunciado en la unión esquinera. El primero de estos bloques está formado por la planta baja y el primer nivel, cuyos amplios ventanales de cristal fueron diseñados con el fin de exhibir los productos que la empresa comercializaba. Los restantes cuatro pisos se unen en un solo cuerpo, donde ornamentación fue resuelta a base del labrado de sus muros y la composición simétrica de los vanos, los cuales por su amplitud y disposición iluminan y ventilan apropiadamente las oficinas. Una gran cornisa remata el edificio.
Es imposible transitar Obispo sin reparar en este inmueble que resalta por su belleza y calidad de ejecución. Es, sin dudas, una de las mejores construcciones de los inicios de La Habana moderna. Por mucho tiempo fue sede de la Western Union en la capital cubana. Actualmente funciona como Telepunto de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, S.A. ETECSA.
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